La revancha definitiva de la esposa sacrificada
ndolos detrás de mi espalda. Mi claustrofobia, ya una bestia implacable, rugió a la vida. Las paredes de la habitación, una vez simplemente un telón
cante. Alina, pequeña y aterrorizada, aferrándose a mí, su respiración entrecortada en sollozos irregulares. Nuestro secuestro i
do, me había calmado, me había prometido que nunca dejaría que algo así me volviera a pasar. Había prometido se
o; había encarcelado mi memoria, mi confianza, mi alma misma. Había usado mi vulnerabilidad, la parte más sagrada de mi pas
unto a un personal silencioso y aterrorizado, y me metieron en una habitación pequeña y estéril en un ala apartada de la mansión. L
, carcomiendo mi cordura. Caminé, grité, rogué, supliqué. Luché contra las paredes invisibles que
arte, su legado. No dejaría que ganaran. Lucharía por ella. Luc
nó desde altavoces invisibles incrustados en la pared. La voz de Conrado. Fría, distante, completam
Cada grito, cada lágrima, cada momento de mi lucha aterrorizada. Había sido testigo
a un sádico. Un manipulador cruel y calculador que se de
los sangraron. El dolor era un latido sordo en comparación con la agonía en mi corazón. Me había despojado de todo, h
zó por los bordes. Colapsé, los últim
paredes blancas y estériles un contraste discordante con el lujoso confinamie
hilos. Está arreglando que se vaya discretamente. -Era el nombre de Jime
personal organizará el transporte a casa. Cuida tu salud". No "nuestra" casa. Mi salud. Ninguna preocupación por mi trauma, m
marga escapando de mis labi
o de noticias. "Jimena de la Torre, la enigmática artista 'Eclipse', hará s
l último día en que mi divorcio se finalizaba por completo, liberándome de Conrado. La fecha que habí
azo, las llamadas frenéticas de la enfermera. Tenía que
rtado, y tomé el primer taxi que vi. -Lléveme a la Haciend
n timbre familiar y
tranquila, sere
dice que dejaste el hospital sin ser dada de alta. ¿Estás bien? -Sonaba menos preocupado y más molesto por la interrupción de su día
rado -dije, un matiz peligroso
Tenemos mucho control de daños que hacer. Necesitas mantenerte fuera del ojo público. Por un tiempo. Por el bien de la famil
ar una gran impresión. ¿Un frente unido, dices? Oh, estaremos unidos, Conrado. Más unidos de lo qu
utamente no puedes! Es un evento crítico para la reputación de la familia. Necesi
escapando-. Ya verás, Conrado. Estás a punto
de una resolución feroz y ardiente. Miré al taxista. -Más r
ón en vivo de la fiesta de compromiso de Jimena. La pantalla se llenó de una multitud brillante, una Jimena jubilos
os de forma remota esta noche! ¡La siempre obediente y solidaria señora Jazmín Rivas de de la Torre, que desafortunadamente se ha sentido indispuesta últimamente, pero ha decidido valientemente
s, de espectadores. Miré directamente a la cámara, mi rostro pálido pero resuelto. -Muchas gracias por invitarme -dije, mi voz clara y firme-.
mis labios-, quiero ofrecer mis más profundas condolencias a Jimena. Sus recientes problemas, y las difíciles circunstancias que la rodean, son verdaderamente desafortunados. -Mi tono estaba
os en la pantalla, especialmente el de Conrado, quedaron cong
s-. Así que, Conrado, te estoy entregando públicamente a Jimena. Ella siempre fue tu verdadero amor, ¿no es así? Tu preciosa Jimena, por quien sacrificarías cualquier cosa. Incluso a tu esposa. -Hice una pausa,