El Contraataque del Multimillonario Disfrazado
Autor: Rickie Appiah
GéneroModerno
El Contraataque del Multimillonario Disfrazado
"Trevor, si conoces la vergüenza, ¡lárgate de aquí! Todo en este lugar es de lujo, incluida la lencería. El bolso Hermès cuesta cincuenta mil dólares, y este suéter de Canalé, otros treinta mil. ¡Ni que le laves la ropa al equipo de baloncesto durante toda tu vida podrías pagar una sola prenda!".
La voz de Dennis sonaba llena de sarcasmo, al tiempo que señalaba los artículos que se exhibían en la tienda.
Por su lado, Trevor murmuró con una voz que solo él mismo podía oír.
"Sí, solía ser pobre, ¡pero ahora tengo cien millones de dólares en mi cuenta bancaria! ¡Ja! Dennis, tú eres el miserable perdedor ahora, no yo".
Luego, él espetó, "Dices que no podría pagar nada aquí, ¿eh? ¡Tendré que darte una lección!".
Luego, se volvió hacia la dependiente, "Disculpe, señorita, me gustaría comprar este perfume".
"¿Ahora pretendes fingir tener dinero? Por Dios, he visto a muchos pobres diablos como tú que vienen a tiendas de este estilo a jugar a ser ricos. Este perfume es la edición limitada más codiciada de Hermès, ¡vale más de trescientos mil dólares! ¡Creo que ni vendiendo tus órganos podrías permitirte comprarlo!".
¡Hasta la vendedora estaba siendo grosera con Trevor!
En lugar de tratarlo como a un cliente normal, lo trató como si fuera un mendigo.
"¡Por favor, empáquelo con cuidado! Pagaré con tarjeta".
dijo él, entregándole su tarjeta a la mujer, que dudó por un segundo antes de agarrarla y caminar hacia la caja.
"Trevor, tú eres un simple recolector de basura. ¿Por qué estás tan obsesionado con fingir ser millonario?
Guardias, este hombre está tratando de crear problemas. ¡Si no puede pagar por el producto, les sugiero que le rompan las piernas y lo saquen a patadas de aquí!".
En ese instante, los ojos de Sylvia se llenaron de desprecio cuando vio que Trevor se atrevía a refutarla una y otra vez.
Se alegraba de no haberlo elegido, de lo contrario, también estaría enfrentándose a esa humillación.
Ante la conmoción, todos en la tienda, incluyendo el personal, se voltearon para mirar hacia la escena.
Allí, los guardias de seguridad estaban de pie junto a la puerta con un palo de goma en sus manos, listos para golpear a Trevor en el momento indicado.
De repente, el sonido de la caja registradora les indicó a los presentes que el pago había sido exitoso.
Sosteniendo la tarjeta en su mano, la vendedora estaba atónita.
Por supuesto, Trevor se acababa de convertir en el foco de atención de todos, quienes se preguntaban qué clase de persona sería capaz de gastarse trescientos mil dólares así de fácil.
Sin perder tiempo, la dependienta empacó el frasco de perfume, y se lo entregó a Trevor con una sonrisa mientras enderezaba su postura, haciendo que sus grandes pechos casi se le salieran de la camisa, lo que provocó que el chico se sonrojara.
Agarrando su tarjeta y su nuevo perfume, Trevor se obligó a apartar la mirada de la mujer para retirarse lentamente.
Si bien el cambio en la actitud de la vendedora le hizo darse cuenta de los poderes del dinero, también era cierto que se había molestado mucho.
A su vez, Dennis y Sylvia también se sorprendieron.
Conocían muy bien a Trevor y sabían que tenía problemas para pagar sus gastos porque solo conseguía trabajos de medio turno asignados por la escuela.
Siendo ese el caso, ¿cómo podía un sujeto como él pagar trescientos mil dólares?