Diane- Harry
Los gemidos de Diane inundan su habitación, lleva dos horas encerrada con su novio, Joshua Reynolds. Mientras que su padre trabaja horas extra para pagar la hipoteca de su casa, ella aprovecha la soledad de su lecho para tener intimidad con su novio.
- ¡Oh! ¡Oh!, así mi amor, sigue así, eres todo lo que una mujer quisiera tener ¡oh! ¡oh! ¡por favor, no dejes de hacerlo! –
Joshua la agarra del cabello mientras le besa el cuello, sus respiraciones están entrecortadas, él la tiene por la espalda, y Diane está gritando de placer, ella pensaba que para ser feliz lo único importante que necesitaba en la vida, era la pasión que su novio le daba.
Ambos están a punto de llegar al orgasmo… cuando la puerta de la habitación se abre de repente.
- ¡Pero ¿Qué está pasando aquí?!, ¡mi Dios!, vístete, Diane, ¡maldita sea! ¿cuándo vas a entender que esta casa no es un hotel?, y tu desgraciado, lárgate ya de aquí Joshua no quiero ni verte- Henry Sáenz, el papá de Diane habia llegado temprano del trabajo, y no era la primera vez que encontraba a su hija en una dantesca escena con su novio.
Diane se enfurece de inmediato, sus mejillas se sonrojan, y con todo el lívido expuesto, se pone una camiseta para cubrir su desnudez.
- ¿Cuándo será el maldito día que tu entiendas que debes golpear primero antes de entrar a mi cuarto? Papá, esta también es mi casa, no soporto que sigas haciendo lo mismo, quiero que me dejes en paz con Joshua- ella decía esto, mientras su novio se burlaba de la situación.
Diane y Joshua llevaban tres años de relación, en los cuales solamente se habían dedicado a beber y a ir a fiestas, ella habia sido criada solamente por su padre, pues su madre falleció cuando tenía solamente tres años, dejando un vacío que su padre, ni siquiera haciendo el mayor de los esfuerzos pudo llenar, a medida que ella iba creciendo se fue criando más sola, tomando las peores decisiones y encontrando refugio en personas como Joshua, un pandillero de su barrio, que la hacía creer que era bueno con ella, porque la defendía de otros hombres iguales a él, y de vez en cuando la invitaba a comer una hamburguesa, pero en realidad, él la estaba consumiendo en un abismo de fiestas y alcohol, de donde sería muy difícil salir.
-Ya vete mi amor, nos veremos mañana, ahora viene la cantaleta de mi papá y no quiero que la escuches- Diane le da un apasionado beso a Joshua, este sale por la ventana, como si se tratara de un delincuente, ambos actuaban como un par de adolescentes, sabiendo que ya eran unos adultos jóvenes, haciendo que el padre de Diane se llenara de ira, pues no sabía como controlarla.
Ella baja hacia la sala en donde está su padre sentado frente al televisor, él estaba deprimido, toda su vida lo habia estado y ella no lo consideraba ni un poco y mucho menos tenía una sola muestra de afecto con él, además de que era desobediente y desinteresada.
-Mira papá, nunca vuelvas a entrar a mi cuarto de esa manera, te lo prohíbo, esta también es mi casa, y tú no tienes ningún derecho de invadir mi privacidad con mi novio. – ella se para frente a él, y con más rebeldía que nunca prende un cigarrillo, solo para acabar de molestar a su padre.
- ¿Ah sí? ¿tu casa?, ya tienes 24 años, eres una mujer hecha y derecha ¿Qué te impide trabajar o hacer algo por ti? Estoy cansado de tener que mantenerte mientras que tu solamente te la pasas de ociosa con ese mal tipo que te has conseguido- Henry le habla con dolor, se sentía culpable por la crianza que habia tenido su hija, y todo estaba fuera de control, ella jamás le obedecía, además de que tampoco hacia nada, era grosera y desconsiderada.
-¿Estas echándome en cara la poca comida que me das?, porque en esta casa no comemos nunca un plato decente, todos los días tenemos que comer lo mismo. – ella lo mira dándole una bocanada a su cigarrillo
-Si quieres comer mejor, pues debes trabajar como lo hace todo el mundo, ¡Hay tengo otra noticia! Muy posiblemente no te va a gustar-Henry se levanta de la silla y sale directo a la cocina se sirve una taza de café y ella sale detrás
- ¿Qué noticia? ¿te han despedido? ¡Eres un vago papá! - ella arroja el cigarrillo y lo pisa, luego pone sus manos en la cintura juzgando a su padre, ella no tenía ni idea de lo que él pobre estaba sufriendo.
Él la mira de repente y con todo el dolor que las palabras de su hija le provocan, le pone una bofetada, haciendo que su cara se voltee de inmediato, ella se pone su mano en la mejilla, y lo mira con odio, él jamás la habia golpeado, siempre habia dejado que hiciera lo que quisiera, pero ese día, estaba demasiado afectado y no iba a permitir un acto más de rebeldía.
- ¡Te odio papá! ¿Cómo te atreves a golpearme de esa manera? ¡Te odioo! - Diane salió corriendo gritando por la casa, hasta llegar a su habitación, comienza a alistar unas maletas de manera improvisada, estaba segura que lo que quería en ese momento era irse del seno de su padre, ya no aguantaba más la pobreza y las pocas cosas que su padre le daba y mucho menos aguantaba que él la hubiera golpeado.