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Capítulo 4
Determinación
Palabras:1185    |    Actualizado en:10/02/2023

Deanna quedó desconcertada durante unos segundos y estuvo a punto de gritar de miedo.

En ese momento, un familiar olor a cigarrillo inundó sus fosas nasales.

¡Al parecer era Dario! "¿Dario?", preguntó titubeante.

El hombre, sin embargo, no pronunció una palabra. Sus grandes manos la sujetaron por la cintura con tanta fuerza que casi la asfixia.

Deanna luchó e intentó liberarse de su agarre, pero no tuvo éxito.

Estaba demasiado oscuro en la habitación privada para verlo con claridad, pero fingió mantener la calma. "¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame!", susurró la mujer con una voz seductora que cualquier hombre encontraría irresistible.

"¿Tienes miedo?", se burló Dario.

Deanna cerró los ojos y respiró aliviada.

¡Estaba segura de que era él!

"¿Por qué tendría miedo? Supongo que eres tú el que está nervioso", refutó.

Deanna se estremeció cuando él la empujó contra la fría pared.

"¿Qué te hace pensar que estaría nervioso?". Cuando él habló, el calor de su aliento acarició la piel expuesta del cuello, provocándole un hormigueo eléctrico que se extendió por todo su cuerpo.

La mujer, sin poder evitarlo, se estremeció. "Si no fuera así, ¿por qué entonces me arrastraste hasta este lugar oculto? ¿Qué pretendes hacer?".

"¿Qué crees que haría un hombre con una mujer aquí?".

Mientras hablaba, la mano de Dario se deslizó lentamente por su espalda. El toque de su palma se filtró en su piel, encendiendo una chispa de pasión dentro de ella.

Un ligero gemido de deseo escapó de su boca. "¿Quieres hacerlo en un sitio como este?".

"No creo que a una zorra como tú le importe dónde tenemos sexo", se burló.

El cuerpo de Deanna se congeló por la indignación, pero rápidamente recuperó la compostura y continuó pensando en los objetivos de su venganza.

Envolvió sus brazos alrededor de su cuello y susurró: "Dario, creo que estás tan excitado como yo. Solo finges hablar con seriedad cuando lo único que quieres hacer es tenerme ahora mismo".

En ese instante, el teléfono de la mujer vibró en su bolso, que había olvidado de cerrar.

En el interior, vio el nombre de Garrett parpadeando en la pantalla.

¡Tenía que contestar! Después de todo, todavía necesitaba su ayuda para descubrir la verdad sobre la muerte de sus padres.

"Lo siento, tengo que atender esta llamada".

Ella rápidamente respondió: "Garrett, estoy en el baño. ¡Estaré ahí pronto! Adiós".

Para cuando ella colgó el teléfono, Dario ya la había soltado.

"Bueno, entonces adiós".

Su voz sonaba tan fría como un témpano en la oscuridad.

Sin decir nada más, abrió la puerta y se fue.

"¡Dario!", Deanna lo llamó y caminó hacia la puerta, pero él ya había desaparecido.

Sin embargo, ella no se molestó en perseguirlo. Lo único que tenía que hacer era conseguir un trabajo en su compañía. De esa manera, tendría muchas oportunidades de acercarse a él.

La mujer inhaló profundamente varias veces para controlar su respiración agitada y salió por fin de la habitación.

Dario, por su parte, había regresado a su asiento. Un cigarrillo medio encendido descansaba entre sus dedos mientras volutas de humo flotaban a su alrededor. Sus agudos ojos miraban a lo lejos.

Jeannie permanecía sentada a su lado y le hablaba con ánimo, pero él lucía frío y distante. Como si su mente estuviera en otro lado, con otra mujer.

Mientras caminaba, Deanna no podía dejar de recordar cómo Dario le envolvió la cintura rodeándola con sus fuertes brazos. Esa imagen provocó una sonrisa involuntaria en sus labios. Sin embargo, sacudió la cabeza para descartar esos pensamientos y fue a buscar a Garrett.

Pero, inesperadamente, se encontró con alguien: Bruce Prescott, el mejor amigo de su padre.

Ella lo vio charlando felizmente junto a su tío Vernon, a poca distancia.

Deanna estaba un poco sorprendida de verlo, porque Bruce generalmente vivía en el extranjero. ¿Qué estaba haciendo allí justo ahora?

Después de un momento de vacilación, decidió acercarse a los dos hombres.

"¡Señor Prescott, qué sorpresa! No esperaba verlo por aquí", exclamó con entusiasmo y educación.

Una expresión de asombro apareció en el rostro del hombre y, de inmediato, enrojeció de vergüenza.

"Deanna, ¿cuándo regresaste?".

"Llegué de vuelta a la ciudad desde hace un tiempo. No tenía idea de que conocía a mi tío. De hecho, ¡el círculo empresarial es un mundo muy pequeño!".

Vernon soltó una risa antes de comentar: "Bruce es un hombre de negocios bastante exitoso. También es uno de los accionistas de Yonder, deberíamos confiar en su ayuda para colaborar con el éxito de la compañía".

Bruce respondió sonriendo: "¡Jeannie se va a casar con el señor Archer muy pronto! No necesitan de mi ayuda en absoluto".

Deanna forzó también una sonrisa hacia él.

A juzgar por la expresión de Bruce apenas la vio, ella tuvo la plena sospecha de que él debía saber algo.

De modo que ahora más que nunca estaba decidida a trabajar en Yonder como sea.

"Es bueno tener más amigos a disposición. Mi tío ha dirigido el Grupo Miller durante los últimos años, desde la muerte de mis padres". La mujer hizo una pausa significativa antes de continuar. "Él necesita la ayuda de personas exitosas como usted, señor Prescott".

"Mi sobrina tiene toda la razón, por supuesto".

Vernon levantó su copa y la chocó contra la de Bruce, a modo de brindis. En ese momento, Deanna vio a Garrett buscándola.

"Bueno, fue todo un gusto encontrarlos. Ahora los dejo, mi amigo me está buscando".

Dicho eso, caminó hacia Garrett pavoneándose.

"¿Ya terminaste?", le preguntó ella.

"¡Sí! ¿Y tú? ¿Encontraste algo?", quiso saber él.

El ambiente alrededor era demasiado ruidoso, así que Garrett se inclinó más cerca de ella y parecían tener una relación íntima.

Dario observaba todo desde lejos. La expresión de su rostro se oscureció cuando apagó el cigarrillo y se levantó de un salto.

"¿Adónde vas?", preguntó Jeannie con curiosidad.

"Tengo que lidiar con algo".

Sin molestarse en darle más explicaciones o siquiera mirarla, el hombre se fue.

Deanna se dio la vuelta y vio la figura de Dario que se alejaba a toda prisa.

Ella sintió que había perdido todo interés al instante.

"Mi tío ha vuelto. Tengo que regresar a casa temprano hoy".

"Bueno, te llevo. Yo ya terminé".

"No, gracias. No es necesario. Tampoco quiero que descubran quién eres ni que puedan sospechar algo".

Deanna se despidió con la mano y empujó la puerta giratoria.

Mientras salía, su mirada se posó en el auto negro que estaba a punto de partir.

¡Era el coche de Dario!

Después de dudarlo unos segundos, salió corriendo y detuvo el vehículo parada delante de este.

"Dario, ¿puedes llevarme a casa?", le pidió.

La mandíbula del hombre se tensó y su rostro pareció ensombrecerse.

"¡Evítala y acelera!", ordenó desde el asiento trasero.

El conductor presionó la palanca de acelerado y, con un rugido, dio marcha atrás al auto antes de pasar a toda velocidad junto a la mujer.

Ella se quedó atónita, mientras los humos dejados por el coche volaban hacia su rostro.

La ira ardió dentro de sus venas como fuego.

Deanna, sintiendo cómo la indignación le daba un mayor impulso, estaba totalmente decidida a atraparlo.

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1 Capítulo 1 Como el fuego2 Capítulo 2 Rival en el amor3 Capítulo 3 La fiesta4 Capítulo 4 Determinación5 Capítulo 5 Entrevista6 Capítulo 6 Codicia7 Capítulo 7 Una tarea personal8 Capítulo 8 Vamos a casarnos9 Capítulo 9 Ella no tuvo la oportunidad de disfrutarlo10 Capítulo 10 Ayuda11 Capítulo 11 No te creas tan especial12 Capítulo 12 Renuncia13 Capítulo 13 Nadie te va a ayudar14 Capítulo 14 Tacones altos15 Capítulo 15 Haciéndose el desentendido16 Capítulo 16 Quién soy yo para ti17 Capítulo 17 Rumores18 Capítulo 18 Transferencia de trabajo19 Capítulo 19 Más atención20 Capítulo 20 Confesión21 Capítulo 21 Saltar del acantilado22 Capítulo 22 Ya está lleno23 Capítulo 23 Casarse24 Capítulo 24 Que espere25 Capítulo 25 Satisfacerte26 Capítulo 26 Él me gusta27 Capítulo 27 Una mascota28 Capítulo 28 La verdadera identidad de Decker29 Capítulo 29 Sé mi novia30 Capítulo 30 Una forma de escapar31 Capítulo 31 Tortura32 Capítulo 32 La amante33 Capítulo 33 Sinceridad en el trato34 Capítulo 34 Una pareja perfecta35 Capítulo 35 Salvándolo36 Capítulo 36 El señor Archer es mejor37 Capítulo 37 Parte de su familia38 Capítulo 38 Acepto39 Capítulo 39 Me están incriminando40 Capítulo 40 Una cena de celebración41 Capítulo 41 Persuasión42 Capítulo 42 Mis habilidades y capacidades43 Capítulo 43 Es muy ambiciosa44 Capítulo 44 Sin miedo a la muerte45 Capítulo 45 Todo es mi culpa46 Capítulo 46 Te amo47 Capítulo 47 El encuentro inesperado48 Capítulo 48 La cena en la familia Miller49 Capítulo 49 ¡Solo yo te amo con todo mi corazón!50 Capítulo 50 Chismes51 Capítulo 51 Autocontrol52 Capítulo 52 Aléjate de mí53 Capítulo 53 Tal y como quieres54 Capítulo 54 Mejor pareja55 Capítulo 55 Consulta divina56 Capítulo 56 Ira57 Capítulo 57 Ella se va58 Capítulo 58 Sin corazón y desagradecida59 Capítulo 59 Admite tu error60 Capítulo 60 Te lo mereces61 Capítulo 61 Una cita a ciegas62 Capítulo 62 El regreso de Dewey63 Capítulo 63 Confianza64 Capítulo 64 Deanna no está65 Capítulo 65 El golpe66 Capítulo 66 Persuadiéndola para que se tomara la medicina67 Capítulo 67 Tú no me amas68 Capítulo 68 Confesión69 Capítulo 69 Me casaré contigo70 Capítulo 70 Estamos saliendo71 Capítulo 71 Le gustas72 Capítulo 72 Regalo de disculpa73 Capítulo 73 Dote74 Capítulo 74 Dario me enseñó bien75 Capítulo 75 El testamento76 Capítulo 76 Celoso77 Capítulo 77 Principal sospechosa78 Capítulo 78 Tendencias79 Capítulo 79 Ayudarla80 Capítulo 80 Humillación81 Capítulo 81 Verse con Vance82 Capítulo 82 La paliza83 Capítulo 83 Usarse el uno al otro84 Capítulo 84 Enséñale una lección85 Capítulo 85 Premio86 Capítulo 86 Tu noviecita87 Capítulo 87 Documentos clasificados88 Capítulo 88 Resuélvelo en privado89 Capítulo 89 Promiscua90 Capítulo 90 Demandarlo91 Capítulo 91 Citación judicial92 Capítulo 92 La sesión del tribunal93 Capítulo 93 Perder94 Capítulo 94 Una disculpa95 Capítulo 95 Desaparición96 Capítulo 96 Gracias por cuidarla97 Capítulo 97 Te extrañé demasiado98 Capítulo 98 Ella no es adecuada para ti99 Capítulo 99 Una condición: tú y yo nos casamos100 Capítulo 100 Una cita