Su Profecía, el Espíritu Destrozado de Ella
ke
i espíritu inquieto. Pero hoy, no ofrecía consuelo. Mi mente seguía divagando, reproduciendo el rostro furioso de Am
stá fragmentado. La energía a tu alrededor está perturbada. -Señaló mi teléfono, que había estado aga
te en busca de respuestas de Amelia. Pero no había ninguna. Mi último mensaje, una notificación escueta de su alta y mi «bendición»
ré, inclinando la cabeza-.
camino rara vez es fácil, hijo mío. El universo nos pone a p
cansada, pero radiante. Ella era la indicada. La destinada. La madre de mis herederos. Entonces, ¿por qué sentía esta persis
voz suave, preocupada-. ¿Está
as. -Solo contemplando la sabiduría del Maestro, querida. El camino
ia era un problema, una fuente de energía negativa, ahora afortunadamente eliminada a través de una limpieza necesaria (aunque quizás
mara. Ximena pareció nerviosa, tratando de callarlo, pero sus llantos solo se hicieron m
ron lentamente. Miré su rostro, tan inocente, tan pequeño. Era un Garza, mi hijo. Sin embargo, un pensamiento extraño, no invitado e inoportuno, se deslizó
pensamiento. ¿Qué estaba pensando? Es
ijo que podría llevarse algunas de tus pertenencias personales. Cosas preciosas. Por despecho, supongo. Acabo de recordarlo. Espero que
se iría de verdad. No Amelia. Estaba agradecida, dependiente. Me amaba. Simplemente estaba desquitándose porque no podía aceptar la vo
Inmediatamente llamé al administrador de mi finca-. No permitan que Amelia entre en l
, la guiaría suavemente de regreso a su lugar, y quizás, eventualmente, incluso se le podría permitir ense
buscando bendiciones. Incluso le pedí al Maestro que consagrara un amuleto especial, un pequeño e intrincado relicario, para Amelia. Una muestra de perdón, una invitación silenciosa
ndo. Incluso estaba preparado para pasar por alto su arrebato violento. Después de todo
eléfono, esperando una ráfaga de mensajes desesperados, quizás incluso un mensaje de voz lloroso.
entino e inexplicable apoderándose de mí.