La Cicatriz de un corazón
luntarios cargando cajas con donaciones. Clara se movía entre ellos con paso ágil, acostumbrada al caos controlado de su trabajo. Sonreía a quien la s
sa sonrisa, su mente seguía
, los ojos cerrados con fuerza como si estuviera atrapado en otro mundo. Clara lo había visto antes en otros pacientes: el quiebre, el retorno involun
al espejo, Ethan ya había cruzado
ribir sobre terapias familiares y dinámicas de grupo debía bastar para alejarlo de su mente. Pero la imagen re
asi con alivio, esperando cualquier excusa para distr
ada- dime que no es otra colecta de alimento
iga sonó tensa,
que vengas al hos
dio un salto. Se e
ué
ina sin rodeos- Lo trajeron ha
le bajó
e? ¿Qué clase
y cayó mal al cruzar. No tiene fracturas graves, pero... Clara, no deja que los médicos se le ace
de la cafetería se hizo más fuerte en s
a mí? -preguntó, aunqu
re los balbuceos, solo dijo "Clara". Mira, los doctores están frus
ía por qué hacerlo. Ethan no era su paciente formal, no le debía nada más allá de un café compart
-respondió, sin
con un alivio palpable-
io. Los gritos de los niños, el sonido de las fotocopiadoras, las voces mezcladas en el pasillo. Todo
casi corriendo. Mientras avanzaba por la calle, con el viento
Qué eres para ti misma cuand
que esa noche, al verlo en el hospital, encontraría