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Los Merodeadores de Fronteras

Chapter 10 LA BATALLA.

Word Count: 2827    |    Released on: 04/12/2017

l capitán Watt había reunido delante de la

es ascendía a sesenta y dos

efecto, en el viejo mundo ha pasado para siempre, por fortuna, el tiempo de las Marfisas y las Bradamantas, y mer

í: muchas veces, cuando el grito de guerra de los indios llega a resonar súbitamente en los oídos de los colonos, las mujeres se ven oblig

ojos de ángel que, en ocasiones dadas, han cumplido valerosamente con su deb

do en la frontera india; varias veces olió la pólvora y vio correr la sangre, y además era madre. Se trataba de

e la colonia, y todas se habían armado, resueltas

y mujeres, el capitán tenía en tor

ra, a quien hasta entonces había visto tan tímida y obediente, se negó terminantemente

n se reservó el mando de una partida de veinticuatro cazadores, destinada a acudir a los puntos que se hallasen más expuestos. Las mujeres, bajo las ó

canadiense y el jefe Pawnee se marcharon de la colonia.

llaba en orden; y después de haber mandado apagar todos los fuegos, salió secretamente de la colonia

tan solo de Bothrel y de un cazador llamado Bob, mozo resue

ue sirviese a la vuelta, y los tres hombres se desliza

centenar de metros de la co

él para oírle, les he escogido a VV. porque la expedición que vamos

trata? pregu

r fuego a los árboles cortados y amontonados de trecho en trecho, y a las raíces reunidas también en montones. En ocasiones dadas es preciso saber hacer sacrificios. Esas ho

xcelente, res

ya encendidas dos o tres hogueras, si nosotros los vemos, tampoco ellos dejarán de vernos. Cada uno de nosotros se va a proveer de los objetos necesarios, y con la rapidez de nuestros movimientos procuraremos frust

es los combustibles y las mater

luego otra, después otra, al cabo de un cua

go creció la llama, tomó consistencia, y muy pronto toda la llanura se

sin llamar la atención de los indios. Se apresuraron a regresar a todo correr a los atrincheramientos. Ya era tiempo, porque de improviso resonó detrás de ellos un grito

de los americanos, pues estos habían pasado

s indios: varios cayeron del caballo y los demás

oco al capitán: merced a su feliz ocurrencia era impos

ue los americanos aprovecharon

hogueras inmensas; creyeron que era un ardid de los indios; pero muy luego quedaron desenga?ados con el regreso de

do a su proyectado ataque, y según toda pro

lanura desierta, cuando le pareció observar un movimiento desusado en un sembr

jo; el enemi

so el dedo e

pila de madera más lejana se hundió co

o alguna diablura india: es imposible que

hundió otra, y después o

laban neutralizados por la luz que derramaban aquellos faros monstruosos, habían adoptado la sencilla determinación d

dispersaban por todos lados y l

indios que se acercasen algún tant

dos; los que aún quedaban se hallaban todos bastante próxi

los Pawnees int

s sitiadores, que después de haberse sostenido durante algunos minutos, se vieron obligados al fin a

on a reír y comenzaron

as buenas gentes encuentran nuestra sopa demasi

tán, esta vez no parece que

ue en aquel mismo instante los

go de fusilería, al cual desde?aron resp

on la misma rapidez con que habían venido, pero no sin dejar sembrados en su c

los blancos observaron demasiado tarde, con gran disgusto, que

os bien detrás de los troncos derribados y de los accidentes del terreno, tanto que, cuando el humo se hubo disipado, en el momento en que los americanos se inclinaban por encima de la empali

r entre los blancos al sufrir aquel ata

el combate adquiría serias proporciones que amenazaban degenerar en derrota, porqu

so desalojar a aquellos enemigos audaces del pues

se decidi

os demás vigilaban en las empalizadas, mandó bajar

batieron al arma blanca y

as, enlazados como serpientes, ebrios de coraje y cegado

inó aquella escena de carnicería, y en

o de desesperación al contemplar el espectá

e veía a los indios saltar como demonios persiguiendo a los defensores de la colonia

que había

o de Quoniam y de unos cincuenta guerreros escogidos, se embarcó en unas piraguas de piel de bisonte, bajó silenciosamente por el río y fue a desembarcar en

adamente, en el desorden que siguió a la última carga de los indios, los centinelas, creyendo que nada tenían que temer por aquella parte,

ble perdió a los def

mbarcó sin dis

los edificios construidos todos con madera, y lanzando su grito de guerra, se precipitaron

reros que no se habían separado d

resa, se dispuso para defender valeros

a con las manos alzadas al ci

ielo, o quedan perdidas: la co

rendiré a un villano que hace traición a sus h

, replicó el cazador con tr

o ser sal

. por sí, hágalo al menos por sus hij

o de horror y se precipitó llena de d

alabra del cazador, no intentaron

ándole algunos guerreros, y se alejó rápidamente con la intención de hac

buen negro cargó a la joven sobre sus robustos brazos; y reuniendo a todas las mujeres y los ni?os, los condujo a las orillas del Misuri, a

aún hacían más espantosa los bárbaros refinamientos de los indios que

reunidos en el centro de la explanada, se defendían con la energía de la desesperación contra

rostrando mil peligros, consiguió hacer que depus

tos, llantos y súplicas

ente hacia allá, agitado po

garon al sitio en que Quoniam había reunido a las muje

elo en medio de un charco de sangre. Quoniam estaba tendido delan

es ningún dato acerca de lo que había pa

capitán había

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1 Chapter 1 EL FUGITIVO.2 Chapter 2 QUONIAM.3 Chapter 3 NEGRO Y BLANCO.4 Chapter 4 LA MANADA.5 Chapter 5 EL CIERVO-NEGRO.6 Chapter 6 LA CONCESIóN.7 Chapter 7 CARA DE MONO.8 Chapter 8 LA DECLARACIóN DE GUERRA.9 Chapter 9 LOS PAWNEES SERPIENTES.10 Chapter 10 LA BATALLA.11 Chapter 11 LA VENTA DEL POTRERO.12 Chapter 12 CONVERSACIóN.13 Chapter 13 CARMELA.14 Chapter 14 LA CONDUCTA DE PLATA.15 Chapter 15 EL ALTO.16 Chapter 16 RESUMEN POLíTICO.17 Chapter 17 TRANQUILO.18 Chapter 18 LANZI.19 Chapter 19 LA CAZA.20 Chapter 20 CONFIDENCIAS.21 Chapter 21 EL JAGUAR.22 Chapter 22 EL ZORRO-AZUL.23 Chapter 23 EL DESOLLADOR-BLANCO.24 Chapter 24 DESPUéS DEL COMBATE.25 Chapter 25 UNA EXPLICACIóN.26 Chapter 26 EL PARTE.27 Chapter 27 EL GUíA.28 Chapter 28 JOHN DAVIS.29 Chapter 29 EL TRATO.30 Chapter 30 El fugitivo.31 Chapter 31 Quoniam.32 Chapter 32 Negro y blanco.33 Chapter 33 La manada.34 Chapter 34 El Ciervo-Negro.35 Chapter 35 La concesión.36 Chapter 36 Cara de Mono.37 Chapter 37 La declaración de guerra.38 Chapter 38 Los Pawnees-Serpientes.39 Chapter 39 La batalla.40 Chapter 40 La venta del Potrero.41 Chapter 41 Conversación.42 Chapter 42 Carmela.43 Chapter 43 La conducta de plata.44 Chapter 44 El alto.45 Chapter 45 Resumen político.46 Chapter 46 Tranquilo.47 Chapter 47 Lanzi.48 Chapter 48 La caza.49 Chapter 49 Confidencias.50 Chapter 50 El Jaguar.51 Chapter 51 El Zorro-Azul.52 Chapter 52 El Desollador-Blanco.53 Chapter 53 Después del combate.54 Chapter 54 Una explicación.55 Chapter 55 El parte.56 Chapter 56 El guía.57 Chapter 57 John Davis.58 Chapter 58 El trato.59 Chapter 59 La emboscada.