La Selección
legué antes que Aspen
a llevar, pero lo conseguí. Estaba recolocando los plato
Bu
para la ocasión. Él cruzó la casa del árbol para darme un beso y, al mo
de las inscripciones
me dijo que estab
¡Deberías haber visto có
razón. Hay gente mucho más interesante que yo en Caroli
-dijo, sin apartar su mirada. Ni siquiera se había molestado en echar
o tenía ni idea de que ya te lo había pr
encidas de que la suya sería la elegida para la Selección. Había cantado en nada menos que siete celebraciones. Incluso una
é? -preguntó Aspen, c
uesto. ¡Mira, te he
a para él, y llevaba días horneando pastitas. De todos modos, May y yo sufríamos de una terrible ad
es tod
o yo misma -dije, h
la cama con el estómago lleno. Pero su sonrisa s
, ¿pas
udió la cabeza y apartó
quiere
que cuidarte. Me resulta humillante venir
mpre te trai
ta? No pasa nada por que me quede con algo que tú
s constantemente. Teng
, es una buena idea? En serio, America, ¿no te das cuenta? Odio la
¡Todo lo mío es tuyo! -sabía que teníamos que ir con cuidad
Soy un hombre. Se supone que
o esta vez había algo diferente en su mirada. En lugar de irse centrando, se le veía más y más confundido. Mi rabia
quiero
eó la
o, America -pero no
y se lo puse en la mano. Tenía demasi
tu orgullo. Pensé
echo todo esto por mí. Es solo que... no sabes cuánto me m
siguió comiendo
juntos, yo no soy una Cinco y tú no eres un Seis. Somos simple
han nacido para servir» y que «los Seises deben pasar desapercibidos». Toda mi vida, he aprendido a ser invisible -me agarró la m
toy preparada. No sé cómo decírtelo más claro -le puse la mano sobre el co
nde llegaban mis sentimientos. Él sabía lo que le estaba diciendo. Pero si pone
de una duda, estaba perdiendo el tiempo. Aspen
N
Qu
ella palabra me cay
As
pasó los dedos por entre el cabello otra vez, como si estuviera inten
s de decirme q
alguien como yo. No soporto la idea de que llegue a verte
No podía ser. Pero antes de que pudiera pedirle que lo r
..., adó
. Siento haberte hecho
ab
Qu
lveré por aquí nunca
lágrimas en los ojos-. Hablemo
pero no estoy enfadado contigo. Es simpl
, por
me besó -un beso de v
amos, con todas esas reglas que hacían que nos tuviéramos que ocultar, no pude
viosa por la Selección. Quise llorar mil veces, pero me contuve. Solo tenía ganas de que llegara el viernes, para que e
; toda la familia tenía una relación próxima con la suya. Sabía que Aspen estaría pensando en mí igual que yo pensaba en él. Estaba segura de que se presentaría por allí antes de que acabara el programa, par
perfectamente. En mi imagina
ábamos todos preparados. Estaba segura de que no éramos los
de el principio que iba a conseguirlo -dijo mamá, que est
en el sorteo, mamá
ños para la edad mínima. Pero tuve mu
a papá. Vaya. Debía de
que había tenido un gesto d
tan guapa, y tan lista... Cada vez que la veo en la t
reina -me limi
, acompañado de la versión instrumental del himno. ¿Podía ser que est
l resto de los comunicados también fueron cortos. Daba la impresión de que todo el
ventos y presentó a Gavril, que se d
s, majestad -
placer -repuso el rey,
ando el
ientras se extraían algunos de los n
¿ya sabe
unas, sol
re esa información con
irigiéndo
ue todos los demás -respondió el príncipe.
de que me sud
igiéndose esta vez a la reina-,
endrían las otras chicas de su Selección, pero no podía ima
na, pase lo que pase, su vida cambiará para siempre. Y un
mbres de las treinta y cinco jóvenes elegidas para la Selección. ¡Damas y cab
una pequeña ventana con la cara de Maxon, para ver sus reacciones a medida que aparecían l
bres de las chicas cuyo mundo, tal como había dicho la reina, estaba a pun
ayna Stoles, de
a foto de una chica menud
ama. A Maxon se le
iona Castley,
ojos provocadores. Quizá de mi edad
má y May, que es
arece que
rica Singer, de
me de que Aspen estaba ahorrando para casarse conmigo. Estaba radiante, esperanzada, hermosa. Tenía el as
palomitas. Gerad también se emocionó y se puso a bailar. Papá...,
a expresió
el te
sonar durante