¿Mi exmujer es una magnate?
Autor: CARLITO SAN PEDRO
GéneroRomance
¿Mi exmujer es una magnate?
Loraine lloró a cántaros en los brazos de su abuelo, pues de pronto emergió todo el dolor que durante los últimos años había estado acumulando.
"Me alegro de que hayas vuelto", dijo Aldo mientras palmeaba la espalda de su nieta con suavidad. "Lorrie, tienes que cuidarte mucho. Tus padres fallecieron cuando eras pequeña. Tu tío Rowan está muy ocupado en el ejército, así que tuvo que volver al trabajo inmediatamente después de que recogerte. Tu tío Wesley, por su parte, todavía se encuentra en el extranjero. Ahora tú eres la única que me puede hacer compañía. No puedo permitirme perderte".
Tras escuchar las palabras del anciano, Loraine sintió que su corazón se llenaba de una profunda calidez.
"No te preocupes, abuelo. Nunca más volveré a cometer una estupidez como esta".
Mientras Loraine y Aldo conversaban, una chica menudita entró en la habitación, y exclamó:
"¡Lorrie! ¡Te extrañé mucho!".
Sorprendida, la chica levantó la mirada. "¡Jennie! ¿Qué haces aquí?".
Después de abrazar a Loraine con fuerza, Jennie Fowler esbozó una sonrisa enorme, y respondió:
"Vine porque escuché que habías vuelto. ¿Ya olvidaste que soy tu mejor amiga?".
Aldo dejó a las dos chicas a solas para que pudieran ponerse al día.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Loraine mientras miraba a Jennie.
En ese momento cayó en la cuenta de que había renunciado mucho por estar con Marco. Dejó atrás su identidad como heredera mimada de una familia rica, y cortó todo contacto con sus seres queridos. ¿Y qué fue lo que obtuvo a cambio? Solo traición y sufrimiento.
"Jennie, yo también te extrañé. Me alegro mucho de poder volver a verte".
Al escuchar las palabras de su amiga, los ojos de Jennie se humedecieron. Luego secó las lágrimas de Loraine antes de preguntar con ira:
"¿Ese bastardo te maltrató? Tu estado indica que lo has pasado mal por su culpa. ¡No te preocupes, le daré una lección que nunca inolvidará!".
"Aguarda, Jennie. No hay necesidad de hacer eso, porque he decidido divorciarme de él".
"¿Te vas a divorciar de Marco? ¡Eso es fabuloso! Debiste haberlo hecho hace mucho tiempo. Después de todo, eres la heredera de una familia muy prestigiosa. Ese idiota no te merece. Puedes tener al hombre que quieras. ¿Sabes algo? Llamaré a un grupo de chicos, para que puedas elegir al que más te agrade".
Loraine sostuvo la mano de su amiga justo después de que esta sacara su celular.
"Ya tomé la decisión. Estoy harta de los hombres. Ahora, solo quiero centrarme en mi carrera profesional".
Loraine estaba tan decepcionada que salir con alguien sería lo último que en esos momentos pensaría. De hecho, había comenzado a desconfiar de los hombres.
"¿Tienes planeado hacerte cargo del grupo Universe? ¡Eso sería genial! Actualmente Cayson es el CEO. Deberías pedirle que te nombre vicepresidenta", sugirió Jennie, aplaudiendo con entusiasmo.
Esbozando una sonrisa, Loraine negó con la cabeza.
"¿Por qué no?", preguntó Jennie con confusión.
"Cayson ha gestionado muy bien la empresa todos estos años. No me gustaría quedarme con el resultado de su trabajo, porque no sería justo para él".
Jennie no estuvo de acuerdo con su amiga, por lo que dijo: "Creo que estás pensando demasiado. Todo lo que la familia Torres posee es tuyo. Además, desde pequeño, Cayson ha sido muy obediente".
Loraine negó con la cabeza, a la vez que decía: "No quiero depender completamente de mi familia. Necesito ponerme a prueba, así que me postularé como cualquier otro candidato. Quiero ser una diseñadora arquitectónica. Si empiezo desde cero, podré conocer mejor la empresa".
Un evidente dejo de determinación brilló en los ojos de Loraine mientras hablaba.
Fue en ese momento que Jennie se dio cuenta de que la vieja Loraine había regresado.
"Te apoyaré en cualquier decisión que tomes, Lorrie. Confío en que con tu talento y determinación conquistarás el mundo de los negocios. ¡Muy pronto podrás derrotar a la compañía de Marco, y así vengarte de él!".
La mención de ese hombre hizo que el corazón de Loraine diera un vuelco, ya que la herida que le había dejado aún no había sanado del todo. Necesitaba tiempo para asimilarlo.
"No estoy haciendo esto porque quiera vengarme, y no quiero tener nada que ver con él nunca más", dijo Loraine con indiferencia.
Acto seguido, se dispuso a redactar un acuerdo de divorcio.
En el grupo Bryant.
Marina irrumpió en la oficina del CEO, y preguntó: "Marco, ¿por qué congelaste mi tarjeta bancaria?".
El hombre ni siquiera levantó la cabeza para mirar a su hermana. Como si nada, continuó hojeando el documento que estaba sobre su escritorio.
"Lo hice para que reflexionaras acerca de tus actos".
"¿Qué habría de reflexionar? ¿Es por Loraine? Esa perra armó un escándalo y encima te pidió el divorcio. ¿Eso qué tiene que ver conmigo? Ella es la única culpable. ¡Solo le pedí que donara un riñón porque estaba muy preocupada por Keely!". Al pensar en lo que había sucedido, Marina se enojó aún más. "Además, ¿a qué viene tanto alboroto? Keely se encuentra bien. De lo contrario, Loraine no tendría con qué compensarla".
"¡Suficiente!". Marco por fin levantó la vista, y le dirigió a su hermana una mirada abrasadora, a la vez que espetaba: "Marina, piensa en lo que dices. Loraine es tu cuñada. Aunque no te agrade, tienes que respetarla. ¿Cómo te atreviste a querer darle una lección?".
"¡Esa mujer no merece ser tu esposa!", exclamó Marina al mismo tiempo que se cruzaba de brazos con una actitud desafiante. "Además, quiere el divorcio. Algo me dice que no está tramando nada bueno. Seguramente te pidió el divorcio porque quiere quitarte dinero. No dejes que se salga con la suya".
En ese momento, Marco sintió que la sangre le hervía, porque su hermana ya se había pasado de la raya.
Justo cuando estaba a punto de regañarla, su asistente, Carl Dixon, entró con un sobre en las manos e informó:
"Señor, esto lo envió la señora Bryant".
"¡Lo ves! ¿Tengo o no razón?", dijo Marina, poniendo los ojos en blanco con desdén. "Tan pronto como esa mujer se fue, comenzó a mostrar su verdadera faceta. Al parecer ya se dio cuenta de que no puede mantenerse a sí misma. ¿Qué divorcio ni qué nada? ¡Solo te estaba asustando!".
Marco no le respondió a su hermana. Simplemente se dispuso a abrir el sobre.
Lo primero que encontró fue una tarjeta bancaria, acompañada de acuerdo de divorcio, el cual Loraine ya había firmado.