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Los Merodeadores de Fronteras

Chapter 6 LA CONCESIóN.

Word Count: 3139    |    Released on: 04/12/2017

lto Misuri, ese río majestuoso de aguas claras y limpias, en cuyas orillas se alzan hoy tantas ciudades y pueblos prósperos y florecientes, cuya corriente surcan en todas direcciones los magníficos vapores americanos, per

iderables del Misuri, se extiende un ancho valle cerrado en un lado por monta?as

n gran número en un mismo sitio, por temor de tener que sufrir el hambre; pero la posición de la aldea estaba tan bien escogida que esta vez los indios prescindieron de su costumbre. En efecto, por un lado el bosque les suministraba más caza de la que podían consumir; por otro el río abundaba en peces de todas clases y de un sabor delicioso; y las praderas que les rodeaban estaban cubiertas todo el a?o de una yerba crecida y sustanciosa que ofrecía excelente pasto para los caballos. Hacía varios siglos quizás que lo

o y el incendio se habían extendido cual un sudario siniestro por todo el vall

do, y su presencia en aquel rincón de tierra, nuevo para ellos, y su toma de po

r que aquel relato era exacto y fiel en todas sus partes, y que el jefe, al hacerle, lejos de recargarle con

los pieles rojas, y describiremos en pocas palabras la manera en que los nuevos colonos se habí

ueron due?os absolutos del terreno,

ones de terrenos en las fronteras de la República más amenazadas por los indios. Esta costumbre ofrecía la doble ventaja de extender paulatinamente los límites del territorio americano; rechazando

de este celebre fundador de la República americana, a todas las batallas dadas a los ingleses: herido de gravedad en el sitio de Boston, con gran sentimiento suyo se vio

arenta y cinco a?os, aunque representaba diez más por lo menos, por las innu

enía impresa esa expresión de enérgica voluntad mezclada con indiferencia, rasgo peculiar de la fisonomía de los hombres cuya existencia no ha sido sino una serie continua de peligros vencidos. Su cabel

on una preciosa joven a quien adoraba, e

adores, y tenía un carácter dulce y modesto. A pesar de ser mucho más joven que su marido,

as íntimas de la familia, se verificó en él una revolución completa; le inspiró súbita

amente después de su ejecución. Por eso, tan luego como se le ocurrió la idea de retirarse del s

ara vestirse el traje de paisano. La vida monótona de las ciudades de la Unión nada agradable podía ofrecer para un antiguo s

jó en un término medio que, a su modo de ver, debía salvar lo que la

ndia, desmontar aquel terreno con sus enganchados y sus criados, y vivir al

sirviendo activamente a su país, puesto que plantaba los primeros jalones de una prosperidad futura, y hacía surgir

s continuas de los pieles rojas, y en oponerse a sus incursiones. Así pues, tenía un conocimiento superficial, si se quiere, pero

sobre todo, cuyo recuerdo quedaba pertinazmente grabado en su memoria: era él de un valle delicioso que vislumbró un día como en un sue?o, después de una cacería verificada en compa?ía d

más mínimos pormenores. Esta obstinación de su memoria para representarle de continuo aquel rincón de tierra, concluyó por fascinar en tal manera la mente del ca

, los servicios de su padre y los suyos hablaban muy alto en su favor, y por lo

mejor le conviniese; pero el capitán hacía mucho tiempo que había escogido el que quería. Rechazó los planos que le presentaban, sacó de su bolsillo

amigo del capitán, y no pudo contener

o, lo que quería cometer el capitán; le sería imposible mantenerse en medio de las tribus belicosas, que le envolverían por todas partes. No t

de idea, el capitán solo respondía con un movimiento de cabeza acompa?ado de

yó por decirle de una manera terminante que era imposible darle tal concesión, porque aquel territo

o, convencido de que el capitán nada podría oponerle y s

ado: no conocía tan bien como se l

mpa?ado su peroración, sacó fríamente de otro bolsillo un segundo pedazo d

terrogadora; el capitán le hizo una se?a con la

nta el modo de proceder del veterano, sospechaba qu

un instante, le tiró encima de la me

de la tribu de los Pawnees-Serpientes, en su nombre y en el de los demás jefes de la nación, mediante cincuenta fusiles, catorce docenas de cuchillos de des

su jeroglífico al pie del acta de

falso, pues en este asunto el capitán había

obar al capitán, y después con el fin de vengarse de sus compatriotas, porque sabía muy bien que si Watt obtenía la autorización del gobierno, no vacilaría para apoderarse del valle,

hubo de confesarse vencido y dar, de buen o mal grado, la

bida forma, firmados y autorizados con el gran sello, el capitán

bién en un desmonte poco lejano de la frontera, estaba casi familiarizada con los indios, y la costumbre de verlos le habí

mujer, puso manos a la obra con la a

se pueden encontrar, en el espacio de veinticuatro horas, los hombres y las cosas

bía adoptado; y por lo tanto, quería precaverse en lo posible contra todas las eventualidades, y procurar la segur

ento viejo, llamado Walter Bothrel, que había servido bajo sus órdenes durante cerca de quince a?os, y que a la primera noticia que tuvo de la declaración de retiro de su jefe, fue a busca

onocía a fondo a su sargento, especie de perro por lo fiel, hombre

l destacamento de cazadores que se proponía llevar consigo para def

todas las cosas, y muy luego encontró en la misma compa?ía del capitán treinta hombres re

so por cinco a?os, con arreglo al cual, trascurrido este espacio de tiempo, y mediante un ligero censo, serían due?os del terreno que el

nte, se pusieron en marcha para dirigirse al territorio de la concesión. Era a mediados de mayo, y llevaban consigo una larga hil

e había encargado, y que durante un largo viaje de cerca de tres meses, atravesando desiertos infestados de fieras de todas clases y surcados en todas

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1 Chapter 1 EL FUGITIVO.2 Chapter 2 QUONIAM.3 Chapter 3 NEGRO Y BLANCO.4 Chapter 4 LA MANADA.5 Chapter 5 EL CIERVO-NEGRO.6 Chapter 6 LA CONCESIóN.7 Chapter 7 CARA DE MONO.8 Chapter 8 LA DECLARACIóN DE GUERRA.9 Chapter 9 LOS PAWNEES SERPIENTES.10 Chapter 10 LA BATALLA.11 Chapter 11 LA VENTA DEL POTRERO.12 Chapter 12 CONVERSACIóN.13 Chapter 13 CARMELA.14 Chapter 14 LA CONDUCTA DE PLATA.15 Chapter 15 EL ALTO.16 Chapter 16 RESUMEN POLíTICO.17 Chapter 17 TRANQUILO.18 Chapter 18 LANZI.19 Chapter 19 LA CAZA.20 Chapter 20 CONFIDENCIAS.21 Chapter 21 EL JAGUAR.22 Chapter 22 EL ZORRO-AZUL.23 Chapter 23 EL DESOLLADOR-BLANCO.24 Chapter 24 DESPUéS DEL COMBATE.25 Chapter 25 UNA EXPLICACIóN.26 Chapter 26 EL PARTE.27 Chapter 27 EL GUíA.28 Chapter 28 JOHN DAVIS.29 Chapter 29 EL TRATO.30 Chapter 30 El fugitivo.31 Chapter 31 Quoniam.32 Chapter 32 Negro y blanco.33 Chapter 33 La manada.34 Chapter 34 El Ciervo-Negro.35 Chapter 35 La concesión.36 Chapter 36 Cara de Mono.37 Chapter 37 La declaración de guerra.38 Chapter 38 Los Pawnees-Serpientes.39 Chapter 39 La batalla.40 Chapter 40 La venta del Potrero.41 Chapter 41 Conversación.42 Chapter 42 Carmela.43 Chapter 43 La conducta de plata.44 Chapter 44 El alto.45 Chapter 45 Resumen político.46 Chapter 46 Tranquilo.47 Chapter 47 Lanzi.48 Chapter 48 La caza.49 Chapter 49 Confidencias.50 Chapter 50 El Jaguar.51 Chapter 51 El Zorro-Azul.52 Chapter 52 El Desollador-Blanco.53 Chapter 53 Después del combate.54 Chapter 54 Una explicación.55 Chapter 55 El parte.56 Chapter 56 El guía.57 Chapter 57 John Davis.58 Chapter 58 El trato.59 Chapter 59 La emboscada.