DEUDA DE SANGRE: UNA PASIÓN CON EL MAFIOSO
el intento fallido de escape. Aria ya no lloraba, pero tampoco hablaba. Caminaba, despacio, con la
no do
omía
e repetía la
que es
e salvar
recupera
ttorio se ahogaba
tervenidos po
mante fu
dejara el pasado y el no
la forma en que no se doblegaba aunque la tuviera prácticamente pri
a informes y Carter discutía sobr
a casar
ragantó co
vil... y luego soltó
zó las cejas, burlón-. ¿Y eso? ¿Am
o fulminó c
ero que pague por haber escapado. Y porque así termino de des
silbó
el jefe. De verda
s -ordenó Victtorio, cortando el momento-. Y
su humor á
ya a ser que la princesita vuelva a darle en las
ó una ris
tori
uió su camino c
ajo permiso excepcional: necesitaba ropa y algunas cosas personales. Iría c
ese día... pero cada sa
*
no tardó en
thur, el novio de Aria,
aliza su compromiso con una joven estu
r el vaso que t
erda...?
el pecho, como si l
ENTRO C
a de fondo, luces cálidas, c
as la sirvienta revisaba vitrinas y Marcohablaba por teléfono, Aria aprovechó un momento para alej
do escuchó una vo
Ar
vol
zón se
rth
mo si el mundo hubiera girado so
r, su
, su p
su esp
a abajo, sorprendid
iene así? ¿Dónde has estado? -
dias se
n paso haci
ur habló
elevisión que vas a casarte con Victorio Marchet
quedó
. con quién
hoy. En todos los canales. Dicen que estás
o, como si el aire se hub
ur, te juro que no sabía n
él, con los ojos llenos de des
a lo
o
era la única forma
brada-. Y me entregaron a cambio de la vida de Sofía. Yo... no tuve opción, Arthur. No sabía q
de los brazos,
cción desesperada-. Aunque tenga que enfrentar
Hacía días que no e
pensarlo
r, y rabia, y miedo
tem
o había
e recordaba que t
ir libre... aunque f
ros, Marco leva
l
tom
ESO A L
levaron a la cami
, no dejaba de m
en la mansión, fue
evisando documentos. Marco dejó
eo que quie
vio la
los ojos
o el
ntenso que se le t
er estaban
er c
e va a doler más q
mur
la señorita
apretó lo
enroscaba en el estómago
nó con voz baja.
tragó
directo a su ha
Luego h
ctorio hundió los dedos e
ondo. No.
re que estaba a nada
nto le quem
va a elegir a nadie sobre mí. Ell
escritorio y lo tiró al suelo con un
peles
tal se
ción era p
caos, una idea se
r conmigo. Le
*
e a su alrededor . Cada escalón parecía crujir bajo su peso, como si la madera de la mansión entera sintiera la tormenta que llevaba dentro.
cama, sus ojos verdes fijos en la fig
oz tembló por un instante, per
na fuerza que hizo vibrar el ma
, la calma que precede a la detonación-. Vine a pre
rocedió
ndo de qu
ndo-. ¡Te vi! Te BESASTE con otro hombre. Y n
adrenalina. Alzó el ment
ada. ¡Fuiste TÚ quien me secue
en un destello de furia antes
ó como un trueno
Sintió el ardor recorrerle la mejilla, pero en lugar de
sobre él, intentando golpearlo con sus manos, un par de m
ándola con una fuerza brutal contra la colc
fiarme? ¿Cómo te atreves
rimas de rabia desbordándose, patean
su rostro a centímetros del suy
a, una promesa de posesión . -Sabes que nos vamos a casar. Se
olvió oscura,
a... le voy a arrancar
a sobre la cama. Luego, se subió encima de ella con un peso abr
oz ahora baja y ronca-, serás mi espo
en su expresión de triunfo brutal, y se
ior. Miró alrededor, vio la bolsa de compras en el suelo. Tomó el vestido nuevo que había ele
rom
ediendo con un sonido violento, mientras mantenía la mirada e
paso hacia él con la tela h
upió en
la habitación s
rostro, y en lugar de furia, una sonrisa le
su voz baja y extasiad
solo había logrado encender algo aún más oscuro en él. La excitación era palpable; su
lla, pero se detuvo, controlá
sonrisa ahora un gesto frío y calculador-. Si
a la p
vestidos
puerta si
otro. U
u mirada helada c
compromiso se
pa
adres a
e f
ndo, con el vestido hecho trizas en las manos... y la sensación