"¡Deanna! ¡Deanna!".

"¿Qué?".

Tan pronto como Deanna entró al baño, escuchó una voz ansiosa, y frunciendo el ceño, se dio la vuelta. Su antigua colega, Erica Welch, corría hacia ella.

Al verle el rostro enrojecido, Deanna quedó confundida. "¿Qué pasó? ¿Por qué tienes tanta prisa?".

"No te preocupes por mí. Vine a contarte algo...". Dicho eso, Erica tragó saliva y respiró hondo para calmarse. "Hasta donde yo sé, nuestro jefe y su tío no se llevan bien. Pues fue su tío quien te transfirió a otro departamento. Oye, tienes que tener cuidado; ese señor puede causarte problemas". Con los ojos aguados, Erica le agarró la mano fuertemente.

"Pero no te preocupes demasiado. El señor Archer debe haber hecho esto para evitar sospechas, y por eso te asignó que trabajaras para el señor Prescott. ¡Él todavía te quiere!", agregó, poniéndose más emocional.

"Gracias, Erica. Lo tendré en mente", replicó Deanna, respondiendo su gesto con un apretón de manos.

Erica siempre apoyó su relación con Dario, así que ella le creía su sinceridad.