"¿Qué?".

El cuerpo de Deanna reaccionó más rápido que su cerebro. Miró primero los documentos en sus brazos y luego a Dario.

"Este archivo contiene toda la información que necesitas. ¿Eres feliz ahora?". El hombre se apoyó contra el auto casualmente y encendió un cigarrillo.

"Sé que te acercaste a mí porque querías averiguar la causa de la muerte de tus padres, ¿no?". Tiró la ceniza de su cigarrillo en el suelo y la miró fijamente antes de continuar. "Ya que elegiste estar conmigo, te ayudaré".

Como Dario habló sin rodeos y dejó todo claro, Deanna no quería negarlo.

Ella sonrió e inmediatamente revisó los documentos.

Pensaba que la información podría ser útil. Sin embargo, sintió una sombra de desolación en su corazón al ver que la información solo era superficial.

¿Acaso Dario creía que ella no sabía nada al respecto?

"Te creo, por supuesto. Pero no es necesario que te burles de mí con esto", dijo Deanna cerrando la carpeta.

"No te molestaste en negar tu verdadero propósito, ¿verdad?".

A ninguna persona le gustaba descubrir que era usada como una pieza en el juego de otro, y Dario no era la excepción.

Al principio, él había pensado que Deanna estaba obsesionada con él por sus encantos.