Bajo mis ordenes
Me paso veinte minutos recorriendo el lugar en busca del edificio, hasta que lo encuentro en una zona bastante alejada, reconociéndolo por el nombre del hotel.
Hago una mueca antes de entrar, la verdad es que no sé si es buena idea, no estoy vestida de una manera adecuada para entrar a la empresa, ni tampoco sé bien qué decir, aunque sé que tiene que aclararme varias cosas, así que, pensando en eso, tomo coraje y cruzo por la puerta del lugar.
El primero en recibirme es el hombre de seguridad, que me pregunta nombre y apellido y razón por la que estoy acá.
—Vengo a hablar con Alex Byrton —replico. El tipo arquea las cejas.
—¿Para qué?
—Es mi prometido, tengo que preguntarle algo importante y no responde el teléfono —miento. Me mira con desconfianza, pero me hace un gesto para que espere y me dice que no me mueva del lugar.
—Señor Byrton, hay una mujer que dice ser su prometida, quiere hablar con usted. Maia Torres… —expresa hablando con su comunicador. Alex responde algo que no entiendo y el guardia me mira con mala cara—. Puede subir, es el piso cinco, oficina treinta y dos. Debe esperar un poco, está terminando una reunión.
—No tengo problema en esperar, muchas gracias —replico dedicándole una sonrisa amable que no es capaz de responder.