El Capricho del CEO
-Fiesta e
rad
2:34 AM. Apretó los dientes, frustrada. Sabía que su madre estaba con los patrones en su estanci de campo y que no debía haber nadie más
nada más -se dijo para si misma mientras ba
ando cruzó la última hilera de arbustos, la imagen frente a ella la dejó paralizada. Allí estaba él. Kael. Recostado sobre una tumbona, con un vaso de whisky en la mano, sus piernas extendidas con la despreocupación de alguien
mundo, por qué tenía que ser é
po pareció congelarse. Él frunció el ceño al principio, como si estuviera tratando de recordar de dónde la
ido. Luego su expresión cambió a una mezcla
as manos, pero intentó ocultarlo cr
eguntarte
lizándola con la mirada, como si intentara encajar
dos para que él recordara el baño en la universidad, esa noche que
r firme -Lo que importa es que quiero dormir y
uisiera descifrarla. Luego, una son
iviendo en esta propiedad que no c
pretó los
re, pero eso no
gura. Ella retrocedió un paso por puro instinto, pero él siguió avanzan
nta -dijo con una voz suave, casi un susur
de él hacia ella era como una embestida silenciosa, un
evitar que él pudiera leer la ver
erfectamente. Era la misma sonrisa que había visto justo antes
o volviera a salir a la superficie. Pero su cuerpo no respondía. Estaba atrapada en la red invisible que Kael siempre había sabido tejer alrededor de ella. -Escucha, no sé quién eres ni por qué estás aq
oportable. El aire estaba cargado de tensión, como si el pasado y
-respondió finalmente
esión cada vez más intrigada. Algo en ella despertaba su c
a recordar? -dijo en voz baja, como si h
ecían dentro de ella. "¿De verdad no se acuerda
paso hacia atrás, dispuesta a m
ael sujetar su muñeca con firmeza, pero si
per
que había intentado enterrar durante años. Un fuego que nunca se había ap
ó, con la voz quebrada por la mezcla
como si su toque hubiera sido un
ó, dando un paso a
la furia subía rápida
tó, sin molestarse en
a exasperante, simplemente dejó de luchar. Con un movimiento rápido, se deshizo del salto de cama y lo dejó tirado en la hierba. Ahora solo llevaba su pijama: una fina camisola de verano que se pegaba a su piel con la humedad de la noche. No se molestó en cubrirse ni en mirar hacia atrás; siguió su camino con la cabeza alta, sintiendo el aire fresco acariciar su piel expuesta. Kael, que no había dejado de seguirla, soltó una leve risa detrás de ella, como si disfrutara de su desafío. Mickaela apretó los dientes y aceleró el
es de caer de espaldas al agua
siendo y tratando de apartarse el cabello empapado del rostro. Cuando finalmente pudo ver con claridad, allí estaba
, agachándose un poco,
ada mientras se sujetaba al bo
uñó, escupiendo ag
situación fuera lo más divertido qu
me esto? N
-Fiesta e
rad
2:34 AM. Apretó los dientes, frustrada. Sabía que su madre estaba con los patrones en su estancia de campo y que no debía haber nadie más e
nada más -se dijo para si misma mientras ba
ando cruzó la última hilera de arbustos, la imagen frente a ella la dejó paralizada. Allí estaba él. Kael. Recostado sobre una tumbona, con un vaso de whisky en la mano, sus piernas extendidas con la despreocupación de alguien
mundo, por qué tenía que ser é
po pareció congelarse. Él frunció el ceño al principio, como si estuviera tratando de recordar de dónde la
ido. Luego su expresión cambió a una mezcla
as manos, pero intentó ocultarlo cr
eguntarte
lizándola con la mirada, como si intentara encajar
dos para que él recordara el baño en la universidad, esa noche que
r firme -Lo que importa es que quiero dormir y
uisiera descifrarla. Luego, una son
iviendo en esta propiedad que no c
pretó los
re, pero eso no
gura. Ella retrocedió un paso por puro instinto, pero él siguió avanzan
nta -dijo con una voz suave, casi un susur
de él hacia ella era como una embestida silenciosa, un
evitar que él pudiera leer la ver
erfectamente. Era la misma sonrisa que había visto justo antes
o volviera a salir a la superficie. Pero su cuerpo no respondía. Estaba atrapada en la red invisible que Kael siempre había sabido tejer alrededor de ella. -Escucha, no sé quién eres ni por qué estás aq
oportable. El aire estaba cargado de tensión, como si el pasado y
-respondió finalmente
esión cada vez más intrigada. Algo en ella despertaba su c
a recordar? -dijo en voz baja, como si h
ecían dentro de ella. "¿De verdad no se acuerda
paso hacia atrás, dispuesta a m
ael sujetar su muñeca con firmeza, pero si
per
que había intentado enterrar durante años. Un fuego que nunca se había ap
ó, con la voz quebrada por la mezcla
como si su toque hubiera sido un
ó, dando un paso a
la furia subía rápida
tó, sin molestarse en
a exasperante, simplemente dejó de luchar. Con un movimiento rápido, se deshizo del salto de cama y lo dejó tirado en la hierba. Ahora solo llevaba su pijama: una fina camisola de verano que se pegaba a su piel con la humedad de la noche. No se molestó en cubrirse ni en mirar hacia atrás; siguió su camino con la cabeza alta, sintiendo el aire fresco acariciar su piel expuesta. Kael, que no había dejado de seguirla, soltó una leve risa detrás de ella, como si disfrutara de su desafío. Mickaela apretó los dientes y aceleró el
es de caer de espaldas al agua
siendo y tratando de apartarse el cabello empapado del rostro. Cuando finalmente pudo ver con claridad, allí estaba
, agachándose un poco,
ada mientras se sujetaba al bo
uñó, escupiendo ag
situación fuera lo más divertido qu
me esto? N