icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Capítulo 8
Tu hermoso rostro es tu fuerte
Palabras:1004    |    Actualizado en: 06/01/2021

La fiebre alta de Ayla no bajó ni un poco, lo que preocupó a Maria. Aunque el señor Clark no le dio ninguna orden, la mujer no tuvo más opción que llamar al médico.

"Es necesario aplicarle una inyección para bajarle la fiebre. De lo contrario, podría contraer neumonía", dijo el médico mientras preparaba la inyección.

"¿La fiebre de la señora Clark, es muy grave?", preguntó la mujer. Esta se sentía ansiosa porque sabía que el señor Clark estaba de mal humor. Si algo le sucediera a la mujer con la que se acababa de casar, podría ponerse furioso.

"Bueno, es algo delicado. Ella está demasiado débil en este momento. Necesita tomar un buen descanso". El médico inyectó a la chica y después escribió la receta.

A pesar de que su temperatura bajó luego de recibir dicha inyección, aún estaba inconsciente.

Brian regresó casi a amanecer. Al entrar al pasillo, no encontró a nadie allí. "¡Maria!", gritó él.

"Señor, volvió", respondió ella desde su habitación.

El hombre refunfuñó, subió las escaleras y descubrió que su esposa seguía sin despertar. Rápidamente ordenó: "¡Envíala abajo! ¡Y limpia mi habitación!". Detestaba que otras personas tocaran sus pertenencias.

Maria y Ruben bajaron a la chica al primer piso y la llevaron a su habitación. Al día siguiente, cuando Ayla por fin recobró el sentido, era casi mediodía. Observó la habitación y recordó con lentitud lo que había pasado la noche anterior. Pero, ¿cómo regresó a su habitación? Se agarró la cabeza, sentía mucho dolor, y, una debilidad extrema en su cuerpo.

En ese momento, Maria abrió la puerta y entró. "¡Ah! Señora Clark, ya despertó. Entonces le traeré un poco de avena", expresó la mujer. Al rato, le llevó lo que prometió.

"Te agradezco, Maria. Gracias por cuidar de mí anoche", dijo la chica. De hecho, ella se encontraba más preocupada por las clases, que por su salud, puesto que si no recuperaba su fuerza, no podía ir a la escuela.

"No se preocupe, pero cuídese mucho en el futuro ¿Cómo puede bañarse con agua fría tan descuidadamente?", dijo Maria. Se había asustado mucho al ver que la chica tenía la fiebre tan alta.

Ayla sonrió con impotencia. "Está bien, lo tendré presente en el futuro", respondió.

Como pudo, se las arregló para ir a clases, a pesar de la debilidad, Lyle la llevó hasta la escuela.

Ella siempre había preferido sentarse en la primera fila, pero hoy eligió la última, ya que le daba temor afectar a otros estudiantes si continuaba tosiendo.

Sin embargo, la chica no pudo evitar escuchar los chismes sobre ella, sus compañeros de clase no paraban de hablar en voz baja.

"Vi que Ayla llegó en un auto lujoso esta mañana. Escuché que encontró un anciano millonario", expresó uno de sus compañeros.

"¿En serio? ¿Cómo puede ser tan desvergonzada como para acostarse con un viejo rico? Ella es muy bonita, sin embargo, resulta que también es una oportunista", dijo otro chico.

"¿Y de qué le sirve ser hermosa?", preguntó alguien en tono de burla. "¡Si no tienes dinero, tu hermoso rostro es tu fuerte!", contestó alguien más.

A la chica le impactó saber que sus compañeros de clase pensaran algo tan ruin de ella.

Como muchos estudiantes habían presenciado que ella había llegado en un lujoso auto el segundo día de la clase, le dedicaron miradas extrañas. Y debido a eso, era evidente que su futuro albergaba muchos rumores.

Ayla se sintió incómoda y sin apetito durante la hora del almuerzo, así que regresó a su dormitorio para descansar. Una de sus compañeras de cuarto, Veronica Keating, la vio acostada en la cama y notó que tenía el rostro pálido. Preocupada le preguntó: "Ayla, ¿te encuentras bien?".

"Sí, estoy bien. Solo que me sentía algo mareada. y vine a descansar", contestó Ayla sonriendo débilmente.

Veronica le sirvió un vaso de agua y le dijo; "Toma un poco de agua".

"Gracias", contestó la chica. Su compañera de cuarto siempre había sido muy cortés con ella.

"Veronica, no te preocupes por ella. Seguramente tuvo una noche difícil. Probablemente, esa es la razón por la que se siente exhausta", agregó Lisa Williams con desprecio. Odiaba a las mujeres que usaban su belleza para obtener cosas, como Ayla.

"Lisa, ¿cómo puedes decir una cosa así? Ayla está enferma", dijo Veronica mirando a Lisa.

Burlonamente, Lisa contestó "Claro, quién sabe qué tipo de enfermedad le transmitió ese hombre. Es una indiscreta, no le importa presumir su vida privada. Es mejor que no te acerques de ella". La chica soltó un bufido después de decir aquello y salió de la habitación.

Al notar que el rostro de Ayla palidecía aún más, Veronica se acercó a ella y la consoló: "Yo sí confío en ti. Sé que no eres ese tipo de persona".

"Gracias por creer en mí", respondió Ayla. Ella era introvertida y de pocos amigos. De hecho, nunca tuvo muchos en la escuela. Veronica era la única que hablaba con ella.

Brian bajó las escaleras cuando ya era mediodía. "¿Dónde está mi esposa, Maria?", preguntó.

"Ella se fue a la escuela", respondió la mujer con sinceridad.

"¿Qué?", espetó Brian, apretando la mandíbula. ¿Tenía fuerza suficiente para ir hoy a la escuela? ¿Había ido para ver a ese chico llamado Toby?

"Señor, la señora Clark se fue apurada esta mañana, y olvidó tomar su medicina. ¿Quiere que se la envíe?". preguntó Maria con cautela. Le atemorizaba que el Señor Clark estuviera molesto. Pero si la señora Clark no tomaba su medicina, podría volver a enfermarse.

"No", respondió Brian, haciendo un gesto de indiferencia con la mano. Ella ya tenía un hombre que cuidara de ella, así que no era necesario que recibiera más atención.

No esperaba que esa mujer se atreviera a romper las reglas una y otra vez. Hasta los momentos, él había sido bueno con ella. No obstante, ahora ya tenía suficiente y estaba harto.

"Pero, señor, la señora Clark...". Maria quería decir algo más, aunque se tragó el resto de la frase cuando Brian la miró.

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Ella era solo una sustituta2 Capítulo 2 Él odiaba su hipocresía3 Capítulo 3 Ella no tenía elección4 Capítulo 4 Comprometida5 Capítulo 5 Prometiéndole6 Capítulo 6 Dándole una oportunidad7 Capítulo 7 Haciéndolo enojar sin intención8 Capítulo 8 Tu hermoso rostro es tu fuerte9 Capítulo 9 Solo ella tenía permiso para estar enojada10 Capítulo 10 Él tenía otra mujer11 Capítulo 11 Molestándola descaradamente12 Capítulo 12 Todavía era el mismo Toby13 Capítulo 13 Manteniendo la dignidad14 Capítulo 14 Tratando de compensarlo a su manera15 Capítulo 15 Él tiene una prometida16 Capítulo 16 Su libertad17 Capítulo 17 Ella se doblegó una vez más18 Capítulo 18 Él quería conocerla realmente19 Capítulo 19 Hizo su mejor esfuerzo por verla20 Capítulo 20 Fingiendo que no había sucedido nada21 Capítulo 21 Paga el precio22 Capítulo 22 Ellas eran personas completamente distintas23 Capítulo 23 Ella es mi esposa24 Capítulo 24 Él controlaba su vida25 Capítulo 25 No llores más26 Capítulo 26 Él era su pesadilla27 Capítulo 27 ¿Qué más podía esperar ella 28 Capítulo 28 No tenía a dónde ir29 Capítulo 29 Por favor, ayúdame30 Capítulo 30 Ella estaba dispuesta a hacerlo31 Capítulo 31 Dejar de hacerle la vida miserable32 Capítulo 32 Deber de esposa33 Capítulo 33 Solo desprecio34 Capítulo 34 No puedo negarme35 Capítulo 35 Perdió el derecho a amarlo36 Capítulo 36 Tomar esa decisión por Lala37 Capítulo 37 No hay forma de escapar38 Capítulo 38 No quiere tener un hijo39 Capítulo 39 Hacerle pasar un mal rato40 Capítulo 40 Verdadera esposa41 Capítulo 41 Sentir pena por ella42 Capítulo 42 Él hace las cosas según su estado de ánimo43 Capítulo 43 Si ella es feliz, él lo será también44 Capítulo 44 Enamorarte de mí es la destrucción45 Capítulo 45 La invitación de boda46 Capítulo 46 Asistir a la boda de Toby47 Capítulo 47 Esconderse48 Capítulo 48 En el club49 Capítulo 49 Imposible pagar las deudas50 Capítulo 50 ¿Tienes fiebre 51 Capítulo 51 Él no hará una excepción52 Capítulo 52 No odia ese cambio53 Capítulo 53 Como su verdadera esposa54 Capítulo 54 Él jamás permitiría que sus deseos se hicieran realidad55 Capítulo 55 Olvídate de él56 Capítulo 56 Embarazada57 Capítulo 57 Me mentiste58 Capítulo 58 ¿Estás embarazada 59 Capítulo 59 Deshacerse del niño60 Capítulo 60 Último recurso61 Capítulo 61 Volver con él62 Capítulo 62 Aborto63 Capítulo 63 Ella quiere morir64 Capítulo 64 ¿Sigo estando viva 65 Capítulo 65 Ya todo debería haber terminado66 Capítulo 66 No merezco ser madre67 Capítulo 67 Muerta en vida68 Capítulo 68 No quería estar a su lado69 Capítulo 69 Embriagarse para dejar de sentir dolor70 Capítulo 70 Situaciones difíciles71 Capítulo 71 No me interesa lo más mínimo72 Capítulo 72 Su corazón adormecido y frío73 Capítulo 73 Esta vez, no hizo una escena74 Capítulo 74 La actitud presumida de Anna75 Capítulo 75 Tramando algo76 Capítulo 76 Un vaso de leche con pastillas para dormir77 Capítulo 77 Encontrarse de nuevo con Lucas por casualidad78 Capítulo 78 Olvidó su promesa79 Capítulo 79 ¿Por qué eres tan testaruda 80 Capítulo 80 ¿Plan o coincidencia 81 Capítulo 81 Confesión de amor82 Capítulo 82 ¡Eres el mismísimo demonio!83 Capítulo 83 Herido por Ayla84 Capítulo 84 No será sencillo morir85 Capítulo 85 Lala ha desaparecido86 Capítulo 86 Ayla, como un peón87 Capítulo 87 Otro problema88 Capítulo 88 Te será difícil sobrevivir89 Capítulo 89 Ella no quería ser su debilidad90 Capítulo 90 ¿Acaso Dios estaba jugando con ella 91 Capítulo 91 Lo pagó con su vida92 Capítulo 92 ¡Todo es tu culpa!93 Capítulo 93 Puedes elegir la vida que quieras94 Capítulo 94 Larga separación95 Capítulo 95 ¿Por qué no puedes olvidarlo 96 Capítulo 96 Amor incondicional97 Capítulo 97 No quiero verlo en este momento98 Capítulo 98 Puedo esperar99 Capítulo 99 Es imposible que sea Ayla100 Capítulo 100 Encuentro inesperado