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Capítulo

¿Por que el mundo se empeña en hacerme esto? Gimo de dolor y me hago pequeña en el piso. Papá grita una vez más antes de salir y cerrar de un puertazo. Y así comienza mi cumpleaños, con golpes del salvaje que llamó papá y unas palabras de aliento para quitarme la vida. .................................... -¡Arriba, puta!.- Golpe. Grito. Me retuerzo mientras me arrastra por el pequeño pasillo de la casa y tira con más dureza de mi pobre cabello. Me lleva hasta la cocina, donde comienza a poner todo de cabeza y trato de mirar que hace. Las lágrimas se deslizan por mis mejillas y lloro con más fuerza. Definitivamente, ya no puedo vivir con esto. Ya no... -Haber si con esto aprendes -gruñe. Siento como tira con más fuerza y luego poco a poco siento el cabello más ligero. -¡NO! -grito y me retuerzo con más fuerza.- No. No. No. No. Mi cabello no... Grito y lloro mientras tusa mi cabello. Me quedo tirada en el piso mientras lloro y miro con dolor los cabellos largos color castaño. Mi padre sigue gritando y grita más fuerte cuando no ve cerveza en el refrigerador. Antes de que me pueda mover, estoy siendo, molida por golpe tras golpe tras golpe. ............................. -Buenos días -habla una voz fría. Frunzo el ceño. -¿Quien es? -pregunto bajo y miro al tipo que esta a un metro de mi. Da miedo. -Tu pase de salida. -¿Disculpa?.- ¿En verdad dijo eso? -Tengo un trato para ti -dice con el mismo tono de voz. Miro nerviosa a mi padre y veo que sonríe ampliamente. -¿Qué clase de trato? -Uno que te sacara del infierno del que vives. Pero tienes que hacer algo por mi.- Vale, me esta interesando esto. -No tengo muchas opciones ¿cierto? -Exacto. Entonces ¿que?... ¿Trato?.- Lo pienso y miro a mi padre. Zedd le entrega un maletín. Mi mejilla duele y me llevo de inmediato la mano a esa zona. No quiero seguir así. -Trato.- Acepto y la llamada se corta. Solo por salir de este infierno e aceptado algo que ni se de que se trata y ni con quien me estoy metiendo. Lo odie. Lo odie desde el momento en que lo vi parado en el altar esperando por mi vestido de traje y con sus fríos ojos recorriéndome por completo. -No tengo muchas opciones ¿cierto? -Exacto. Entonces ¿que?... ¿Trato? - Trato.

Capítulo 1 ☆CAPÍTULO 1

Dayan pov's

¿Por que el mundo se empeña en

hacerme esto?

Gimo de dolor y me hago pequeña en

el piso. Papá grita una vez más antes de salir y cerrar de

un puertazo.

Y así comienza mi cumpleaños, con

golpes del salvaje que llamó papá y

unas palabras de aliento para quitarme la vida. Es una

lastima, aunque quisiera cumplir sus deseos...no lo haré.

No echaré a la basura nueve años de

esfuerzo por sobrevivir, solo para que

los mande al carajo en cuestión de segundos. Soy cobarde,

pero no estúpida.

Me aferro a lo que llamo vida aunque

siga sufriendo y trato de sonreírle a la

vida que llevo.

La vida es una mierda.

El pequeño aparato que llamó teléfono comienza a timbrar y

me levanto con cuidado del piso.

Maldita sea, me duele todo.

Tomo el teléfono y gruño al ver

el nombre de Angela. Bonito momento para llamar, Agie.

Llamada telefónica

-¿Qué? -gruño apenas contesto.

-Vaya...alguien no está de humor.- No. La verdad es que no.

-¿Qué sucede, Angela? -hablo un poco

más tranquila.

Me dejo caer en la pequeña cama y

miro el techo lleno de moho. Hago una mueca y bajo la mirada

al pequeño estante lleno de libros.

-Hay que celebrar que cumples

18 años, Ton

-Que no me digas así -gruño y toco

mi abdomen.

Alejo la mano apenas toco y reprimo

un quejido. Esta vez, abra un lindo

cardenal.

-Vale, ya -dice y la imagino rodando los ojos.- ¿Entonces

hoy?

Me lo pienso y respondo que no. Ni

hablar, no quiero mas golpes por hoy. Si sabe que e salido

esta vez si me mata.

-Anda, vamos. Iremos Jacob, Patrick, tú y yo-suplica y

muerdo mi labio.

Odio que suplique, Suspiro resignada luego de diez súplicas

y Angie chilla alegre. Además ¿Qué malo puede pasar? Solo será una noche

y no creo que se de cuenta ¿verdad?

Ignacio pov's

Que se joda la mesa directiva. Que se

joda mi padre. Que se joda Savanna.

Que le den a todo el puñetero mundo

de mierda. Definitivamente la vida es

una mierda, no podrían ponermela más difícil.

Desde la mañana todo se a ido al

carajo, empezando por la junta de mi

padre y la mesa directiva.

-i¿Qué yo que?! -grito incrédulo y me

levanto de un tirón.- Ni de broma.

-Ya no tienes cinco años. Necesito que

el próximo dueño de esta empresa sea

alguien maduro y que siente cabeza.-

Dice mi padre y todos asienten. Jodidos lambe botas...

-¿Y Ostin es el que puede llevar todo

esto? -digo y señalo todo a nuestro

alrededor-. Es tan sólo un crió en el

cuerpo de alguien de 24. -Estoy hecho una furia.

-Pero tu hermana Jane no puede llevarbtodo ella sola -gruñe

papá.

No. Pero de seguro Peter si. Mi hermana mayor tan solo por

dos años ya esta casada. Aún no tiene hijos, eso se me hace raro. Pero da

igual, ya esta

grandecita y sabrá tomar decisiones.

-¡Por supuesto que no! -lo miro

con horror cuando vuelve a decir

"matrimonio".- ¡Puedo llevar esta

empresa perfectamente sin necesidad

de una mujer!

Todos en la sala me miran con miedo,

excepto mi padre. Él no se inmuta por

la mirada que le lanzo.

-Ya he dicho. Tu sabrás si lo haces o

no.- Dice entre dientes y se levantan.

Todos lo siguen-. Tienes hasta dentro

de un mes para casarte... No, espera,

dos semanas.

Abro los ojos de golpe y él sale. Debe

estarme tomando el pelo ¡¿2 jodidas

semanas?! ¡Esta loco! No pienso pedirle matrimonio a

Savanna.

La chica con la que paso buenos ratos.

Me dejo caer en la silla apenas la puerta se cierra y suelto

un largo gruñido. Joder... Saco mi celular y le mando un mensaje a Savanna

diciéndole que la veo en casa.

Vale, me casare con ella. Se que a ella le va a encantar la

idea de volverse asquerosamente rica y le bajare los humos un mes o dos después

de casarnos.

Savanna me responde que la veo en

la noche. Bien.

Termino de hacer todo, pero mi humor sigue igual. No quiero

que se me acerquen. Salgo a las ocho de la oficina, tomo el Jet y llego a la

ciudad en menos de dos horas.

Tuve que venir a la otra ciudad por ciertos motivos de

mierda que terminaré en casa. Newton me recoge en el aeropuerto y apenas lo

salu-

do.

El viaje a casa es una hora mas y eso

me tranquiliza un poco. Me encerrare

en casa, pondré música a todo volumen en mi iphod y mandare

a Savanna al carajo apenas le diga el plan.

Claro que no diré sobre dejarla en menos de un mes, hará un

escándalo y es lo menos que quiero en estos momentos.

-Dalton... -lo llamo y el me mira dereojo-. ¿Por que esta el

auto de mi

hermano aquí?

Su convertible negro esta estacionado

justo enfrente de la puerta de la

mansión y yo que sepa no vendría

hasta mañana.

-No lo sé -responde-. Cuando fui al

aeropuerto no estaba.

Me agrada que Dalton me hable de

manera informal. Pero ¿que demonios hace Ostin aquí?

El auto se detiene y bajo después de tomar mis cosas.

La puerta se abre al instante y veo

a Margaret recibirme con un cálido

abrazo. En estos momentos no se lo

puedo rechazar. Me agrada esta mujer, es como mi segunda

madre.

-¿Quieres la cena? -me pregunta

amable.

Niego y le sonrió un poco antes de

dirigirme a las escaleras ¿Donde estará?

Las subo en pocos segundos y camino

por el largo pasillo. Apenas paso la

primera puerta me detengo al escuchar un gemido. O es que

estoy sordo o ¿Eso fue un gemido? Sacudo la cabeza y camino a la puerta de

donde salen esos sonidos tan conocidos.

Tomo la manija y pego mi oído a la puerta.

-¡Si... Si... Más, duro!... ¡Dios, Ostin!.-

Vale, esto no pinta bien.

Abro la puerta de golpe y elevo las cejas al ver lo que

tengo enfrente de mi.

Savanna tirada en la cama, desnuda, con las piernasnelevadas

y sostenidas por...Ostin, que también está desnudo.

-¡Vaya!¡Que sorpresa! -digo mientras me acomodo en el marco

de la puerta.

Se aleja y Savanna comienza a decir un montón de cosas.

Ostin solo sonríe y se encoje de hombros. Reprimo una sonrisa y me pongo más

serio.

El maldito me a hecho en parte un gran favor, pero mis

planes se han ido al carajo.

-...amor. Yo no quería -dice la chillona

voz de la morena.

Hago una mueca cuando veo que

se acerca a mi, desnuda. No tiene

mal cuerpo, pero esta demasiado

operada para mi gusto. Coge bien,

pero no tan bien.

-¿Me dirás que mi hermano te puso

una pistola en la cabeza para que te

acostaras con él y fingirás chillar de

placer? -pregunto burlón.

Ella se queda petrificada y doy media

vuelta. Necesito salir. Savanna me

sigue hasta mi habitación que esta al

final del pasillo.

-¡Hey! -chilla y la ignoro olímpicamente.- ¡Te estoy

hablando!

Cierro la puerta en sus narices. Tomo

el teléfono, hago una llamada y cuelgo

apenas me dan la dirección. Doy

grandes zancadas hasta mi vestidor, me quito el traje y me

pongo ropa cómoda.

Salgo de la habitación y camino

rápidamente hasta la planta de abajo,

hacia la cocina. Tomo las llaves de uno de mis autos y medio

corro al garaje.

Lo que menos quiero en estos momentos es un encuentro con la

escandalosa de Savanna.

Abro la puerta del Audi, subo y arranco a toda velocidad

apenas

las puertas se corren para dar paso a

mi salida.

Por el retrovisor logro ver a la loca morena chillar y

maldecir cuando me ve alejarme.

Conduzco hasta el club que me a dicho Zedd y entro sin

ningún

problema. Siento varios ojos puestos en mi, pero las ignoro

y voy a la zona Vip.

Dejo caer mi trasero alado del rubio de ojos verdes y de

inmediato tengo una cerveza en mis narices.

-¡Es bueno verte!.- Asiento y miro como Zedd saca unos

¿binoculares? ¿Qué demonios hace con eso? Lo miro arqueando

una ceja y él se encoje de hombros.

-No quiero preguntar -niego y él

muestra su amplia sonrisa.

Doy largos tragos a mi cerveza hasta

que la termino y aparece otra como por arte de magia. Sigo

así por un largo tiempo hasta que me aburro y le pido los binoculares a Zedd.

Me los pasa y veo antes de apartar la mirada de él, como una

rubia falsa se sienta en sus piernas. Con los binoculares observo todo y me

detengo en la pista de baile, bueno, más bien alguien.

Una chica de vestido negro se mueve

de una manera envolvente...me atrae

mejor dicho.

La forma en que se pierde en la música me hace mirarla por

mucho tiempo....

Recorro su cuerpo y me deleito con sus fascinantes curvas.

El vestido negro realza su menuda figura y de inmediato saco conclusiones. No

debe de ser muy alta...uno metro sesenta y siete, delgada, buen cuerpo y solo

quisiera ver su rostro...

Creo que el mundo se pone de mi

lado en este momento, porque logró ver su rostro. Es

hermosa. Muy hermosa.

Maldito Zedd, su perversión sirve de

algo en este momento.

-¿Algo bueno?.- Solo muevo la cabeza en dirección a la chica

y le paso los binoculares.

Observó a mi alrededor y veo sus

guardaespaldas a un par de metro

se nosotros. Hago una mueca y miro

a mi amigo. Este me mira con una

sonrisa ladeada.

-¿Quieres saber quién es ella?.- Asiento y él también

asiente.

Doy largos tragos a mi nueva cerveza y observó a la chica.

Solo rezo por que

este plan si salga.

DAYAN POV'S

-¡Arriba, puta!.- Golpe. Grito.

Me retuerzo mientras me arrastra por

el pequeño pasillo de la casa y tira con

más dureza de mi pobre cabello.

Me lleva hasta la cocina, donde comienza a poner todo de

cabeza y trato de mirar que hace.

Las lágrimas se deslizan por

mis mejillas y lloro con más fuerza.

Definitivamente, ya no puedo vivir

con esto. Ya no...

-Haber si con esto aprendes -gruñe.

Siento como tira con más fuerza y luego poco a poco siento

el cabello más ligero.

-¡NO! -grito y me retuerzo con

más fuerza.- No. No. No. No. Mi cabello no...

Grito y lloro mientras tusa mi cabello.

Me quedo tirada en el piso mientras

lloro y miro con dolor los cabellos

largos color castaño. Mi padre sigue

gritando y grita más fuerte cuando no

ve cerveza en el refrigerador.

Antes de que me pueda mover, estoy siendo, molida por golpe

tras golpe tras golpe.

Ya no puedo gritar. Ya ni puedo luchar.

-Eres una maldita puta igual que

tu madre.

Yo no soy como ella.

Después de llegar del club al que fuimos regrese a casa sin ser

vista,

o eso pensé hace unas horas.

Estaba durmiendo cuando comenzó todo y de eso hace dos

horas. Llevo dos horas siendo golpeada por el hombre que me engendro.

Los golpes cesan cuando el timbre

suena y mi padre me hace callar de una bofetada.

Me arrastra hasta mi habitación y desaparece por la puerta.

Lloro

sin control tirada en el piso y me hago

pequeña. Dios...ya no puedo con esto.

-Ya no puedo...

Escucho a mi padre hablar muy alto

y me muevo para ver quien es. Por el

hueco de la puerta veo a un hombre de traje...muy atractivo.

Esta hablando con mi padre y de la nada, nuestros ojos conectan.

De inmediato retrocedo y mi subconsciente me grita. Esto

podría ser nuestro pase de salida. Que idiota soy.

-¡Dayan!.- Doy un respingo y me petrifico.- ¡Dayan! ¡Ven!.-

Rayos...

Joder...

Limpio mi rostro, arreglo mi ropa y

salgo con cuidado. Todo me duele. En

verdad que todo.

Me acerco a la puerta y veo varios

hombres vestidos de negro. Pero entre

todos esos, me llama la atención uno en especial. El chico

que estaba hablando con mi padre. Si es atractivo. Lleva un traje azul, alto,

cabello rubio y ojos verdes

- Hola, soy Zedd Mattews -se presenta.

Hago un movimiento de mano y él me

mira con ¿sorpresa? Bueno, estoy segura que mi cara no es la

mejor de todo.nDebo de tener varios golpes en la cara.

-Alguien quiere hablar contigo.-

Lo miro y mi mirada baja a su

mano. Me tiende el celular y camino

titubeando hacia él. Lo tomo y lo

coloco en mi oreja.

-¿Hola?

-Buenos días -habla una voz fría.

Frunzo el ceño.

-¿Quien es? -pregunto bajo y miro al

tipo que esta a un metro de mi.

Da miedo.

-Tu pase de salida.

-¿Disculpa?.- ¿En verdad dijo eso?

-Tengo un trato para ti -dice con el

mismo tono de voz.

Miro nerviosa a mi padre y veo que

sonríe ampliamente.

-¿Qué clase de trato?

-Uno que te sacara del infierno del

que vives. Pero tienes que hacer

algo por mi.- Vale, me esta interesando esto.

-No tengo muchas opciones ¿cierto?

-Exacto. Entonces ¿que?... ¿Trato?.-

Lo pienso y miro a mi padre. Zedd le

entrega un maletín. Mi mejilla duele y

me llevo de inmediato la mano a esa

zona. No quiero seguir así.

-Trato.- Acepto y la llamada se corta.

Solo por salir de este infierno e aceptado algo que ni se de

que se trata y ni con quien me estoy metiendo.

Solo se que tiene una voz potente y fría. Camino de regreso

y le entrego el celular.

Antes de que me de cuenta estoy de nuevo dentro de la casa.

Caigo al piso y miro con odio a mi padre.

-Felicidades, zorra. Vivirás como

una princesa.

Nunca entendí esas palabras. No en ese momento. Pero tan

poco sabía que mi vida cambiaría con esa llamada.

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