Alex.
22:45 ― São Paulo. - Brasil.
Mierda, terminé quedándome hasta tarde en la biblioteca de la universidad otra vez, esta es la segunda vez que termino llegando tarde y perdiendo el autobús, realmente odio ir a la universidad por la noche. Además de demorarme mucho, también es muy peligroso caminar a esta hora de la noche, pueden pasar varias cosas como, me asaltan, me matan. “Mi madre tiene razón, pienso muy negativamente las cosas.
Me alivia un poco ver que ya estoy cerca de mi parada, crucé la calle y caminé rápido, de la nada, de verdad, de la nada aparece un patrullero a mi lado.
- ¡Colina! - Dijo el policía saliendo del auto.
“Cálmate, no hice nada malo. Dije levantando mis brazos en señal de redención.
“Ya juzgaremos eso.
Me empujó brutalmente contra la pared y me empezaron a registrar, se bajó su amigo del auto y me quitó la mochila.
“Oye, solo hay libros allí. - Dije un poco indignado por eso.
Solo quería irme a casa, ¿por qué esto solo me pasa a mí? Esta mala suerte mía es maravillosa.
- Voy a revisar. Se alejó hacia el coche con mi mochila.
Dejé escapar un suspiro ante eso y el policía se alejó de mí.
“Mira lo que encontré en esa bolsa, Antonio. Me giré para ver lo que había encontrado.
"¡¡Eso no es mío!! - Acabé gritando de rabia al ver un kilo de marihuana en tu mano.
“Todo el mundo siempre dice eso, ¡estás bajo arresto!
- ¿¡¡Qué!!?
Este Antonio me arrestó y me estaba subiendo al auto.
“¡¡Ustedes fueron los que lo pusieron ahí!! ¡No tengo nada que ver con las drogas!
“Si sigues gritando así, te dispararé y nadie sabrá quién lo hizo. “Eso me hizo callar.
¿Por qué me está pasando esto? ¡¡Tonterías!!
Observo la forma en que van, noto que ya está cerca del Distrito de Policía- Casa Verde.