"Tranquilízate. En algunas ocasiones, recibo invitados en casa, así que sería ideal si también pudieras aparecer de vez en cuando. Necesito mostrarle a la gente que somos cercanos, ¿comprendes? Pero, no te preocupes. No se van a quedar a pasar la noche, y tú tampoco".

Encontrando su explicación razonable, Maria asintió con lentitud y tomó la llave que estaba frente a ella.

"Bueno, si no hay nada más, ¿puedo irme ahora?", interrogó la chica, sin una pizca de emoción en su rostro.

"Sí, por supuesto".

En ese momento, Anthony con mucho gusto la dejó ir.

Una vez que se marchó del Hotel Jade, Maria corrió rápidamente hacia su próximo destino.

Ella no regresó a la residencia de la familia Jenkins, pues, en realidad tenía otros planes ese día.

En cuanto a Bill, ya se había ido.

El hombre rápidamente sacó conclusiones y pensó que la joven pasaría la noche en el hotel con Anthony, por lo que incluso le dijo a Lily que no le preparara la cena.