Salvó a su amante, no a su esposa
ento aullaba contra los ventanales de piso a te
itados, con los ojos fijos en las
a manija de l
e, pero eso no importab
a y a whisky caro inundó la h
aquí? -preguntó
-d
la cama y se sentó, el colc
no pesada e
hora, se sentía como un hier
ar trazando una línea posesiva a lo largo de mi
abrió paso desde mi gargant
bitación -dijo-. No
on la nariz la curva
de su barba
se rí
cadáver que int
, para
muró contra mi piel-
uñecas contr
n vio
con f
siva
, la sir
erta
do la tensión y silencian
se c
omportamiento cambiando en
de carga -dijo, escaneando la pantalla-. En el
nándose la camisa con
e esposo a Don
ir al Centr
bral, envuelta en una b
aliento-. Oí la sirena. ¿Es el carga
visar -di
un paso adelante-. Puedo cubri
groso -d
ella, levantando la
nte-. Vístete.
una úl
tormenta está empeorando. Las per
as persianas hace tres mes
es -dijo c
f
evó a
casa que se c
nde el vendaval ya
ana de acero, pero el pestillo
oridad -m
plaba a más de cien
decedor, la ventana
omo metralla, salpi
n me succionó el ai
ado librero de caoba
g
inc
una sombra imponente
té co
lo suficient
o me g
RA
rna de
romperse como
it
contra el suelo, aplastán
ros llenaron mi boca,
tal del techo se desplomó
llovieron, ent
lo
dente y cegador irra
un dolor
un calambre, en la pa
mezclándose con el polvo
lorosa fue a
razada de d
o había
a sorpresa para
a pantalla estaba destroza
s, vi u
nt
a vu
haz de su linterna corta
na! -
ó hac
sada madera, sus músculo
gruñó-. Ya
disminuyó l
n busca
r con voz ahogada-
su auricul
e rasguñó el brazo con la manija de la puerta. Se está desmayando al
se c
m
bajo la
gra
ntó al auricular, la incredul
ando, Patrón. No
iró mi
, su rostro endureciéndose-. Eres
extendiendo la ma
oz fría-. Sofía es clave para la narrativa
el l
de nuevo sobre mí co
it
ció, pero se
rr
a la chica
a su hijo no nacido
desvanecerse
ba s
quido tibio acumulánd
ra o
sa
dedo e
ioné mi dedo ensangrentado
abogado de divorcios
a oscuridad