La Cicatriz de un corazón
voces apagadas de enfermeros se perdían entre ecos metálicos. Clara salió de la sala de observación con los hombros tensos y la respiración
erta detrás de ella, Car
ó en voz baja, como si temiera
su cuerpo aún la delataba. -Sí. Lo
livio y preocupación. Se pasó las manos por el
aras a tiempo... -dijo, dej
exactamente, Carolina? Solo me dij
intió, trag
bía tráfico, prácticamente vacía la calle. De pronto, perdió el control y chocó contra un poste de luz. No había r
s crispados en el volante, una imagen
nte cuando lo tr
ombre en otra realidad. No reconocía nada. Los doctores intentaron atenderlo, pero apenas se acercaban, lo
nco horas así, encerrado en esa sala. Nadie podía acerca
n temblando en la camilla aún le quemaba en la mente. Sus pupilas dilatadas, su respiración como la
ada de peso- se llama episodio de disociación de la rea
jas, intentando compre
y cuándo irrumpen en el presente. Algo debió de detonarlo mientras conducía: un sonido, un reflejo en la calle, un olor. N
ando los brazos más fuerte. -¿
anos que intentan tocarte. Para alguien con su historial, eso no es un hospital: es un campo enemigo. Ca
l labio inferior, pr
pudo haber mat
orque en ese estado su mente no distingue. No ve perso
ómodo. Solo los pasos lejanos de una enfermera
tud del asunto. -Nunca pensé que fuera tan grave. Lo veía en
un susurro- Los que más sonríen
y gratitud. -Gracias, Clara. De verdad. Si n
Lo había visto caer en un abismo y lo había sostenido en el último segundo. Pero sabía
rolina. No un café, no rutinas que
e frotó las sienes.
que Ethan había mostrado incluso al contacto mínimo, en cómo había lu
mitió- Pero d
ervó con atención, notando ese brillo en los ojos de Clara, esa mezcla de determi
tono cauteloso- Ten cuidado.
opción. Ethan había entrado en su vida como una tormenta inesperada, y
a puerta donde Ethan reposaba. El exmilitar parecía dormido, pero su cuerpo a
miga estaba a punto de convertirse en la misión más compleja de su vida. Y no había manu
than necesitaba ser rescatado. No de un ca