Gavin
Libros de Gavin(98)
No Nace Amor En Jaula
Romance Las pesadillas me ahogaban cada noche, un eco de un pasado doloroso que creía haber superado. Pero esta vez, el terror no terminó al despertar. Desperté encadenada en una celda de lujo, mi torturador era él: Alejandro, mi primer amor, que ahora me miraba con ojos de depredador. "Porque eres mía, Sofía", susurró, y el infierno comenzó.
Meses de cautiverio me destrozaron, una danza macabra entre su enfermiza ternura matutina y la brutalidad nocturna. Mi cuerpo, cubierto de moratones, incluso una pierna rota. Cuando mis antiguos agresores, Mateo, Javier y Ricardo, aparecieron como sus "amigos", mi mundo se deshizo por completo.
No podía entenderlo. ¿Qué culpa tenía yo? Él me había abandonado años atrás, el día que fui agredida. Ahora, su propia madre me revelaba su "verdad": Alejandro creía que yo lo había traicionado y dañado su audición con mensajes crueles. ¡Pero esta "verdad" justificaba acaso el secuestro, las violaciones, mi pierna rota? ¿El miedo que me consumía?
Aunque la revelación de su madre destapó una red de engaños, nada justificaba el horror vivido. Rechacé cualquier perdón y huí a Madrid, buscando una nueva vida. Pero cuando Alejandro, el antes depredador, ahora destrozado y arrepentido tras su cruenta venganza contra los verdaderos traidores, apareció en mi nueva puerta, supe que era el momento de mi propia y definitiva liberación. Mi Guardaespaldas, Mi Verdugo
Romance Durante tres años, amé en silencio a mi guardaespaldas, Alejandro. Él era mi roca inquebrantable, la única figura constante en mi solitaria vida tras la muerte de mi madre. Intenté de todo, pero siempre mantuvo un muro de profesionalismo.
Una noche, mi mundo se desmoronó. Lo escuché hablar por teléfono, su voz llena de ternura... pero no para mí. "Sofía es solo una niña mimada y vulgar", confesó. "Camila es un ángel". El desprecio en su tono fue un golpe físico. Él había amado a mi hermanastra, mi supuesto "ángel", durante años, confundiéndola con la chica que salvó un quetzal.
Desde ese instante, su devoción a Camila fue humillación constante. En una subasta, usó la fortuna de su padre para comprar todos los lotes para Camila, aplastándome públicamente. Días después, cuando un perro salvaje me atacó, él la protegió a ella primero. Mi pierna sangraba en el suelo mientras él consolaba a Camila. No satisfecho, para vengar la "marca" que le dejé, él orquestó una brutal golpiza: noventa y nueve latigazos que casi me matan.
¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Cómo fui tan ciega? Mi dolor ardía. La amarga verdad me golpeó: Mi madre no murió de "complicaciones"; Camila la envenenó lentamente. Y yo, un mero estorbo.
Fue entonces cuando lo decidí. Durante mi partida hacia un matrimonio arreglado en España, me aseguré de que él escuchara la verdad de los labios de su "ángel": "Alejandro es un perro faldero, un idiota útil". Mi escape a la libertad era solo el principio de su despertar y de mi silenciosa venganza. Te Odio, Para Siempre
Romance Hoy se cumplen cinco años. Cinco años desde que mi mundo se convirtió en cenizas. El aire en la finca Vargas era pesado, olía a tierra seca y a la promesa de una tormenta de verano. Debería haber sido el día más feliz de mi vida, mi boda con Mateo, la unión de dos familias, los Vargas y los Romero, bajo el sol de Sevilla.
Pero en un instante, todo se desmoronó. Un accidente brutal, provocado por la trágica imprudencia de mis padres, no solo aniquiló a su familia entera, sino que destrozó el orgullo y el futuro del linaje Vargas. El amor de Mateo, ese que una vez me sostuvo, se transmutó en un odio implacable que me consumió.
Me condenó a cinco años de tormento inimaginable, prisionera en su finca. Cada día era un calvario, avivado por la crueldad de Isabel, su "Isa", la bailaora de ojos feroces, quien me humillaba sin piedad. Isabel no se detuvo ante nada: me empujó, fingió una lesión que me costó uno de mis riñones, y culminó su sadismo matando a mi perro Río para, luego, forzarme a consumir sus cenizas cucharada tras cucharada. Mi último intento desesperado por reconquistar a Mateo con un capote bordado con nuestros recuerdos fue destrozado ante mis ojos, aniquilando mi última esperanza.
¿Cómo podía sobrevivir a tanta desesperación? Cada día era un golpe, cada respiración una agonía. No había escapatoria para la hija de los Romero, la culpable de una desgracia que había pagado con mi cuerpo y mi alma. La paz seguía siendo un anhelo inalcanzable, una sombra burlona en el horizonte, mientras el odio me consumía.
Sin nada más por lo que vivir, me lancé a las frías aguas del Guadalquivir, buscando el olvido. La muerte me abrazó, pero no para siempre. Abrí los ojos y me encontré de vuelta en el día anterior a mi boda. Un milagro, sí, pero el terror se apoderó de mí: Mateo también recordaba cada lágrima, cada herida. Y ella, Isabel, ¿también había renacido? ¿Podríamos cambiar un destino tan cruel, o estábamos condenados a revivir este infierno una y otra vez? Renacer a Tu Lado Para Siempre
Romance Mi sentencia de muerte se cernía sobre mí, solo unos pocos meses de vida.
Lo último que esperaba era ver su rostro de nuevo en la portada de una revista de sociedad: Mateo Vargas, mi antiguo amor, el hombre que me destruyó, regresando a Bogotá para su boda.
El contraste entre mi fatal diagnóstico y su celebración de vida era brutal, insoportable.
Desesperada por un último adiós, confronté a Mateo y, no sin remordimientos, usé un oscuro secreto familiar como chantaje: un video de los negocios sucios de su padre.
Lo obligué a pasar sus últimos dos meses antes de la boda conmigo, anhelando que el amor que creí que existió entre nosotros resurgiera.
Pero lo que obtuve fue un infierno.
Su abuela, en su lecho de muerte, le arrancó una promesa cruel: nunca estar con una "Rojas".
Isabella, su prometida, tejió una red de engaños, me acusó de envenenamiento y contrató matones que me golpearon brutalmente.
Y Mateo, el hombre que una vez me juró amor, filtró una foto íntima nuestra, exponiéndome a la humillación pública.
Cada día, mi cuerpo y mi espíritu se desmoronaban.
¿Cómo podía su corazón ser tan frío, tan lleno de desprecio, para alguien a quien prometió amar más que a nada?
Moribunda y traicionada, fui apuñalada por aquel a quien una vez tendí la mano.
Mi último aliento fue una llamada a su teléfono, mientras la marcha nupcial empezaba de fondo.
Morí sola, con su indiferencia, sin que él supiera la verdad de mi enfermedad.
Pero la muerte no fue mi final.
Años después, sin una pizca de memoria de mi vida anterior, renací como Ana, inexplicablemente atraída de nuevo a su órbita.
Hasta que un disparo, el de la pistola de su padre apuntando a Mateo, y la mención de mi antiguo nombre, hicieron que los horribles recuerdos regresaran en una ola de dolor.
Ahora, ¿podrá el amor superar la traición y la tragedia, o el pasado nos condenará de nuevo? Cambio El Héroe
Romance Isabella Valdés, una arquitecta de prestigio, celebraba su amor de tres años con Mateo Herrera, el hombre que creyó su héroe, su salvador de un incendio pasado, la única "desorden encantador" en su vida perfectamente estructurada.
Pero en la víspera de su aniversario, el mundo de Isabella se desplomó: descubrió que Mateo estaba obsesionado con su ex, Camila Reyes, y que ella misma era solo un pálido sustituto, un mero "recuerdo".
La traición se convirtió en pesadilla: Camila la humilló públicamente, acusándola de robo y exponiéndola brutalmente a la seguridad. Más tarde, los secuaces de Camila la atropellaron y, en el hospital, Mateo priorizó a su agresora, revelando que su lealtad y su obsesión seguían siendo, dolorosamente, para su ex pareja.
Tres años de amor construidos sobre una mentira, un "héroe" que nunca existió, una farsa devastadora que la dejó vacía. ¿Cómo pudo haber sido tan ciega? La verdad, fría y cruel, la destrozó por completo.
Transformada por el dolor y la traición, Isabella, con una nueva determinación, borró a Mateo de su vida. Se marchó a Florencia, no solo para revitalizar su carrera, sino para encontrar a Santiago Cruz, el verdadero héroe silencioso que siempre la había amado, y comenzar una vida basada en la verdad. Un Engaño Indisculpable
Romance Mateo Vargas, un enólogo talentoso, compartía una vida de aparente felicidad con Sofía Montoya, la astuta heredera de una prestigiosa bodega. Eran el equilibrio perfecto, el uno para el otro.
Pero la tragedia asestó el primer golpe: la muerte inesperada de Isabella, la hermana gemela de Sofía. Lo que Mateo no sabía es que Sofía, obsesionada con un acuerdo comercial, había orquestado una macabra farsa, utilizando la muerte de su hermana para simular la suya propia.
Mateo quedó sumido en un infierno de dolor y desesperación, intentando quitarse la vida hasta en tres ocasiones, convencido de que había perdido al amor de su vida. La comunidad susurraba sobre el inmenso amor del enólogo por la heredera "muerta".
Sin embargo, el luto de Mateo se hizo añicos cuando, por casualidad, escuchó una conversación. Sofía, su supuesta esposa fallecida, ¡estaba viva! No solo eso, sino que se hacía pasar por Isabella, vivía con el esposo de su hermana y planeaba tener un hijo con él para asegurar un contrato.
¿Cómo pudo traicionarlo así, usar la muerte de Isabella, mientras él se ahogaba en la pena? La verdad lo golpeó con la fuerza de un tren, transformando su amor en una ira gélida y devastadora.
Con el corazón destrozado y el espíritu invadido por la rabia, Mateo tomó una decisión inquebrantable: escapar de la podredumbre y las mentiras de La Rioja. Se aferró a una invitación para empezar de cero en Lanzarote, deseando un nuevo amanecer, lejos de ese pasado que lo consumió. ¿Podría alguna vez sanar esa herida? ¿Y qué suerte le depararía a la mujer que lo había engañado? Termina el Mar
Romance Isabella, bailaora célebre y embarazada de cuatro meses, llegó a la hacienda de su esposo en Sevilla para un ensayo.
Pero lo que encontró la dejó helada: Mateo, su marido, celebraba el bautizo de un bebé que no era el suyo, junto a una mujer llamada Sofía.
Su mundo se hizo añicos al oír a Mateo llamarla "celosa y dramática", mientras sus cómplices disfrutaban de su humillación.
Descubrió que Sofía, la "viuda desconsolada", era la amante de su esposo y madre de ese niño, y que Mateo la ignoraba por completo.
Sofía la atacó públicamente en su tablao, luego la empujó brutalmente, casi causándole un aborto.
En el hospital, con Isabella sangrando, Mateo consoló a su agresora, acusando a su esposa de drama y egoísmo.
¿Cómo pudo el hombre por quien había sacrificado todo -su dinero, su carrera- entregarla a tal traición y desprecio?
El shock, el dolor y la rabia la envolvieron, revelando siete años de engaños inimaginables.
Con su corazón destrozado, Isabella tomó la decisión más firme de su vida, una que tendría consecuencias devastadoras.
"Papá," susurró con voz rota, "tenías razón."
"Quiero volver a casa. Prepara todo para que mi hijo y yo nos vayamos de España."
Esta vez, Isabella no huiría; se levantaba para una venganza fría, decidida a demoler cada pilar de la vida de Mateo.
Se asegurarían de que nadie olvidara el nombre Vargas. Sabor amargo del olvido
Romance Sofía Rojas, asistente personal y amante secreta de Mateo Vargas, había entregado su corazón durante cuatro largos años, viviendo para un futuro que él nunca prometió. Pero todo se desmoronó al escuchar a Mateo hablar de Isabella Rossi, su amor de juventud, definiéndola como "la mujer perfecta", sin saber que ella escuchaba.
Con Isabella de vuelta, las humillaciones no tardaron en llegar: Mateo, ciego de amor, permitió que Isabella la tratara como una sirvienta, la acusara de robo y la obligara a arrodillarse públicamente. El golpe más cruel llegó en un accidente de coche, cuando Mateo la abandonó herida para consolar a Isabella, calificándola de "nadie importante". ¡Incluso defendió a Isabella de su propia hermana, llegando a abofetearla por querer proteger a Sofía!
¿Cómo el hombre que ella amó incondicionalmente durante ocho años pudo tratarla con tal crueldad e indiferencia? ¿Era realmente tan insignificante? La injusticia quemaba, el dolor era insoportable, y la sensación de ser desechada consumía su alma.
Ese día, Sofía conoció el verdadero "sabor amargo del olvido". Consciente de que su amor había muerto, quemó cada recuerdo, cada carta, cada atisbo de un pasado compartido. Era hora de escapar, de renacer, de construir una vida donde ella misma fuera, por fin, lo único importante. Arquitecto en sombra
Romance Era el arquitecto estrella de "Estudio Cénit", una empresa que levanté de la nada con mi prometida, Isabela. Nuestras vidas parecían un sueño, hasta que hallé un error fatal en el diseño de Leo, el protegido inepto de Isabela.
Al revelar que su negligencia causaría el colapso de un rascacielos, Isabela me humilló públicamente, exigiendo que me convirtiera en la sombra de Leo.
Me negué.
Le devolví el anillo y renuncié a nuestra firma.
El golpe más duro llegó después: ¡Isabela había vaciado mis cuentas bancarias durante ocho años enteros! Estaba en la miseria.
Leo y ella se burlaron de mi desgracia, me acusaron falsamente de espionaje y difamaron mi nombre, destruyendo mi reputación y mi futuro.
¿Mi prometida, la mujer que amaba, me había apuñalado así?
Mi esfuerzo, mis sueños, mi vida entera, reducidos a cenizas por su traición y ambición.
La incredulidad se tornó en una rabia helada.
¿Cómo pudo ser tan cruel?
En mi hora más oscura, recordé la propuesta de Ricardo Vega, el poderoso CEO de "Vértice Global", la firma de arquitectura líder mundial.
Le hice una llamada.
"Estoy listo", le dije, sellando mi resurgimiento y el inicio de mi venganza. El Hombre Cruel que me enamoro
Romance Volví a la hacienda familiar después de cuatro años, solo para visitar la tumba de mis padres y cerrar un capítulo doloroso.
En un mes, me casaría con Mateo en Madrid y finalmente sería feliz, lejos del pasado que aún me atormentaba.
Pero mi regreso no fue tranquilo.
Alejandro, mi ex tutor y el hombre de quien estuve locamente enamorada, estaba comprometido con Camila, mi rival de toda la vida y la persona que me hizo la adolescencia un infierno.
Lo más impactante fue su ceguera: Camila me humillaba abiertamente, me incriminaba en accidentes y mentía descaradamente, pero Alejandro siempre le creía a ella.
Mis intentos de hablar con él, de mostrarle mi nueva vida y mi genuina felicidad con Mateo, eran recibidos con desdén y rechazo.
Él tildaba mi compromiso de "farsa" destinada a arruinar el suyo.
La injusticia era insoportable.
¿Cómo podía la persona que me crio, mi supuesto protector, creer siempre lo peor de mí y caer tan fácilmente en las trampas de Camila?
La confusión me invadía: ¿por qué se había vuelto tan distante y cruel?
Parecía que todos los años de mi vida a su lado no significaban nada.
Cada vez que intentaba acercarme, él me empujaba más lejos.
Pero ya no era la niña indefensa.
Agotada de sus manipulaciones, me prometí que esta sería la última vez.
En el día de mi boda con Mateo, supe que era el momento de mi verdad.
Frente a él, a todos, y a la mujer que me había despreciado, haría una elección.
Decidí que mi felicidad no dependiera de su aprobación, sino de mi propia voluntad. A algunas personas les gusta el drama
Romance Mi alma flotaba inerte sobre mi propio cuerpo. Abajo, mi hijo Leo, de apenas siete años, sacudía a su madre, Isabela, pidiéndole auxilio para mí.
Ella, indiferente, se arreglaba para una gala con Ricardo, su amante. Con horror, comprendí que Isabela, cegada por él, me había negado la medicación y retrasado la ayuda médica. Morí por su negligencia.
Pero mi tormento no acabó. Como fantasma, vi a Isabela despreciar a Leo, quien, cojeando, buscaba ayuda. Fui testigo de cómo Ricardo, con saña, golpeaba a mi hijo, luego desmembró mi cuerpo y arrojó a Leo al río.
La impotencia de ver a mi propio hijo sufrir tal crueldad, abandonado por su madre, era indescriptible. ¿Cómo pudo la mujer que amé caer tan bajo, tan ciega a la verdad que se negaba a sí misma?
Aunque Leo fue rescatado, no resistió. Mi alma y la suya ahora están juntas, liberadas. Pero el juicio de Isabela, la cómplice de nuestra tragedia, apenas ha comenzado en el laberinto de su propia locura. Venganza de La 'Práctica'
Romance Sofía Vargas, una arquitecta, ha pasado cinco años como la amante secreta de Mateo, amándolo con la esperanza de un futuro, mientras él la ha tratado con una exasperante indiferencia.
Una noche, su mundo se desmorona al escuchar a Mateo confesar a sus amigos que ella es solo su "práctica", su "coche de autoescuela", para un día conducir su verdadero "Ferrari": Isa.
La humillación de ser un mero objeto la impulsa a aceptar un matrimonio de conveniencia con su amigo de la infancia, Javier, y a purgar cada rastro de Mateo de su vida.
Pero la ceguera de Mateo persiste: incluso cuando Sofía cae gravemente enferma, él continúa priorizando a la manipuladora Isa, abandonándola en el hospital por un rasguño de la "princesa".
¿Cómo pudo ser tan usada y desechada por el hombre que amaba? ¿Podrá Sofía sanar y construir una vida nueva lejos de su toxicidad?
Determinada a forjar su propio destino, Sofía corta todos los lazos con Mateo para siempre.
Sin embargo, en un giro del destino, la verdad de Isa sale a la luz, obligando a Mateo a enfrentar sus errores.
Arrepentido y roto, Mateo intenta recuperarla, solo para encontrar a Sofía radiante en el altar, a punto de casarse con Javier, sellando su nueva felicidad y su implacable adiós. Diosa de Muerte: Deuda de Sangre
Romance Era la noche de la celebración de la cosecha en la hacienda De la Vega, el aire denso con el aroma del agave cocido y la silenciosa tensión de mi embarazo. Yo, Sofía Ramírez, experta bioquímica, había resucitado el imperio de mi esposo, Alejandro, con mi fórmula secreta, y ahora esperaba a nuestro hijo.
Pero en medio del jolgorio, un escalofrío: vi a Alejandro escabullirse hacia la habitación de su prima, Isabella. Un grito ahogado, un estruendo de cristal, y luego un dolor agudo me partió el vientre, anunciando un parto prematuro y la devastadora traición.
El mundo se me vino encima mientras me desangraba; el médico, por orden de Doña Elena, priorizó el rasguño de Isabella. Perdimos al bebé. Para apoderarse de mi fórmula, tramaron una histerectomía encubierta, dejándome estéril para siempre. Luego acusada de fraude, descubrí la verdad más atroz: mi hijo había nacido vivo, solo para ser asfixiado por órdenes de la matriarca, y sus cenizas molidas para un amuleto de Isabella.
¿Cómo pudo el hombre que amaba cometer tal barbarie? ¿Cómo pudo mi propia carne convertirse en su herramienta de tortura y humillación? El dolor era insoportable, la injusticia me consumía, y la pregunta resonaba: ¿qué clase de amor era este?
Pero de esos escombros de traición y pérdida, de cada lágrima y cada cicatriz, nació una resolución fría como el acero. Sofía Ramírez, la inocente, había muerto. Y de sus cenizas, había emergido una fuerza implacable, lista para cobrar una deuda de sangre. Amor Verdadero Tardío
Romance Sofía Herrera llevaba tres años en la hacienda del Capitán Alejandro Vargas, tres años intentando que ese hombre frío y distante la mirara.
Él, su supuesto "disciplinador", solo la veía como la hija rebelde que debía ser domada, ignorando sus sentimientos más profundos.
La última gota que colmó el vaso llegó una noche.
Ver a su hermanastra Lucía salir de la oficina de Alejandro, con el pelo revuelto y los labios hinchados, fue la prueba definitiva de su fracaso, un puñal directo a mi corazón.
A partir de ese instante, las humillaciones se sucedieron sin tregua.
Fui acusada de indecencia por usar su baño, y él me castigó con severidad, mientras a Lucía la trataba con ternura.
Luego, durante la fiesta patronal, una serpiente nos mordió a ambas, pero Alejandro no dudó en dar el único antídoto a Lucía, que apenas tenía un rasguño, dejándome a las puertas de la muerte.
Y como si no bastara, Lucía quemó la única fotografía de mi madre, la última conexión que tenía con ella, y Alejandro, ciego ante su manipulación, me dejó bajo la tormenta, exigiendo disculpas.
¿Cómo podía ser tan ciego?
¿No veía Alejandro la falsedad y los celos de Lucía, quien siempre lograba arrebatarme todo, desde la atención de mi padre hasta la posibilidad de su afecto?
La humillación era insoportable, el sentimiento de ser un estorbo, abrumador.
Fue entonces cuando tomé la decisión más drástica de mi vida.
Con voz firme, llamé a mi padre.
"He decidido casarme con un ranchero de pueblo."
Pedí una cuantiosa dote, no para mi boda, sino para no volver a molestarles nunca más.
Estaba lista para un futuro incierto, con un desconocido, solo para escapar de aquella agonía. Las Mujeres Venganzan
Moderno Era Sofía, una bailaora de flamenco, con un matrimonio que creía feliz, dedicando mi vida con pasión a mi arte. Un día, una nueva alumna llegó a mi escuela, Valentina, llena de energía y prometiendo ser la más entusiasta.
Pero mi mundo se hizo añicos cuando descubrí la verdad más brutal: Valentina esperaba un hijo, y el padre era mi propio marido, Javier. Su voz, tan familiar, resonó al otro lado del teléfono durante la clase.
Lo que siguió fue un descenso al infierno inimaginable. No solo había descubierto la infidelidad de Javier con mi propia alumna, sino que mi amiga, una abogada, me reveló que su traición era mucho más profunda: había vaciado sistemáticamente nuestras cuentas durante tres años, preparándolo todo para dejarme sin nada, sin un céntimo. Mientras yo lamentaba la pérdida de nuestro hijo, él usaba mi vulnerabilidad para sus fríos planes de ruina.
Aquel hombre, mi marido, el que juraba amarme, me había convertido en su objetivo. Cada recuerdo de nuestro amor, cada promesa, cada recuerdo de apoyo tras mi aborto, todo se desvaneció, revelando una cruel farsa. ¿Cómo pudo ser tan desalmado? El dolor inicial se cristalizó en una rabia pura e inquebrantable, al comprender que no era una traición pasional, sino un vil y calculado plan para aniquilarme.
El duelo dio paso a la determinación. Ya no me limitaría a ser una víctima; actuaría. Decidí que no solo recuperaría mi vida, sino que él pagaría por cada lágrima y cada engaño. Con la ayuda inesperada de Valentina, la amante engañada, nos unimos para desmantelar su imperio y su reputación, ladrillo a ladrillo, y demostrar que dos mujeres unidas son más poderosas que la codicia de un hombre. Amor Omitido en el tiempo
Romance Una pesadilla me atormentaba: renunciaba a mi beca, a mi vida, y perecía sola. En mi rancho, el café era pura amargura.
Al despertar, la realidad la imitaba. Mi marido, Carlos Herrera, con voz melosa, me pedía lo mismo: sacrificar mi futuro, mi beca en Bogotá, por su prima Lucía. La pesadilla cobraba vida.
Pero esta vez, mi yo del sueño me gritaba: "¡No, Carlos!". Mi negativa desató su ira y la falsa angustia de Lucía. Me dejó sola en una tormenta, consolando a su prima. Al amanecer, los vi irse juntos, miseria y chismorreos a mi espalda.
¿Cómo pudo ser tan ciego, tan egoísta? La traición me calaba hondo, pero la desesperación se forjó en determinación inquebrantable.
Mi café, por fin, no supo amargo. Tomé mi beca y mi divorcio. Huí a Bogotá, decidida a un futuro diferente. La ciudad traería nuevos peligros, pero también un giro inimaginable: ¿sería el hombre que me condenó en mis sueños mi inesperado salvador, dispuesto a un sacrificio final por mi felicidad? Amor Soñado Me Lleva al Infierno.
Romance Valentina Reyes, ingenua heredera de "Viñedos de la Luna", vivía un amor soñado con Nicolás Torres, el protegido más talentoso de su padre. Su futuro parecía idílico.
Su mundo se desplomó al descubrir a Nicolás besando apasionadamente a Isabella Vargas. Peor aún, escuchó a los "protegidos" despreciarla, revelando una lealtad manipulada.
Con el corazón roto, se comprometió con Alejandro Solar. La venganza de Isabella siguió: la incriminó en una falsa caída, y Nicolás, ciego, saboteó su montura en polo, fracturándole la pierna. En una gala, Nicolás, con frialdad, bloqueó sus tarjetas, luego compró un valioso collar para Isabella, humillando a Valentina públicamente.
El dolor físico era nada comparado con la degradante traición. ¿Cómo fue tan ingenua? La crueldad y manipulación la llenaron de una furia helada, sedienta de justicia.
Pero la ingenua Valentina murió. Decidida a desenmascarar cada mentira, instaló cámaras y micrófonos. En su cumpleaños, tras ser humillada con fotos íntimas filtradas, se alzó. Armada de pruebas, desataría una tormenta revelando los oscuros secretos de Isabella, y su tabú vínculo con Nicolás. De Amor a Monstruo
Romance Javier está en la oficina del párroco intentando cancelar su boda.
Un matrimonio de conveniencia, un compromiso sagrado que lo asfixiaba.
Pero la verdadera pesadilla comenzó una semana antes, en la finca.
Isabela, mi prometida de toda la vida, fue "salvada" por Mateo, un humilde auxiliar de veterinaria, de un novillo bravo.
Desde ese instante, la gratitud de Isabela se convirtió en una obsesión.
Lo trajo a vivir a nuestra casa, negándose a ver la manipulación de Mateo, ignorando mis objeciones.
Me acusó de celos y arrogancia, defendiendo a su "héroe" con una ceguera perturbadora.
Me fui de casa, dejándola con él, pensando que era el fin de mi tormento.
Pero Mateo no se detuvo ahí.
Días después, me tendió una trampa en un tablao de Triana, fingiendo que lo había agredido brutalmente.
Isabela apareció, lo creyó, me llamó "monstruo" y me abandonó a la vergüenza pública.
Me sentí acorralado, traicionado, humillado por la mujer que se suponía me conocía mejor que nadie.
¿Cómo pudo mi amor de la infancia caer tan bajo, cegada por un arribista?
¿Qué clase de gratitud es esta que destruye años de amor y confianza?
La injusticia me quemaba, pero la rabia se transformó en una decisión inquebrantable.
Tomé mi teléfono y llamé a mi padre, Don Alejandro Montero.
Era hora de cortar los lazos con Sevilla y volar hacia mi verdadero destino.
Madrid me esperaba, y con ella, un nuevo comienzo. Promesas Eternas Ardido en Cenizas
Romance Era nuestro quinto aniversario de bodas.
Javier había reservado la mesa más romántica de Sevilla, con vistas a la Giralda.
Pero su silla permaneció vacía.
A medianoche, recibí un mensaje hiriente: "Algo importante surgió en el trabajo".
Sabía que era una mentira.
Su "trabajo" tenía nombre: Sofía Vega.
La misma "inocencia" que lo fascinó se convirtió en mi pesadilla más oscura.
Las traiciones de Javier escalaron sin pudor.
Lo vi exhibirla en galas, reemplazando la pintura de mi madre por un tosco boceto de ella.
Intentó humillarme con mi propia reliquia familiar.
Luego vino la violencia física: me empujó por las escaleras, fracturándome el tobillo.
Sofía se instaló en mi casa como mi "asistente personal", su "torpeza" un arma calculada.
Me sirvió té hirviendo.
Me dio paella con mariscos, sabiendo mi alergia, provocando un shock anafiláctico.
Mientras yo convulsionaba, Javier la abrazaba a ella y me exigía disculpas por "asustarla".
Pero el culmen de su sadismo llegó al drogarme y robarme un riñón para salvar al abuelo de Sofía.
El dolor físico era mínimo comparado con la violación de mi cuerpo y de mi alma.
Mis doce pergaminos de amor, mis promesas eternas, ya habían ardido en cenizas.
¿Cómo pudo el hombre que una vez me juró amor transformarse en este monstruo sin límites?
En aquel acuerdo de divorcio, no vi una derrota, sino la única vía de escape.
Firmé, no como aceptación, sino como mi última declaración de libertad.
Y, como una sombra desaparecí de su vida, rumbo a un nuevo comienzo en la inmensidad de la Patagonia.
Lo dejé con la mujer que había elegido y con las consecuencias de sus actos.
Mi libertad era la única venganza que valía la pena. La prisionera quiere la Libertad
Romance El teléfono sonó, rompiendo el silencio gélido de la sala de espera. Mi madre estaba gravemente enferma, solo un tratamiento experimental en Houston podría salvarla, y Álex, mi esposo, el hombre al que había dañado en nuestra vida pasada y a quien ahora intentaba amar, era mi única esperanza.
Pero su voz al otro lado de la línea cortó el aire: "Pagaré todos los gastos, Isabella. Con una condición: que renuncies a todo mi patrimonio y aceptes públicamente mi relación con Lorena Pineda". Sabía, por la frialdad de sus ojos, que él también recordaba nuestra vida pasada, el dolor de mi traición y el desprecio con el que yo traté su amor.
Me convertí en su prisionera, firmando papeles que me despojaban de todo. Él desfilaba con Lorena frente a mis ojos, me humillaba, me recordaba secretos íntimos de un pasado que solo nosotros dos conocíamos. Intenté escapar con un divorcio, pero la trampa de Lorena en una gala benéfica, con fotos comprometedoras proyectadas para acusarme, lo desató todo. Álex, ciego de ira, me abofeteó y me obligó a arrodillarme frente a ella. Una noche, derramó agua hirviendo sobre mi mano, como castigo.
¿Por qué tanta crueldad? Yo solo quería amarlo y reparar mis errores, pero él solo me ofrecía tortura. Su abuelo, Don Fernando, cayó herido tras una farsa de Lorena, y Álex me culpó, llevándome a la cima de una montaña, amenazándome con mi fobia a las alturas para que confesara. La injusticia me quemaba más que mi propia piel, la incomprensión era agonizante.
Ya no podía más. Comprendí que la única forma de romper este círculo de dolor era desaparecer. Decidí fingir mi propia muerte para escapar de un tormento que no aceptaba mi arrepentimiento, para poder, por fin, ser libre.