La Cicatriz de un corazón
ada. Ethan se sentaba frente a ella, con los brazos cruzados sobre el pecho, como si la postura pudiera protegerlo de lo que estaba a punto de salir de su boca. Cl
ose hacia adelante- No sobre lo que pasó en el hospital, ni s
do. Bajó la mirada a sus manos, que se entrelazaban ner
o. Ella y yo... soñábamos con abrir una cafetería algún día. No era un sueño complicado, ¿sabes? Sólo una pequeña cafet
ómo apretaba los labios para c
vir a mi país. Pero también... también era porque necesitaba dinero. Mi madre
respetando el espacio entre
nables. -Ethan se pasó una mano por el rostro, como si esas memorias fueran polvo que aún le cubría la piel- Volví con honores,
ceptible. Clara, sin interrumpirlo, dejó que el silenci
ve para cumplir el sueño que teníamos juntos. Cuando regresé, lo único que me quedó fue esa idea fija: abrir la cafetería en su nombre
antuvo serena. Era importante que él se vie
sonal? -preguntó e
sa amarga, corta,
lguien que de verdad me quería. Pero las campañas... siempre había una nueva orden, un nuevo destino, un nuevo peligro. Ella
comprendiendo cuánto de abandono y
con todo eso? -pre
as rodillas, las manos colgando entrelazadas. S
ventud, mis amigos, mi propia vida. Me siento enojado, porque nadie te dice lo que de verdad significa la palabra guerra. Allá afuera no es honor ni gloria, es s
d de esas palabras, como si cada una hubiera sido arrancada de
irlo. La tristeza, el enojo, el miedo... son parte de ti. Y lo má
vez de frente, con un br
ueda dejar
su mirada, f
go, y más adelante con otros profesionales que te ayuden a darle forma. Tú sobreviviste, E
n, pero esta vez no era para contener la rabia. Era para c
sión había hecho lo que debía: abrir una grieta en la coraza
no se sintió un soldado dando un report