La Selección
as seleccionadas: pantalones negros, camisa blanc
jos bajos desgastados. Pensé que más valía dejar cla
su provincia de origen, y a mí la mía no me hacía ninguna ilusión. Toda aquella gente allí mirándome, y yo de pie como una tonta.
que estaba embarazada y cansada. Kota también vino, aunque su presencia no hizo más que añadir tensión. En el camino de casa h
ar la cabeza, y en el
testada plaza aún íbamos de la mano. Daba la impresión de que toda la provincia de Carolina había acudido a despedir
mirada. Tenile Digger era una Siete, y me lanzaba besos. La gente de las castas superiores me miraba como si les hubiera robado algo
ara aquellas personas, como si repre
da a hacerlo bien. Sería la mejor de mi grupo: la heroína de la plebe. Aque
un discurso llen
bella hija de Magda y de Shalo
ó y me vitoreó. Alg
aludando con la mano, y luego volví a escrutar a la
estaba preciosa, pero se había mostrado aún más distante y reservado que en la casa del árbol. Habíamos
ña
tré, y de inmediato deseé no haberlo hecho. Aspen estaba allí de pie, con Brenn
que podía olvidar de
e no se parecía en nada a mí. Tal vez ella se quedara con la boda y la vida que
Ella le sonrió y luego fue
er y le cubría de besos una vez por semana. Tal vez todo el resto del tiempo del que no me hablaba durante
do furiosa com
lo había visto. Me volqué con aquellos rostros entregados. Volví a lucir mi mejor sonrisa y me puse a
iba a apr
e merece a America Singer, nuestra hija
pequeña banda tocó
De pronto me encontré al
decir alg
cir que no sin p
tan impresionada qu
re las suyas-. No te preocupes. Yo me ocuparé de todo. Ya
ente que era muy inteligente y atractiva, para ser una Cinco. No parecía un mal tipo, pero a
lo estaba pasando mal. Su expresión era el extremo opuesto a la que le había visto
do el mundo aplaudió, como si aquel hombr
al, me indicó que me despidiera con calma pero sin extenderme, y que lu
enos sutilidad, me pidió que le hablara de sus creaciones al prín
staba l
. ¿Qué voy a hace
cupes. Volv
más guapa de toda Illé
o necesitaba una esposa con la que hablar, sino solo una que fuera guapa. Me estremecí, considerando la posibil
a Kenna con aquella barr
poco conocía tanto, también m
ano. Estoy segura de que se te dará de f
mbargado por la tristeza, y se lanzó h
iero,
ero. No estés tris
enía ni idea de que se lo fuese a tomar así. Era justo lo contrari
vas a ser la pr
Ocho y quedarme con vosotros. T
, y luego le llegó el turno a papá,
dije, y me dejé cae
o pierdas, para mí sie
erior todo mi miedo, mi tristeza, la preocupación, los nervios... Precisamen
escartaban y tenía que volver a casa,
n ejército de guardias, pero no podía imaginar un lugar más seguro que
iz. Pórtate bien. Sonríe. Mantennos informados. ¡Hija mí
era dicho que para ella ya era especial, como lo era para mi padre. Pero supuse que ella nun
¿está lista?
la multitud, y enseguida
estoy
e blanco. Ya estaba. Eché a caminar hac
Me
onocido aquella voz
mer
partando a la multitud. La gente protestaba
ojos se e
rostro. ¿Preocupación? ¿Arrepentimiento? Fuera lo q
ante de los j
a -me indicó Mitsy, al
similar que me iban a llama
riño -dijo
llevaron
Romance
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Moderno