Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Ilícito Amor
5.0
calificaciones
4K
Vistas
59
Capítulo

Anastasia sabía que su matrimonio era una farsa, una alianza entre dos familias poderosas que solo buscaban más poder. Ella no esperaba nada de su esposo, ni siquiera un poco de respeto. Pero cuando conoció a Luca, el hombre que iba a casarse con su cuñada, sintió algo que nunca había sentido antes: pasión, deseo, amor. Luca buscaba venganza, pero cuando la tuvo no podía con el deseo por Anastasia, ahora estaba dispuesto a todo por tenerla. Pero su relación era un peligro, una traición que podía desatar una guerra entre los Rizzuto y los Di Mauri, las dos familias más temidas de la mafia italiana. ¿Podrían escapar de sus destinos y vivir su amor sin miedo? ¿O tendrían que conformarse con un amor ilícito, escondido y prohibido?

Capítulo 1 Primer Encuentro

La casa de la familia Rizzuto era música, algarabía y felicidad, las familias más importantes de Italia estaban reunidas, para ser

testigos del compromiso de dos jóvenes, era un matrimonio para formar una alianza fuerte entre la mafia, la familia Di Mauri necesitaba la protección de la familia Rizzuto para transportar sus armas libremente por la toscana, era

una alianza que beneficiaba a las dos familias.

Anastasia revivía su fiesta de compromiso, solo que en esa ocasión no tenía la sonrisa que tenía su cuñada, su matrimonio con Raphael fue un tanto obligado, su familia necesitaba un socio comercial y ahí apareció la familia Rizzuto, que para aceptar aportar capital necesitaba algo a

cambio y era la mano de Anastasia.

Su padre no tuvo más remedio que aceptar,

condenando a Anastasia a una vida de tristeza y desamor, con un mes de casados

su vida no era como ella había soñado, no soportaba la cercanía de Raphael, no

sabía cómo lograría tener relaciones con él, con un hombre que le provocaba asco.

Al fin llegaba el protagonista de la fiesta, Fiorela

como la principal invitada fue hasta donde se abría paso un hombre, el corazón de Anastasia comienza a latir con fuerza cuando su mirada se conecta con aquel atractivo caballero, es el hombre más apuesto que nunca antes había visto.

No se puede negar la fuerza que emana de él, y en sus ojos hay peligro. Algo le dice Anastasia que debe huir, pero su corazón le pide que lo busque, porque lo desea, como nunca había deseado a ningún hombre…

—Di Mauri, esperó que todo esté olvidado ahora que te vas a casar con mi hermana —él prometido de Fiorela sonrió de lado al

escuchar la afirmación de Raphael.

—Si todo olvidado Rizzuto, Fiorela a sanado esa

parte de mi vida —vio un brillo en su mirada cuando posó sus ojos en Anastasia de

nuevo…

Raphael los miró a ambos e hizo las presentaciones.

—Ella es mi esposa Anastasia Ganci…

—Es un gusto conocer tan hermosa mujer —le tendió la mano, ella con miedo poso la suya, algo eléctrico recorrió su cuerpo, su mirada se quedó enganchada a la de él, lo único que quería era ser tomada por él, salir de ese lugar en sus brazos —te felicito por tan hermosa mujer…

—Gracias, es mi mayor tesoro…

—Mi vida, vamos a saludar a los demás invitados… —escuchó la voz de Fiorela, que los hacía salir de su burbuja de deseo.

—Claro querida vamos —lo vio alejarse, su perfume inundo sus fosas nasales, era masculino, fuerte como él.

—No quiero verte cerca de él, entiendes Anastasia…

—Pero será tu cuñado, como voy a evitar cruzar

palabra con ese hombre —sintió el agarré fuerte en su brazo.

—Tú solo obedéceme —la miró de arriba abajo —recuerda que eres mía, y la mirada que te dio no me gusto…

¿Había sido tan notorio su deseo?

Anastasia se dirigió a hablar con los meseros, no podría faltar nadie con su copa de vino, pues se acercaba el anuncio del compromiso, al dar la vuelta choco contra algo duro, al levantar la vista se encontró con los ojos color miel de Luca que le sonreían.

—Lo siento— dijo al ver la mancha de vino en su

ropa —he arruinado tu camisa…

—No tienes de que preocuparte, fue solo un

accidente —al verlo sonreír sintió un hormigueo en su cuerpo, Luca estaba despertando algo que ni su esposo había despertado en semanas.

—Permítame, traer una camisa de Raphael para que se cambies, no puede salir así a la fiesta —dio un paso a un lado, para entrar en

la casa.

—Yo le acompañó…

—No, es mejor que espere en el baño de invitados… —detuvo su avance, a pesar de su camisa, su mano pudo sentir su marcado abdomen.

Miró hacía donde estaba Raphael, gracias a Dios no estaba viendo…

—De verdad no es ninguna molestia si la acompaño… —ella terminó aceptando, sabía que era un error, sin embargo, deseaba su cercanía y la privacidad era una deliciosa y peligrosa tentación, su presencia le daba

seguridad, algo que hace tiempo no sentía.

Sacó una de las camisas de Raphael y se las dio, él se desabrocho de poco a poco sin apartar la mirada de ella, su respiración

comenzó agitarse y no pudo evitar no moverse el labio inferior.

Su torso era perfecto para una cosa que tenía en mente.

—Le gusta lo que ve… —sus palabras provocaron que sus mejillas se cubrieran de carmesí, nunca había visto de esa manera a

Raphael, durante el mes no había dejado que la tocara, y no sabría por cuanto

tiempo lograría eso.

—Lo siento, dejaré para que se cambie —iba a dar media vuelta cuando su mano la tomo de la muñeca, la atrajo a su cuerpo sin decirle nada ni permitirle reclamo alguno, tomo su nuca y poso sus labios sobre los de ella.

Era el primer beso que recibía con amor, no con

agresión, sino con pasión, sabía que no debía permitirlo, pero su cuerpo no reaccionaba, el traicionero deseaba que sus labios la recorrieran por completo.

—¡Luca!...

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Otros libros de Elena Rosas

Ver más
Capítulo
Leer ahora
Descargar libro