La Heredera Oculta
respirable. Valeria sintió que las piernas le temblaban,
atravesarla hasta el alma. Sus palabras seguían flotando e
que nunca m
tragó
espondió, obligándose a
ó una risa ba
Valeria. No después
su saco, sacando su teléfono. Con un par de to
staba E
a. Su hijo, su pequeño, jugando en el pa
de Valeri
zó por sus venas c
ó, sintiendo que l
el teléfono y la
que podrías esconder
a había querido que Emiliano creciera bajo la sombra de los Mon
madre se acti
ada de rabia y miedo-. No tienes derecho a aparecer desp
onardo destell
so adelante. Su tono era gélido, peligroso-.
escalofrío recor
cuando él nació, cuando lloró por primera vez, c
ntensidad, su mandíbul
ú me lo a
nte. Sí, lo había hecho. Y lo ha
mundo -dijo con determinación-. Emiliano
o era una sonrisa cálid
lo dec
a golpeó c
stás di
, como si estuviera
e. A estar conmigo. Y no voy a quedarme de
el mundo se derru
to -susurró-. No pu
pió él, con una certeza absoluta-. Y créeme,
andonó sus
egro no hacía p
o sabía dem
la angustia se apoderaba de ella, ahogándola poco a poco. Su mente giraba en círculos, buscando respuestas que no tenía, tratando de encontrar u
gnifica
texto que recibía parecía más urgente que el anterior. A su alrededor, el ruido de la cafetería seguía su cu
por un momento
No podía dejar que Leonard
i idílico. En ese momento, el ruido de la calle, el bullicio de la vida cotidiana, se mezcló con la presencia de Leonardo, un recordatorio
estaba E
lia
que se desataba alrededor de él. Aquel pequeño con su sonrisa encantadora, ta
itir que nada
ligrosa. Leonardo Montenegro no era un hombre que aceptara perder, y menos cuand
ampanilla la hizo volverse. Sofía, que había estado en la trast
. tenemos
sados, apenas pudiendo esconder
pasa,
entó frente a ella, sin el áni
fácil. Él no es un hombre que se confor
aunque el peso de sus pala
seguir lo que quiere. Pero no puedo de
prensión, pero tambié
r. Leonardo no solo es un hombre poderoso, es... imparable. Tiene l
l nudo en su gargant
crezca en paz, sin todo este... este mundo.
n momento, como si pensara
jo, pero no solo de forma emocional. Valeria, los Montenegro no son solo un apellido. Tienen el poder de des
para su vida y la de Emiliano? ¿Estaba preparada para enfrentarse a la fuerza arrolla
con el mismo
e tienes. No te va a ser fácil, Valeria. Lo
la vastedad de la ciudad. Tenía miedo. Un miedo profundo que la paralizaba. Pero también ha
e Leonardo lo arr
con una determinación
iano. No puedo dejar que e
en silencio, asin
lo que viene va a ser mucho
pero no iba a rendirse. No importaba cuán poderoso fuera Leonardo Mon
sintió más fuer
taba dispuesta a enfrentarse al