EL GERRERO DE MI CORAZÓN
ndolos al día sobre sus pesquisas-. Ashwin Patel había sido ciudadan
r una carnada
rtó la bolsita con el dinero para que el Equipo de Respuesta de Emergencia la llevara a Quan
en un reproductor compatible de los viej
chico -af
Kurt-. ¿Qué edad
e la búsqueda infructuosa de Pedro, el jardinero. El chico
se quejó Kurt. A pesar del aire acondicionado de la sala
ió Michael, con la certeza de que el cerebro que
diferencia del hombre que fingía ser Pedro, no hizo ningún intento por ocultar su cara. Sonrió a la caj
ni idea de lo que h
le pagó para que la
y cogió el informe del Servicio de
-dijo confirmando
envió la caja no sabía nada, no era nadie, como ha
se pasó la mang
ó aturdido-. ¡Han bombardeado nuestra mald
ncontrar algo
mergencia estaba analizando
nuestro agente si reconoce a a
miró c
de los jóvenes no identificados-. Vosotros dos haced algo útil -dijo lanzándole la foto a
a, Michael se detuvo
nuestro clie
ho, novato -le contes
chael había asumido -y se había alegrado de el
a mueca de s
rastreando
bién se gi
-Quiso
al del perro. Puedes comprarlos en cualquier tienda de mascotas. -Kurt pulsó una tecla en su portátil y les mostró un mapa con un punt
a la sonrisa satisfecha de Kurt y
e su padre vend
e estaba seguro era que, si venía a por
íamos recuperarla? -No t
xplotó
on los dientes apretados-. Si queremos localizar a
pero no iba a dis
la a volver con nos
a luz parpadeante-. Solo quiero saber quién es ese soldado. Si act
ilusionado. Él había asumido al entrar a formar parte del FBI, que e
robarlo? -
osara. Y tampoco que lo incriminaran por algo que no había hecho. Conociendo las hab
o las grotescas sombras que se arrastraban por los techos inclinados de
a mismo. ¡Me usaron como cebo! La idea la llenó de furia. ¿Lo sabía Michael? ¿Cómo pudo habe
da iba a ser así, corriendo
abía que el hombre iría tras él con un cuchillo. Y ahora, por su culpa, su alumno estaba muerto, enterrado en un cementerio musulmán en el corazón
tas de las tablas del suelo, convirtiendo el ático en un horno. ¡Maldito Isaac Calhoun p
os de Terry junto a su cama y el crujido de la leña en la estufa de la planta in
a aparecer. Su imaginación desbordada engendró visiones de terroristas merodeando alrededor
ra ráfaga de viento la hizo dirigirse hacia las escaleras, ya fuese para pelear o huir. Po
de su dormitorio no le respondió. El frío y la
pomo de la puerta. Su cama, iluminada por l
ónde estaba él? Caminó hacia la ventana y miró fuera. En ese mismo insta
rdo, Kamila sal
sillón, sin saber de quién se estaba escondiendo. Al mismo tiempo que Terry bajaba las escaleras para defenderla, la luz se
ué
de pie de forma inestable-. No
recordándole que se había deshecho de su
nece
os brazos contra su mirada omnisciente-
ncogió de
tiene r
zón. Al menos, pod
a es? -le
ó su r
oce ce
anoc
as acostado? -L
itió Mike, con las ma
en que él posó sus ojos en sus brazos desnudos, le dijo que estab
so saber, aludiéndolo a propósito. La lealtad de Mike h
o Co
n es C
n resentimiento que arrojaba luz sobre lo que antes le había puesto de tan m
sintiendo una punzada de co
S
misma emoción
e carne que quedaba expuesta sobre l
a cama -le
o, hizo que su pulso se acelerara. ¿De verdad la encon
nías libros. ¿Pued
u habitación. Volvió con un puñado de
l estómago d
no hay nada que
ó el aliento. Quizás era imprudente por su parte presionarlo, p
con una barrita energética e
a cama -repitió, y luego
to lo que pensaba», consideró con una sonrisa de pesar.
de libros, se negó a adm