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Capítulo 4
Los fideos
Palabras:1020    |    Actualizado en: 18/10/2022

Nadie sabía que Maria tenía narcolepsia, y ella tampoco se molestó en decírselo a su nueva familia.

Debido a esa enfermedad, ella tenía la tendencia a dormir más de lo normal, y a veces incluso podía llegar hasta las veinticuatro horas de sueño.

Cuando ella tenía un ataque de narcolepsia, no podía evitar quedarse dormida en el acto. Lo malo era que podría sufrir accidentes o incluso asfixiarse.

En una palabra, las consecuencias de su condición podrían ser fatales.

Desafortunadamente ella tuvo una recaída poco después de mudarse con la familia Jenkins.

Se suponía que solo iba a tomar una siesta, pero cuando se despertó, ya eran las ocho de la noche.

Dado que nadie había ido a despertarla, ella no había podido cenar.

"Lily, ¿hay algo más para comer? Me quedé dormida y ahora tengo hambre", le preguntó al encontrarla en la sala de estar.

"Oh, por fin se levantó. ¡Pensé que no se despertaría ya!", exclamó Lily sarcásticamente.

"El señor Jenkins llevó a la señorita a un concierto, así que no estarán en casa hasta tarde en la noche. Yo, además de cocinar, también tengo que ocuparme de todas las demás tareas de la casa. Usted se perdió la cena, pero no es mi culpa, así que no espere que le prepare algo. Hay fideos, verduras y algo de carne en la nevera. Usted es del campo, ¿cierto? Debe saber hacer fideos al menos".

Como alguien que también provenía de una familia pobre, Lily pensó que una palurda como Maria debía saber cocinar lo básico.

Después de todo, ellos no tenían servidumbre.

Maria no pudo evitar quedarse mirándola, pues pese a alegar que tenía muchas otras cosas que hacer, en realidad estaba sentada en el sofá viendo una telenovela con un enorme tazón de palomitas de maíz en el regazo.

Al verla masticando, ella solo pudo voltear los ojos. Solo un tonto le creería a Lily.

"Está bien. Me haré algo".

Con eso, ella fue directamente a la cocina.

Mirándola alejarse, Lily sonrió con complacencia.

"¿Esa falsa hija del señor Jenkins cree que puede darme órdenes? ¡No lo creo!", murmuró burlona con frialdad.

Ella consideraba que solo los verdaderos Jenkins estaban calificados para tratarla como una ayudante en la casa. Además, ella y Maria provenían del mismo tipo de lugar.

Después de un rato, comenzó a escuchar algunos ruidos provenientes de la cocina.

Eran las verduras siendo cortadas rápida y hábilmente, y no pudo evitar fruncir el ceño. Aunque no podía verlo en persona, de alguna manera se preguntaba si Maria era más hábil para cocinar que ella.

"¡Ja! ¡Imposible!". Ella se enorgullecía de sus propias capacidades. Después de todo, esa era la razón principal por la que todavía estaba en esa casa.

Sin embargo, unos minutos después, un aroma espectacular salía de la cocina, y no bien Lily lo olió, no pudo evitar tragar grueso.

¿Qué estaba cocinando esa chica?

¿Cómo diablos podía un simple plato de fideos oler tan bien?

Los ojos de Lily se entrecerraron, asumiendo que Maria podría tener una receta única.

'Si puedo aprenderla, los Jenkins estarán más satisfechos con mis platos, ¡y tal vez decidan darme un aumento!'.

Al pensar en eso, casi babeó de emoción.

Ya no podía esperar para hacerlo realidad, de modo que fue al comedor y esperó pacientemente a que Maria saliera. Cuando escuchó los pasos que venían de la cocina, puso su más grande sonrisa.

"¿Ya terminó? ¿Qué hizo? A ver".

Esa era la primera vez que Lily actuaba con amabilidad hacia Maria, pero su sonrisa fue reemplazada por decepción y confusión cuando vio que la chica salía de la cocina sin nada en manos.

"Fideos", respondió la chica sin ningún indicio de interés en sus ojos.

"Sí, lo sé. ¿Pero dónde están?", preguntó Lily, ya un poco impaciente.

"Ya me los comí. Te dije que tenía hambre". El rostro de Lily se congeló al escuchar eso. Por su parte, Maria pasó junto a ella y se dirigió a la puerta principal. "Voy a salir a pasear y tomar un poco de aire fresco".

Lily no respondió, y solo recuperó el sentido cuando Maria cerró la puerta después de haber salido.

Ella tenía muchas ganas de saber la receta secreta de la chica, pero era demasiado orgullosa para preguntarle directamente. Entonces pensó en ir a la cocina para ver si había alguna pista.

Desafortunadamente Maria había lavado todo lo que usó, y la cocina estaba tan impecable como antes. Todo estaba igual, excepto por el persistente olor satisfactorio del bendito plato de fideos.

"¡Jum! Bueno, puedo preguntarle la próxima vez. ¡No creo que me lo oculte a propósito!", murmuró obviamente infeliz.

A pesar de que ya había pasado mucho tiempo, el exquisito aroma aún flotaba en la villa.

De pronto la puerta principal se abrió de nuevo, pero fue Vivian quien entró. Ella y su padre acababan de regresar del concierto.

"¡Vaya! ¿Qué es eso? ¡Huele muy bien!", exclamó Vivian con sus ojos abriéndose de alegría al mirar a Lily.

"¿Qué cocinaste? ¿Puedo comer un poco?".

Lily no sabía qué decir, y pensó que admitir que el sensacional aroma en realidad provenía de un plato de fideos cocinado por Maria la avergonzaría.

"Oh, ¿eso? Me dio un poco de hambre, así que me hice algunos fideos hace un rato. Pero me los terminé, y no quedó nada". Aunque no se notaba mucho, el rostro de Lily enrojeció de vergüenza.

"¡Entonces ve y haz un poco más para mí! ¡Puedo esperar!", ordenó de inmediato Vivian.

Lily quedó atónita al escucharla, y se dio cuenta de que no había pensado bien su respuesta.

Ahora estaba en un gran dilema, e iba a hacer el ridículo.

Ella obviamente podía prepararle a Vivian un plato de fideos. No obstante, no sería tan apetecible como el hecho por Maria, y la atraparían mintiendo.

Antes de que Lily pudiera responder de nuevo, una mujer digna y distante entró y le dio una palmada en el hombro a Vivian.

"Ya es muy tarde. No hay bocadillos de medianoche".

La chica solo pudo soltar un suspiro decepcionado, y luego respondió a regañadientes: "Está bien, mamá...".

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1 Capítulo 1 La adopción2 Capítulo 2 Maestra M3 Capítulo 3 Un nuevo hogar4 Capítulo 4 Los fideos5 Capítulo 5 Las mentiras de los maestros6 Capítulo 6 La criada cruel7 Capítulo 7 Incriminada8 Capítulo 8 El trabajo del maestro9 Capítulo 9 La imitación10 Capítulo 10 Vincent Geoffrey11 Capítulo 11 Anthony12 Capítulo 12 La trampa13 Capítulo 13 Una cita14 Capítulo 14 El Hotel Jade15 Capítulo 15 Viste todo16 Capítulo 16 Confirmar la relación17 Capítulo 17 Yeez Entertainment18 Capítulo 18 Es mi hermana mayor19 Capítulo 19 Mia20 Capítulo 20 La ganadora a mejor actriz era una fanática loca21 Capítulo 21 Un malentendido22 Capítulo 22 El director23 Capítulo 23 En la audición24 Capítulo 24 El director está muy disgustado25 Capítulo 25 La audición de Vivian26 Capítulo 26 Cuánto tiempo quieres que espere27 Capítulo 27 La audición de Maria28 Capítulo 28 Ella es Mia29 Capítulo 29 Ataque de narcolepsia30 Capítulo 30 Christopher Carter31 Capítulo 31 Interrogatorio32 Capítulo 32 Pedir ayuda33 Capítulo 33 Patricia Hughes34 Capítulo 34 Invitación a la fiesta35 Capítulo 35 La influencia de Patricia36 Capítulo 36 Una charla con Maria37 Capítulo 37 Cocinar para Julie38 Capítulo 38 Una libra de harina39 Capítulo 39 La verdad y el castigo40 Capítulo 40 Las dos son iguales41 Capítulo 41 Asistir a la fiesta42 Capítulo 42 Cállate43 Capítulo 43 La llegada de Anthony44 Capítulo 44 Su enojo45 Capítulo 45 En la fiesta46 Capítulo 46 Quiero ser la mejor amiga de la mejor actriz47 Capítulo 47 Una hermana despiadada48 Capítulo 48 Por qué estás aquí49 Capítulo 49 Olvidó la letra50 Capítulo 50 Patricia es la mejor51 Capítulo 51 Invitó al maestro superior52 Capítulo 52 La edad de Maestra M53 Capítulo 53 El director54 Capítulo 54 El nuevo trabajo de Maria55 Capítulo 55 Los miembros del equipo56 Capítulo 56 Pido disculpas en nombre de mi hermana mayor57 Capítulo 57 Por favor, perdonen a mi hermana mayor58 Capítulo 58 Compra tu propia bebida59 Capítulo 59 La bondadosa Vivian60 Capítulo 60 La directora jefe61 Capítulo 61 Pregúntale a la señorita Jenkins62 Capítulo 62 Tomar el timón63 Capítulo 63 Yo también lo entendí mal64 Capítulo 64 La llegada de Patricia65 Capítulo 65 Dónde están tus modales66 Capítulo 66 La portavoz67 Capítulo 67 El despido de Maria68 Capítulo 68 Dudas69 Capítulo 69 Soy su hombre70 Capítulo 70 Un fanático71 Capítulo 71 El tónico72 Capítulo 72 El tónico no es caro73 Capítulo 73 El gran director74 Capítulo 74 Darse aires de grandeza75 Capítulo 75 Los echaré personalmente76 Capítulo 76 Nadie conoce a Mia mejor que yo77 Capítulo 77 Usted no está calificado78 Capítulo 78 Día de visita79 Capítulo 79 El almuerzo80 Capítulo 80 Maria es la directora81 Capítulo 81 Ella no le debe nada a la familia Jenkins82 Capítulo 82 Una cena especial83 Capítulo 83 Mandy Hayes84 Capítulo 84 No es una persona cualquiera85 Capítulo 85 Lanzar un ataque86 Capítulo 86 Fue construido por Maestra M87 Capítulo 87 Ella es Maestra M88 Capítulo 88 Familia y extrañas89 Capítulo 89 Fanática del juego90 Capítulo 90 El Maestro Darren91 Capítulo 91 Ignorarla92 Capítulo 92 Boletos VIP93 Capítulo 93 Él era un novato en ese entonces94 Capítulo 94 No presumas de ello95 Capítulo 95 Ella tiene boletos VIP96 Capítulo 96 Entradas gratis97 Capítulo 97 Suposición falsa98 Capítulo 98 Una tía malhumorada99 Capítulo 99 Una lengua afilada y un corazón bondadoso100 Capítulo 100 La reacción de la familia Jenkins