La Heredera Oculta
r de las hojas en los árboles. El sol brillaba en el cielo despejado, pero dentro de la casa, la atmósfera era densa, casi opresiva. Valeria estaba
podía seguir huyendo. No podía permitir que su hijo creciera bajo la sombra de un
leria sentía el peso de la incertidumbre aplastándola. Sabía que la confrontación estaba cerca, que no había marcha atrás, pero t
bre de Sofía en la pantalla, sintió un escalofrío. No quería recibir malas noticia
a, pero trató de no mostrar el
alterada. Su respiración era entrecortada, y las pa
Ya no es un simple rumor. Esta mañana me llegaron noticias de que un par de personas han estado preguntando p
Sabía que no podía esperar más, pero escuchar las palabras d
cer? -preguntó,
lugar más seguro. Es ahora o nunca, Valeria. Si esperas más tiempo, será demasiado ta
uturo parecía desmoronarse ante ella, y la realidad de su situación era imposible de ignorar. Pero aún había una chispa de dete
el jardín a través de la ventana-. Prepárate para salir de aquí
la más. Sabía que la mujer a la que apoyaba no estaba dispuesta a rend
n lastre. No podía permitir que ninguna pista de su paradero quedara atrás. Con manos firmes y rápidas, empezó a recoger todo lo que necesitaba para salir de inmediato. L
n una sonrisa, y Valeria sintió el nudo en su garganta al ver esa inocencia. Él no entendía la gravedad de
l parque hoy? -preguntó
a para mirarlo a los oj
ial. Vamos a ir a un lugar diferente, un lugar dond
ho, todo lo que había sacrificado, había sido por él. Y aún así, no podía garantizarle un futuro tranquilo
pensamientos. La amiga había llegado, con la
ió, reuniendo
. V
ientras caminaban hacia el vehículo, Valeria miró una última vez la casa que había sido su refugio. Había sido el úl
sero, con su pequeño cuerpo relajado y tranquilo. Valeria observaba su rostro, su corazón latía con fuerza. ¿Qué haría cuando Le
a ahora o nunca. Cada kilómetro que recorrían las acercaba más a un destino incierto. Pero estaba decid
te ellas, Valeria cerró los ojos por un momento. La próxima etapa de su vida estaba