Rut
-Te amo más que a nada en este mundo y quiero estar contigo siempre ya es hora de que el mundo lo sepa. - Dijo Víctor en una gran reunión de amigos mientras se ahogaba en desesperación por creer perder a la mujer de sus sueños.
Mientras yo me sentía impactada por lo que acababa de oír de la boca del novio de mi mejor amiga pues era algo que jamás hubiera esperado estando segura de que él era una de las mejores personas que conocían. Después de todo había estado enamorada de él desde que era una niña y ya hacía un tiempo que me había convencido de que no era correspondida sobre todo luego de darme cuenta de que el salía con mi amiga.
A pesar de que Víctor fue quien me dio mi primer beso, ya hacía un tiempo que no mostraba ningún tipo de interés por mí, más que una linda amistad. Por esta razón ya me había propuesto con toda mi fuerza a olvidarme de él. Aunque no se me había hecho tan fácil ya sentía que él estaba saliendo de mis pensamientos.
Víctor era un chico muy elegante como un galán salido directamente de las revistas, era alto con un cuerpo perfectamente tallado de piel clara, ojos azules, cabello negro y unos labios gruesos capaces de volver loca a todas las chicas que lo conocían. Tal vez por eso nos había envuelto en sus redes a mi mejor amiga y a mí.
-Víctor, creo que estas borracho y no sabes lo que dices - le respondí sumamente confundida, mientras miraba a Bea pues no quería perderme su reacción.
Bea se encontraba sorprendida e indignada con el rostro en sonrojado mirando fijamente la cara de su novio mientras era capaz de provocar tal desatino.
-No te confundas Rut puede que esté algo tomado, pero estoy en mis cabales, se lo que estoy diciendo y sé que te he amado desde siempre – me dijo sin importarle la profunda herida que estaba causando en el corazón de mi amiga.
-Víctor no es justo que digas eso frente a tu novia
-Rut, Rut, Rut, como siempre estás pensando en ella primero que, en ti misma, por eso nunca le dijiste que me quería, aunque ella siempre lo supo, ¿no es cierto Bea? Y por su puesto a ella no le importo nunca lo que sentías tu – respondió mientras la miraba con gran rencor.
Víctor se paró frente a Bea y le gritó delante de todos que había escuchado como ella y su hermana se burlaban de mi por haber sido una tonta incapaz de luchar por la persona que amaba. Y como había aprovechado la situación de mi viaje para desviar la vista de Víctor hacia ella. El escuchó todo sobre cómo le había mentido a cerca de mi viaje y todo lo que había hecho para que el no confiara en mí.
Al igual que Víctor me sentí indignada y herida. Era muy difícil creer todo lo que estaba escuchando. Bea y yo habíamos sido amigas desde siempre. ¿Cómo había sido capaz de realizar esas jugadas en mi contra?
Salí corriendo de la fiesta, sentía un gran nudo en mi garganta y como se deprendía mi corazón. Estaba herida y dolía, consideraba mi mejor amiga a una enemiga peligrosa.
Llegué a mi casa hundida en lo más profundo de mis pensamientos. Yo sabía que siempre fui buena amiga y creí que Bea me había correspondido de la misma manera todo el tiempo. Además, siempre quise ocultar mis sentimientos hacia Víctor desde que vi como Bea lo miraba, me aparté de su camino por su propio bien. Era muy difícil creer que Ella era capaz de hacerme daño sin ningún remordimiento, a pesar de que Carmen y Adriana ya me lo habían advertido.
Carmen y Adriana siempre pensaron que no debía esconder lo que sentía por Víctor. Ellas siempre me decían que hacíamos una hermosa pareja y que el egoísmo de Bea no debía separarnos. A Víctor siempre se le notó lo mucho que me quería. Aunque nunca entendí por qué comenzó a salir con Bea.
¿Por qué con Bea? Si todas las chicas pensaban que él era un galán y estarían feliz de salir con él.
Narra la autora
La verdad es que, aunque yo nunca estuve enamorado de Bea, creía que ella era una gran chica que me amaba y se merecía ser feliz.
Desde siempre había mostrado mi interés especial por Rut, pero cuando Rut se fue de viaje comencé a hablar mucho con Bea y ella aprovechó el momento para decirme que Rut no estaba sola de viaje, pues encontraba con su novio que era de otra ciudad. Me sentí sin esperanza e incluso algo engañado. Siempre creí que Rut le correspondía a mis sentimientos. Fue en ese momento cuando decidí dejar la puerta de mi corazón abierta para que Bea pudiera entrar. Después de todo ella era la mejor amiga de Rut y no sería capaz de inventarse algo así de su amiga.
Lo que termino de eliminar todas mis esperanzas fue la felicidad que Rut mostró al darse cuenta de que Bea y yo estábamos saliendo. En el fondo esperaba verla celosa y dolida, pero no, ella solo estaba feliz como si fuera algo que había deseado. Además, luego de su regrese la he notado muy distante, incluso la he atrapado viendo a Daniel con cara de enamorada, eso es algo que no quiero siquiera imaginar.
Narra Rut
Me siento realmente confundida, yo creía que al fin me había olvidado de Víctor y que sentía algo muy fuerte por Daniel. Al menos durante los meses que estuve fuera, descubrí lo mucho que me gustaba pasar tiempo con Daniel y lo extrañé más que a nadie. Pero después de lo que hizo Víctor anoche y de su confesión de amor delante de todos no sé qué pensar. Siempre quise olvidar a Víctor para que Bea tuviera el camino libre y pudiera ser feliz y acabo de descubrir que ella no merecía mi sacrificio.
Me encontraba sentada en mi cama con la mirada perdida en mi interior cuando se abrió la puerta de mi habitación y entró Adriana llena de curiosidad. Quería saber que pasaba por mi cabeza luego del escándalo que había provocado Víctor en su propia fiesta de cumpleaños.
-Me estoy enamorando de Daniel - dije con mi corazón lleno de dudas mientras miraba a Adriana con una mirada de auxilio, rogándole con mis ojos que me ayudara a salir de mi confusión.
Adriana no pareció sorprenderse con mi confesión. Ella sabía todo sobre lo tierno que siempre había sido Daniel. Pero aun así no creía que me convenia estar con él, pues podía recordar lo lindo que también era con Rosa y como en un tiempo me estuvo enamorando mientras era el novio de ella.
-Yo sabía que esto sucedería tarde o temprano – me dijo con preocupación pues no confiaba en el amor que Daniel decía sentir por mi – por esto quería que las cosas se aclararan a tiempo con Víctor ustedes hubieran sido la pareja perfecta y tu no hubiera prestado atención a las palabras de Daniel.
-Adriana, tú sabes que Daniel está arrepentido, recuerda que fue el mismo quien me dijo lo que estaba pasando con Rosa. Luego, terminó con ella porque se dio cuenta que lo que hacía estaba mal, saliendo con ella mientras me amaba a mí – le respondí sabiendo lo difícil que era para ella volver a confiar en las personas.
-Lo sé y también recuerdo el dolor en los ojos de Rosa cuando tuvo que pasar por esta situación, y aun no estoy segura de que Daniel no te haría lo mismo a ti.
-Algo me dice que no será así, siento en su mirada sinceridad, cada vez que dice que me quiere. Además, se ha esforzado mucho para demostrarme que ha cambiado.
-Rut yo soy tu hermana y tu amiga y en serio no quiero verte con el corazón destrozado, dale tiempo a Daniel de que pueda demostrar que merece tu corazón.
Daniel era un chico muy apuesto de piel blanca y ojos canelo con su cabello muy abundante y castaño, su cuerpo parecía tallado a manos de los dioses. Tenía todo lo que necesitaba para llamar la atención de las chicas a su alrededor. Además, era muy amable, atento, cariñoso y muy divertido. Solía ser el alma de las fiestas. Siempre que se reunían Adriana y él se encargaban de que la reunión sea un mar de risas y alegría. Lo malo sobre él era que sabía que era todas esas cosas y hubo un tiempo en el que se aprovechaba de esto para salir con cada chica que llamara su atención.
Adriana se despidió de mí pues debía irse a su trabajo. Era una gran abogada y tenía un gran juicio el día de hoy fuera del país.
Cuando me quedé sola me puse a pensar con tristeza en Bea, necesitaba respuestas. Habíamos tenido una amistad intachable por años. Tal vez Víctor se había confundido y las cosas no habían sido exactamente, así como él dijo. Necesitaba ir a buscarla para darle la oportunidad de explicarlo todo.