Dayan pov's
¿Por que el mundo se empeña en
hacerme esto?
Gimo de dolor y me hago pequeña en
el piso. Papá grita una vez más antes de salir y cerrar de
un puertazo.
Y así comienza mi cumpleaños, con
golpes del salvaje que llamó papá y
unas palabras de aliento para quitarme la vida. Es una
lastima, aunque quisiera cumplir sus deseos...no lo haré.
No echaré a la basura nueve años de
esfuerzo por sobrevivir, solo para que
los mande al carajo en cuestión de segundos. Soy cobarde,
pero no estúpida.
Me aferro a lo que llamo vida aunque
siga sufriendo y trato de sonreírle a la
vida que llevo.
La vida es una mierda.
El pequeño aparato que llamó teléfono comienza a timbrar y
me levanto con cuidado del piso.
Maldita sea, me duele todo.
Tomo el teléfono y gruño al ver
el nombre de Angela. Bonito momento para llamar, Agie.
Llamada telefónica
-¿Qué? -gruño apenas contesto.
-Vaya...alguien no está de humor.- No. La verdad es que no.
-¿Qué sucede, Angela? -hablo un poco
más tranquila.
Me dejo caer en la pequeña cama y
miro el techo lleno de moho. Hago una mueca y bajo la mirada
al pequeño estante lleno de libros.
-Hay que celebrar que cumples
18 años, Ton
-Que no me digas así -gruño y toco
mi abdomen.
Alejo la mano apenas toco y reprimo
un quejido. Esta vez, abra un lindo
cardenal.
-Vale, ya -dice y la imagino rodando los ojos.- ¿Entonces
hoy?
Me lo pienso y respondo que no. Ni
hablar, no quiero mas golpes por hoy. Si sabe que e salido
esta vez si me mata.
-Anda, vamos. Iremos Jacob, Patrick, tú y yo-suplica y
muerdo mi labio.
Odio que suplique, Suspiro resignada luego de diez súplicas
y Angie chilla alegre. Además ¿Qué malo puede pasar? Solo será una noche
y no creo que se de cuenta ¿verdad?
Ignacio pov's
Que se joda la mesa directiva. Que se
joda mi padre. Que se joda Savanna.
Que le den a todo el puñetero mundo
de mierda. Definitivamente la vida es
una mierda, no podrían ponermela más difícil.
Desde la mañana todo se a ido al
carajo, empezando por la junta de mi
padre y la mesa directiva.
-i¿Qué yo que?! -grito incrédulo y me
levanto de un tirón.- Ni de broma.
-Ya no tienes cinco años. Necesito que
el próximo dueño de esta empresa sea
alguien maduro y que siente cabeza.-
Dice mi padre y todos asienten. Jodidos lambe botas...
-¿Y Ostin es el que puede llevar todo
esto? -digo y señalo todo a nuestro
alrededor-. Es tan sólo un crió en el
cuerpo de alguien de 24. -Estoy hecho una furia.
-Pero tu hermana Jane no puede llevarbtodo ella sola -gruñe
papá.
No. Pero de seguro Peter si. Mi hermana mayor tan solo por
dos años ya esta casada. Aún no tiene hijos, eso se me hace raro. Pero da
igual, ya esta
grandecita y sabrá tomar decisiones.
-¡Por supuesto que no! -lo miro
con horror cuando vuelve a decir
"matrimonio".- ¡Puedo llevar esta
empresa perfectamente sin necesidad
de una mujer!
Todos en la sala me miran con miedo,
excepto mi padre. Él no se inmuta por
la mirada que le lanzo.
-Ya he dicho. Tu sabrás si lo haces o
no.- Dice entre dientes y se levantan.
Todos lo siguen-. Tienes hasta dentro
de un mes para casarte... No, espera,
dos semanas.
Abro los ojos de golpe y él sale. Debe
estarme tomando el pelo ¡¿2 jodidas
semanas?! ¡Esta loco! No pienso pedirle matrimonio a
Savanna.
La chica con la que paso buenos ratos.
Me dejo caer en la silla apenas la puerta se cierra y suelto
un largo gruñido. Joder... Saco mi celular y le mando un mensaje a Savanna
diciéndole que la veo en casa.
Vale, me casare con ella. Se que a ella le va a encantar la
idea de volverse asquerosamente rica y le bajare los humos un mes o dos después
de casarnos.
Savanna me responde que la veo en
la noche. Bien.
Termino de hacer todo, pero mi humor sigue igual. No quiero
que se me acerquen. Salgo a las ocho de la oficina, tomo el Jet y llego a la
ciudad en menos de dos horas.
Tuve que venir a la otra ciudad por ciertos motivos de
mierda que terminaré en casa. Newton me recoge en el aeropuerto y apenas lo
salu-
do.
El viaje a casa es una hora mas y eso
me tranquiliza un poco. Me encerrare
en casa, pondré música a todo volumen en mi iphod y mandare
a Savanna al carajo apenas le diga el plan.
Claro que no diré sobre dejarla en menos de un mes, hará un
escándalo y es lo menos que quiero en estos momentos.
-Dalton... -lo llamo y el me mira dereojo-. ¿Por que esta el
auto de mi
hermano aquí?
Su convertible negro esta estacionado
justo enfrente de la puerta de la
mansión y yo que sepa no vendría
hasta mañana.
-No lo sé -responde-. Cuando fui al
aeropuerto no estaba.
Me agrada que Dalton me hable de
manera informal. Pero ¿que demonios hace Ostin aquí?
El auto se detiene y bajo después de tomar mis cosas.
La puerta se abre al instante y veo
a Margaret recibirme con un cálido
abrazo. En estos momentos no se lo
puedo rechazar. Me agrada esta mujer, es como mi segunda
madre.
-¿Quieres la cena? -me pregunta
amable.
Niego y le sonrió un poco antes de
dirigirme a las escaleras ¿Donde estará?
Las subo en pocos segundos y camino
por el largo pasillo. Apenas paso la
primera puerta me detengo al escuchar un gemido. O es que
estoy sordo o ¿Eso fue un gemido? Sacudo la cabeza y camino a la puerta de
donde salen esos sonidos tan conocidos.
Tomo la manija y pego mi oído a la puerta.
-¡Si... Si... Más, duro!... ¡Dios, Ostin!.-
Vale, esto no pinta bien.
Abro la puerta de golpe y elevo las cejas al ver lo que
tengo enfrente de mi.
Savanna tirada en la cama, desnuda, con las piernasnelevadas
y sostenidas por...Ostin, que también está desnudo.
-¡Vaya!¡Que sorpresa! -digo mientras me acomodo en el marco
de la puerta.
Se aleja y Savanna comienza a decir un montón de cosas.
Ostin solo sonríe y se encoje de hombros. Reprimo una sonrisa y me pongo más
serio.
El maldito me a hecho en parte un gran favor, pero mis
planes se han ido al carajo.
-...amor. Yo no quería -dice la chillona
voz de la morena.
Hago una mueca cuando veo que
se acerca a mi, desnuda. No tiene
mal cuerpo, pero esta demasiado
operada para mi gusto. Coge bien,
pero no tan bien.
-¿Me dirás que mi hermano te puso
una pistola en la cabeza para que te
acostaras con él y fingirás chillar de
placer? -pregunto burlón.
Ella se queda petrificada y doy media
vuelta. Necesito salir. Savanna me
sigue hasta mi habitación que esta al
final del pasillo.
-¡Hey! -chilla y la ignoro olímpicamente.- ¡Te estoy
hablando!
Cierro la puerta en sus narices. Tomo
el teléfono, hago una llamada y cuelgo
apenas me dan la dirección. Doy
grandes zancadas hasta mi vestidor, me quito el traje y me
pongo ropa cómoda.
Salgo de la habitación y camino
rápidamente hasta la planta de abajo,
hacia la cocina. Tomo las llaves de uno de mis autos y medio