Los Merodeadores de Fronteras
os de esta narración que puede
profesan a las comarcas en que han nacido un cari?o
fes principales de la tribu de los Pawnees-Serpientes: esto era muy cierto; solo que se
llegado ya el momen
indio, estaba completamente desprovisto de creencias religiosas y de esas debilidades y esa credulidad supersticiosa a q
omprender lo bueno y lo malo de aquella civilización, y de mantenerse en un justo límite, como sucede siempre en tales circunstancias, se había dejado seducir po
e estuvieron en tan total desacuerdo con lo que se hacía y se decía en torno
os sacerdotes, es decir, los brujos, a quienes en v
hundieron sus proyectos ambiciosos; todas sus intrigas fracasaron, pues una oposición sorda derribaba
s, y aguardando con la paciencia astuta que constituía el fondo de su carácter a que la casualidad llegase a revelarle el nombre del hombre en quien debía recaer su venganza. Como
pero un día en pleno consejo, a consecuencia de una discusión bastante fuerte, se dejó arrebatar por la ira, y precipitándose sobre el desventurad
acto los jefes le expulsaron del territorio de la nación, negándole el fuego y el agu
ión de esta sentencia, se alejó con el corazón henchi
o esa venganza que por tanto tiempo anhelara, se verificó una trasformación singular en el corazón de aquel hombre. La vista de aquella comarca en que él nació y en donde descansaban
que los americanos se ocupaban en variar el aspecto de la comarca y en destruir sus árboles seculares, cuya sombra había cobijado los consejos celebrados por su nación, todas estas razones reunidas le habí
ición a los amigos nuevos e
anzado a una senda fatal en la que cada pas
ontacto con sus compatriotas. Estos vagaban dispersos y lle
la noticia de las calamidades que de improviso habían caído sobre ellos era la causa exclusiva de su llegada; que si hubiesen continuado siendo felices, nunca le habrían visto; pero que ante una catástrofe tan e
persuadirles de la pureza de sus intenciones y de su buena fe. Entonces, con la diabólica inteligencia de que se hallaba dotado, urdió una vasta trama contra los americanos, trama en la cual tuvo
bres conservaban contra él una desconfianza instintiva, y vigilaban con el mayor cuidado todos su
ubiese llegado a ser tan amigo de los americanos: varias veces le había pedido explicaciones acerca
atenerse respecto de aquel hombre cuyos manejos le parecían cada vez más sospechosos, consiguió que en el gran c
migos suyos; pero disimuló su resentimiento con tanto más motivo, cuanto que las cosas estab
ro partieron con el encargo de decl
migo mientras iban andando, o estoy seguro de qu
cree
de que el muy tuno juega con dos barajas, y
él; pero no puedo creer qu
atenernos; pero en todo c
uál
or que V. la manera en que es preciso o
l Ciervo-Negro, obrará
ferido en el capítulo precedente la manera en que fueron
puede parecer extraordinaria; pero no hay que equivocarse: los pieles rojas tienen un carácter eminentemente caballeresco, y a no ser que se trate de una
enes, debemos confesarlo para su vergüenza eterna, carecen por completo de él, es él que
s dos hombres sus caballos, que habían dejado
nquilo, ?qué pien
siempre nos ha hecho traición; es ev
iensa V
sería peligroso arrancarle
de ese traidor entre nosotros no pue
e venir
o permítame V.
cho a mi
a, se ha obstinado V. en declarar la guerra a ese Cuchillo Largo del
ió de una maner
e ha dejado enga?ar
tiendo a
e mi hermano como se ha
asta ahora nunca he tenido ningún terreno que vender
s voy a decírse
struirme, y luego eso podrá servirme en
expone su petición: las condiciones son discutidas: si las dos partes contratantes se ponen de acuerdo, el brujo principal de la nación dibuja un plano del territorio; el rostro pálido ent
ranquilo, eso
za Gris? ?Dónde están los sachems que han tratado con
eso le sería difíci
o le enga?aba; pero el territorio le convenía y contaba con la
prob
nconsiderada, ha creído resolver todas las dificultades ofreciéndonos algunos bultos
ijo el caza
de ella: solo me refiero a los Cuchillos Largos del Oeste. ?Sigue creye
e habrá dejado arrebatar por la cólera; pero tiene V. tantos motivo
contar con la coope
sigue siendo la que era, es decir, justa. Es de
mi hermano; su rifl
o de adoptar una determinac
respondió el je
una vasta explanada en cuyo centr
te, estaban tendidos sobre la yerba en diferentes puntos, mientras que su
se hallaban colocados varios je
dirigieron con rapidez hacia aquella hoguera, por del
os aguardaban su llegada con impaciencia, nadie les interrogó, pues la etiquet
luido, sacudió las cenizas de la
da; las flechas ensangrentadas han s
jefes inclinaron la cabez
o se acercó
mano el Ciervo-Ne
dió el jefe
mano? repuso Cara d
dirigió una mirad
miento del jefe, puesto que el consejo
onces el Zorro-Azul; ?se van a q
omó la pala
e momento velan; vuelvan mis hermanos a montar a
ron un ademán d
bierta, dijo
una sonrisa feroz, mi hermano es hábi
ro de improviso el Ciervo-Negro se levantó, se precipitó sobre él, y apoyándo
no adivinaban, cambiaban entre sí miradas de sorpresa, aunque sin
e intentando desembarazarse de la férrea p
l Espíritu del mal el
niestra, y sacando de su cinto el cuchillo
ha vendido sus hermanos a los
ción de sabiduría y de lealtad; nadie puso en duda la acusación que acababa de pronuncia
era, produjo un relámpago siniestro; pero Cara de Mono, haciendo un esfuerzo supremo, logró desemba
ortó un poco las carnes sin causar he
dos se levantaron tumultuosamente para
Apresuraos a atacar a los rostros pálidos antes de que ese miserable haya
encia de este consejo, y los indi