icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Capítulo 3
Ella no tenía elección
Palabras:1123    |    Actualizado en: 01/01/2021

Ayla cubrió su cuerpo con la manta por instinto, al ver que Brian se inclinaba sobre ella de manera intimidante.

"Señorita Woodsen, no olvides que firmaste el contrato de matrimonio, entonces, ¿por qué tendrías que esconderte de tu hombre?", dijo él en tono burlón, mientras la veía oculta bajo la manta.

El hombre no era capaz de entender por qué se estaba escondiendo. De cualquier manera, él no la dejaría escapar tan fácilmente aquella noche. Mientras tanto, la chica estaba aterrorizada del hombre que tenía frente a ella.

"Legalmente, ya eres mi esposa", continuó burlándose él, al tiempo que acortaba más la distancia entre ellos. "Es que acaso, ¿no sabes cómo cumplir con tu deber como esposa?", agregó, lanzando una mirada despectiva a la mujer, que recién se había convertido en su esposa, aún cubierta por la manta.

"No, yo no quiero!", gritó Ayla. Pese a estar aterrorizada por completo, tuvo la valentía necesaria para expresar su desacuerdo. Estaba plenamente consciente de que no lograría ninguna diferencia al resistirse, sin embargo, era la primera vez que pensaba que era importante hacérselo saber.

"Tan solo eres una mujer que compré con mi dinero. ¿De verdad crees que tienes derecho a elegir?", exclamó él, apretando la mandíbula. ¡No podía creer la astucia que tenía esa mujer!

La intensidad de su voz ocasionó un visible estremecimiento en el cuerpo de la chica. Al notarlo, las cejas del hombre se levantaron levemente. ¿Cómo era capaz de fingir temor con tanta naturalidad? Mientras más se comportaba de esa manera, él se mostraba más decidido a enseñarle cuál era su lugar.

Brian subió a la cama y la agarró con fuerza, atrayéndola hacia él. Envolvió el cuerpo tembloroso de la chica con sus musculosos brazos, manteniéndola aún más cerca de él.

"¡Suélteme!", exclamó ella, tratando de apartarlo con todas sus fuerzas. No obstante, en comparación con él, ella era débil. Y, aun así, no quería rendirse tan fácilmente.

El hombre alzó una ceja y, con una sonrisa, le dijo: "¿Que te suelte? ¿Olvidaste que hoy es el día de nuestra boda? Nuestro matrimonio será consumado esta misma noche".

"¡No, por favor, no! ¡Señor Clark, por favor, déjeme!", pidió Ayla, sintiéndose muy humillada.

"Arlene, ¿me estás jodiendo? ¿Por qué te estás comportando como si fuese tu primera vez? ¿No crees que estás siendo hipócrita?", dijo el empresario, pensando que siendo ella la famosa chica de la familia Woodsen, haría cualquier cosa por dinero. Él sabía que mientras tuviese mucho dinero, ella no lo rechazaría.

No obstante, esa mujer frente a él no paraba de sorprenderlo.

"¡Ay! ¡Duele mucho! Por favor, basta..." La chica no podía dejar de gritar de dolor, una vez que ese hombre se puso entre sus piernas. Ahora ya no había vuelta atrás.

Brian la torturaría de todas las maneras posibles.

Ella debió haber pensado en eso antes de casarse, pero ya era demasiado tarde, y no tuvo escapatoria.

Sobre el colchón había quedado una mancha de sangre, al verla, el hombre preguntó: "¿Cuánto costó reparar el himen?".

Ayla se sintió completamente deshonrada. Sin embargo, debido a la debilidad que se apoderó de ella, ya no tenía fuerzas ni para pelear más contra él. De todas maneras, independientemente de lo que ella pudiese decir, él igual no le creería. Su objetivo era asegurarle que ella era realmente Arlene, así que, mientras él lo creyera, las cosas estarían bien.

¿Cómo podía negarle el derecho a consumar su matrimonio? Después de todo, de verdad estaban legalmente casados. Ella no podría admitir su verdadera identidad y decir que no era Arlene.

Por ello, decidió mantenerse en silencio sin decir una palabra.

"¡Lárgate! ¡Vete de esta habitación!", gritó Brian repentinamente, cuando ya había acabado. Él tenía preparadas dos habitaciones porque no quería que ella se quedara en su habitación; lo único que quería era humillarla.

La chica tembló de nuevo, de manera visible, ante sus órdenes. Antes de salir de la habitación, cubrió su cuerpo rápidamente con una sábana.

Esa noche, fue incapaz de cerrar los ojos; se desveló sentada en el piso, mirando hacia la ventana. ¿Tendría que afrontar esa clase de vida todos los días en el futuro?

Había perdido lo más preciado para una mujer, mediante las humillaciones de un hombre que ni siquiera la amaba.

A la mañana siguiente, Brian entró de golpe en la habitación, llevando un frasco de medicina en su mano, lo cual, le lanzó con brusquedad a la chica. "Tómate la medicina".

Él no quería que ella pudiese quedar embarazada, no todavía. Además, ella pertenecía a la familia Woodsen; odiaría que ella quedara embarazada con un bebé suyo.

A pesar de que Ayla no tenía ningún tipo de experiencia, sabía perfectamente para qué era la medicina.

Él tenía razón; era necesario hacerlo. Ella debía asistir a clases y continuar con su vida.

Al estar agachado frente a ella, el hombre pudo observar los moretones en sus brazos, ocasionados por él la noche anterior.

"No tienes permitido quedar embarazada sin mi autorización. ¡Por el bien de la familia Woodsen, será mejor que me hagas caso!", exclamó, para luego abrir el frasco y meter una pastilla directamente en la boca de la chica. No tenía agua, así que, la tuvo que tragar sin más.

De inmediato, sus ojos se llenaron de lágrimas.

"Prepárate, vamos a ir a un sitio", ordenó Brian, al tiempo que se sentaba sobre el sofá y sacaba un cigarrillo para fumarlo con elegancia.

Ayla se levantó, con un poco de esfuerzo, y dijo: "Pero yo no tengo ropa".

Muy por el contrario de su hermana, que tenía una cantidad enorme de ropa de marca, ella tan solo contaba con algo de ropa casual que usaba para el colegio. Además, no podía salir con su vestido de novia.

"Señora Clark, ahora estás casada conmigo, por ello, te proporcionaré todo lo que necesites", dijo él. Ahora Brian estaba completamente seguro de que la chica con la que se casó era Arlene, ya que ella le había pedido ropa en su segundo día de matrimonio.

Arlene llevaba un estilo de vida muy lujoso.

El sacó su celular e hizo una llamada. En solo 10 minutos, un montón de ropa de marcas famosas fueron enviadas a su habitación.

Ayla quedó estupefacta al ver frente a ella todo tipo de ropa y vestidos hechos con tela de excelente calidad. Al instante, se sintió atraída por todo eso, aunque no era una persona codiciosa.

Su elección fue un sencillo vestido blanco, y luego de tomarlo, se dirigió al baño. Brian la miraba sentado aún sobre el sofá. Al notar que ella había elegido el vestido blanco más sencillo, su ceño se frunció en señal de confusión. A veces, no lograba entender lo que pasaba por su mente.

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Ella era solo una sustituta2 Capítulo 2 Él odiaba su hipocresía3 Capítulo 3 Ella no tenía elección4 Capítulo 4 Comprometida5 Capítulo 5 Prometiéndole6 Capítulo 6 Dándole una oportunidad7 Capítulo 7 Haciéndolo enojar sin intención8 Capítulo 8 Tu hermoso rostro es tu fuerte9 Capítulo 9 Solo ella tenía permiso para estar enojada10 Capítulo 10 Él tenía otra mujer11 Capítulo 11 Molestándola descaradamente12 Capítulo 12 Todavía era el mismo Toby13 Capítulo 13 Manteniendo la dignidad14 Capítulo 14 Tratando de compensarlo a su manera15 Capítulo 15 Él tiene una prometida16 Capítulo 16 Su libertad17 Capítulo 17 Ella se doblegó una vez más18 Capítulo 18 Él quería conocerla realmente19 Capítulo 19 Hizo su mejor esfuerzo por verla20 Capítulo 20 Fingiendo que no había sucedido nada21 Capítulo 21 Paga el precio22 Capítulo 22 Ellas eran personas completamente distintas23 Capítulo 23 Ella es mi esposa24 Capítulo 24 Él controlaba su vida25 Capítulo 25 No llores más26 Capítulo 26 Él era su pesadilla27 Capítulo 27 ¿Qué más podía esperar ella 28 Capítulo 28 No tenía a dónde ir29 Capítulo 29 Por favor, ayúdame30 Capítulo 30 Ella estaba dispuesta a hacerlo31 Capítulo 31 Dejar de hacerle la vida miserable32 Capítulo 32 Deber de esposa33 Capítulo 33 Solo desprecio34 Capítulo 34 No puedo negarme35 Capítulo 35 Perdió el derecho a amarlo36 Capítulo 36 Tomar esa decisión por Lala37 Capítulo 37 No hay forma de escapar38 Capítulo 38 No quiere tener un hijo39 Capítulo 39 Hacerle pasar un mal rato40 Capítulo 40 Verdadera esposa41 Capítulo 41 Sentir pena por ella42 Capítulo 42 Él hace las cosas según su estado de ánimo43 Capítulo 43 Si ella es feliz, él lo será también44 Capítulo 44 Enamorarte de mí es la destrucción45 Capítulo 45 La invitación de boda46 Capítulo 46 Asistir a la boda de Toby47 Capítulo 47 Esconderse48 Capítulo 48 En el club49 Capítulo 49 Imposible pagar las deudas50 Capítulo 50 ¿Tienes fiebre 51 Capítulo 51 Él no hará una excepción52 Capítulo 52 No odia ese cambio53 Capítulo 53 Como su verdadera esposa54 Capítulo 54 Él jamás permitiría que sus deseos se hicieran realidad55 Capítulo 55 Olvídate de él56 Capítulo 56 Embarazada57 Capítulo 57 Me mentiste58 Capítulo 58 ¿Estás embarazada 59 Capítulo 59 Deshacerse del niño60 Capítulo 60 Último recurso61 Capítulo 61 Volver con él62 Capítulo 62 Aborto63 Capítulo 63 Ella quiere morir64 Capítulo 64 ¿Sigo estando viva 65 Capítulo 65 Ya todo debería haber terminado66 Capítulo 66 No merezco ser madre67 Capítulo 67 Muerta en vida68 Capítulo 68 No quería estar a su lado69 Capítulo 69 Embriagarse para dejar de sentir dolor70 Capítulo 70 Situaciones difíciles71 Capítulo 71 No me interesa lo más mínimo72 Capítulo 72 Su corazón adormecido y frío73 Capítulo 73 Esta vez, no hizo una escena74 Capítulo 74 La actitud presumida de Anna75 Capítulo 75 Tramando algo76 Capítulo 76 Un vaso de leche con pastillas para dormir77 Capítulo 77 Encontrarse de nuevo con Lucas por casualidad78 Capítulo 78 Olvidó su promesa79 Capítulo 79 ¿Por qué eres tan testaruda 80 Capítulo 80 ¿Plan o coincidencia 81 Capítulo 81 Confesión de amor82 Capítulo 82 ¡Eres el mismísimo demonio!83 Capítulo 83 Herido por Ayla84 Capítulo 84 No será sencillo morir85 Capítulo 85 Lala ha desaparecido86 Capítulo 86 Ayla, como un peón87 Capítulo 87 Otro problema88 Capítulo 88 Te será difícil sobrevivir89 Capítulo 89 Ella no quería ser su debilidad90 Capítulo 90 ¿Acaso Dios estaba jugando con ella 91 Capítulo 91 Lo pagó con su vida92 Capítulo 92 ¡Todo es tu culpa!93 Capítulo 93 Puedes elegir la vida que quieras94 Capítulo 94 Larga separación95 Capítulo 95 ¿Por qué no puedes olvidarlo 96 Capítulo 96 Amor incondicional97 Capítulo 97 No quiero verlo en este momento98 Capítulo 98 Puedo esperar99 Capítulo 99 Es imposible que sea Ayla100 Capítulo 100 Encuentro inesperado