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Capítulo 10
Rumores
Palabras:1192    |    Actualizado en:12/01/2023

Cuando su teléfono no dejó de sonar de forma incesante e irritante, Rossette realmente consideró tomar el siguiente pasaje de vuelta a París, últimamente extrañaba demasiado a su abuelo y sus amigos, el estar en una constante pelea con Aiden no ayudaba mucho en su vida ahí, //al menos ayer… No había sido tan horrible//, pensó y una nueva sonrisa se dibujó en su rostro, entonces de buen humor contestó la llamada.

—Rossette, ¿Has visto las noticias? —preguntó James, el hermano.

La pelinegra se sentó en la cama y pasó una mano por su cabello peinándolo hacia atrás, y poniendo en altavoz la llamada comenzó a revisar las noticias desde el navegador del móvil. Suspiró sonoramente al ver los titulares.

—Los estoy viendo, recién— Explicó ella leyendo las horribles cosas que decían de ella, no es que no estuviera acostumbrada a los malos comentarios y mala publicidad, por el contrario, ella misma los había provocado tiempo atrás, pero ahora, sinceramente deseaba mantener un perfil bajo, no quería tener más problemas con Aiden y pese a que su matrimonio no era más que una farsa, si podía conseguir algo de aquella situación, era al menos, poder rescatar la preciosa amistad que habían tenido en su último año de universidad.

—Aquí están furiosos, las tías, mis padres y el abuelo exigen que vengas en seguida- explicó él.— Pero por lo que más quieras, Rossette, no salgas, yo iré por ti, tu casa está rodeada de periodistas.

James la ayudó a evadir a los periodistas que la esperaban justo afuera de su casa, la casa que compartía junto a Aiden, quién se había marchado mucho más temprano de lo que ella habría podido descifrar. Una vez en el coche, él no tardó en darle una amistosa advertencia, Rossette se veía que tenía un temple impecable y una armadura a prueba de veneno, pero de igual forma, por alguna razón inexplicable, no quería verla afectada por las horribles cosas que pudiera lanzarle encima su familia. Rossette no se merecía nada de aquello, ya tenía suficiente con soportar a su hermano, que se había esmerado en comportarse como un real desgraciado últimamente.

—Te dirán cualquier estupidez que les venga a la cabeza, haz el favor de no contestarles.— dijo Jimmy mientras conducía por la carretera.

—¿Me estás pidiendo que les permita ofenderme? —Preguntó ella escéptica.

—Te estoy pidiendo que seas inteligente, Rosse.— dijo en un tono algo cariñoso que descolocó de cierta forma a la Francesa, nadie la había llamado así, además de Marcus y su querido primo, no es que le molestara realmente, simplemente le había tomado por sorpresa.— Si les respondes, ellas no pararán y de alguna forma encontrarán la manera de usar tus palabras en tu contra, créeme, lo han hecho por años.

—Entonces …— Dijo ella más conciliadora— ¿Qué propones?

—Déjalas hablar, el abuelo te tiene cariño y odia los juicios sin argumentos, querrá saber tu versión en el asunto, mantén la postura tranquila y explica con calma todo este malentendido…

—¿Cómo estás tan seguro de que es un malentendido?— preguntó ella, curiosa.

—No hay forma de que no sea capaz de reconocer la espalda de mi hermano, no importa lo borrosa que sea, o la distancia.— Dijo con una sonrisa engreída.

Treinta minutos después, ambos entraban al salón de la mansión Campbell, ni siquiera había alcanzado a tener dos a tres respiraciones, cuando, las acusaciones comenzaron desde lo alto.

—¡¿Cómo te has atrevido?!,

—¡Eres una cualquiera!

—¡Una vulgar!, ¡¿Qué más podíamos esperar de una actriz tan incompetente, que solo se presta para los escándalos amarillistas?!

Las tías de su esposo no tardaron en insultarla una y otra vez, James trató de calmarlas más de alguna vez, pero sin piedad fue apartado por las mujeres, sus suegros se encontraban sentados en uno de los sofás de la estancia, solo la miraban con reproche y desagrado.

—¡Es suficiente! —Clamó el patriarca de la familia entrando en la estancia, todas las voces entraron en silencio, Rossette con el mentón en alto le mantuvo la mirada tranquila al abuelo - ¡Nadie seguirá hablando de esa forma en mi casa! —Exclamó y luego de que las mujeres se retirasen hasta algún rincón de la sala, el abuelo la miró con seriedad— Rossette, explícate, sé que no han querido viajar debido a tu trabajo, pero tú y Aiden están en su periodo de luna de miel, este tipo de cosas …

—La foto es real, soy yo.— Dijo la pelinegra con la misma tranquilidad con la que había llegado— No se preocupe mucho, abuelo, pronto llegará quien debe dar las explicaciones pertinentes.

—¿Acaso?…—La voz nuevamente de una de las tías llamó la atención de ellos.— ¿Es que ni siquiera te has cambiado luego de venir de donde tu amante? ¿Es que no tienes un poco de decencia?

James, más que cansado de aquellas víboras, sus tías, especialistas en sembrar cizaña y malos comentarios en la familia, siempre buscando la oportunidad para criticar y destruir a alguien más, solo velaban por ellas y sus chismes. Dio un paso al frente dispuesto a echarse parte de la culpa, decir que venía de su piso, o alguna burrada que se le ocurriera, luego podía conocer la verdadera razón, pero entonces, una mirada dura y tajante de la pelinegra lo detuvo. ¿Siempre había sido una mujer tan imponente?

El teléfono móvil de Rossette comenzó a sonar y sonrió al ver la llamada.

—Cariño.— Contestó con tranquilidad. Aiden supo en aquel instante que debía estar en la casa de su familia y que claramente ya debió de haberse enterado de las noticias en la prensa amarillista, por supuesto, su familia debió haberla acosado de forma inmediata.— Necesito que vengas inmediatamente a la casa de tu familia por favor, hay algunos malos entendidos que debes aclarar.

Sin esperar respuesta de Aiden cortó la llamada, no quería escuchar algún reproche, ya tenía suficiente con todos aquellos insultos que le habían dedicado sus tías.

—Abuelo, he venido hasta aquí sin tiempo de desayunar o darme una ducha, debido a la urgencia que han presentado en este asunto.— dijo ella.— Podría pedir por favor ¿un café y alguna merienda?

Su abuelo notando la verdad en aquellas palabras y más aún conociendo la verdadera identidad de su nieta política no pudo evitar avergonzarse de sí mismo, ¿Qué pensaría su querido amigo si supiera cómo se estaba tratando a la mismísima Prince du sang.

—Por supuesto querida.—Haciendo una señal con la mano a uno de los sirvientes, ahí presente señaló para que le sirviera el desayuno en la pequeña mesa de té que ahí estaba.

—Yo también necesito un café, por favor— Señaló James al mismo sirviente antes de marcharse.

Y algunos minutos después, ambos se sentaron a desayunar a vista y paciencia de todos los presentes, con una calma envidiable que no hacía más que enfurecer a los presentes, menos al abuelo y el mismo hermano de Aiden, el longevo hombre a pesar de no tener la certeza, suponía que sin importar el poder y clase que tuviera Rossete, ella, no se vería tan tranquila, digna y magnífica si no fuera porque todo aquello tenía una explicación lógica.

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1 Capítulo 1 Boda 2 Capítulo 2 Tres años atrás, Escuela de Economía, Oxford. Flashback 3 Capítulo 3 Cumpleaños 4 Capítulo 4 Identidad 5 Capítulo 5 Tentación 6 Capítulo 6 Cómo piezas de Puzle 7 Capítulo 7 Dudas8 Capítulo 8 Trato y cosas claras9 Capítulo 9 ¿Celos 10 Capítulo 10 Rumores11 Capítulo 11 Rumores y verdad12 Capítulo 12 No puede ser tan sencillo 13 Capítulo 13 Poner en orden14 Capítulo 14 Figura pública 15 Capítulo 15 Caretas16 Capítulo 16 Sospechas17 Capítulo 17 Interruptor18 Capítulo 18 Sentido de posesión 19 Capítulo 19 Tensión 20 Capítulo 20 Conjeturas 21 Capítulo 21 Accidente 22 Capítulo 22 Panico23 Capítulo 23 Mía 24 Capítulo 24 Memoria25 Capítulo 25 Verdad26 Capítulo 26 La fragilidad de la memoria27 Capítulo 27 Despertar 28 Capítulo 28 De las cenizas 29 Capítulo 29 Control30 Capítulo 30 Cambios31 Capítulo 31 Detalles a confesar 32 Capítulo 32 Escudriñando33 Capítulo 33 Convivencia 34 Capítulo 34 Mancha en el corazón 35 Capítulo 35 Un hilo menos 36 Capítulo 36 Un hilo más 37 Capítulo 37 Elegir un solo bando38 Capítulo 38 Recursos y Amigos 39 Capítulo 39 Confusiones 40 Capítulo 40 Dignidad 41 Capítulo 41 Vulnerable 42 Capítulo 42 Giovanni 43 Capítulo 43 Verdad44 Capítulo 44 Necesidad de poder 45 Capítulo 45 Reflexión 46 Capítulo 46 Cruda verdad 47 Capítulo 47 Casi48 Capítulo 48 En busca de respuestas 49 Capítulo 49 Corona50 Capítulo 50 Juntos51 Capítulo 51 Francia, 8 años atrás (Parte 1)52 Capítulo 52 Francia, 8 años atrás. (parte 2) 53 Capítulo 53 Francia, 8 años atrás. (Parte 3) 54 Capítulo 54 Francia, 8 años atrás. (Parte 4)55 Capítulo 55 Francia, 8 años atrás ( Parte 5) 56 Capítulo 56 Londres. Actualmente 57 Capítulo 57 Nueva oportunidad 58 Capítulo 58 Regalo de cumpleaños 59 Capítulo 59 Valor de un regalo 60 Capítulo 60 Negocios 61 Capítulo 61 Desenredando la verdad62 Capítulo 62 Flashback, Atte Marcus. 63 Capítulo 63 Amigas de la facultad 64 Capítulo 64 Tierra Hamilton65 Capítulo 65 Final de lo que nunca fue y de lo que pudo haber sido66 Capítulo 66 De vuelta 67 Capítulo 67 Despecho 68 Capítulo 68 Una pequeña nota69 Capítulo 69 Vigilancia 70 Capítulo 70 Después del Ocaso …71 Capítulo 71 Hola… Otra vez.72 Capítulo 72 Primitivo73 Capítulo 73 Propuesta 74 Capítulo 74 La ciudad del amor 75 Capítulo 75 Solo... Vivir76 Capítulo 76 Negación 77 Capítulo 77 Deseo78 Capítulo 78 Confesión 79 Capítulo 79 Interrogatorio de Meliak80 Capítulo 80 Delicioso control81 Capítulo 81 Fiesta de compromiso 82 Capítulo 82 Solo un baile83 Capítulo 83 Semántica 84 Capítulo 84 Lealtad 85 Capítulo 85 Final