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La revancha del dragón

Capítulo 2 Uno

Palabras:4050    |    Actualizado en: 10/11/2023

años

ágrimas que amenazaron con correr por mis mejillas. Estaba siendo una chiquilla malcriada, lo sabía, pero estaba dando todo de mí, haciendo mi mej

Era sensible, toda su coraza era una fachada que lo protegía de lo que le ocurrió años atrás, cuando perdió a toda su familia incluida su hermana y cuando lo hallaron bañado en sangre escondido dentro de una maleta en un h

oluto, más bien se burlaba de mi ineptitud y de

y hombres lobo hasta guerreros monstruo y espectros. En lo personal, prefería a los elementales, aquellos que englobaban toda clase de seres Fey desde gnomos hasta elfos curtidos. La verdad es que co

mos simplemente lanzar una convocatoria porque había que cumplir un perfil. Un montero debía ser valiente, hábil, inteligente, empático y, sobre todo, abnegado. No en el sentido de ser un sirvie

amiento se decía lo mismo: “Primero es la humanidad, luego uno mismo”. Significaba que antes de cualquier cosa o persona estaba l

uiera está

ser un sobreviviente o haber visto algo o provenir de familia montera. De nada serv

ochó Lucas—. La mala noticia es que no tie

testigo de la muerte de tres Monteros. Dos a manos de espectros y uno a manos de un hombre lobo. Fue un espectáculo t

a la vez, pues eran tan poderosos y difíciles de matar, con propiedades curativas en su sangre y escamas con veneno capaces de hacer armas mortales, que, si hubiese muchos, habría caza furtiva de dragones. Si es que alguien lograba

forma humana y así era mucho más difícil caz

en mi mejo

u mejor o peor —Lucas me mostró su sonrisa blanc

ente agradable recorrerme el brazo entero y rápidament

nque todo estuviera en contra. Era un feroz y decidido, un hombre agradable y con intenciones buenas para el mundo. Estaba ena

conocía si fueron hechiceros o espectros. Pero él vivía para la venganza y mantener protegidos a los humanos. << Yo no tuve una b

levantarme para entrenar temprano todos los días, me obligaba a dar lo mejor de mí y fue

al plano astral para masacrarlos porque ese era su territorio, los masacrados seríamos nosotros. Pero cuando ellos entr

ta de caballo era un revoltijo de cabello después de tantas caídas y mis mejillas se sentían calientes. La ventaja de la piel morena

Esquivé dos duros golpes y lancé una patada baja, él la bloqueó fácilmente y contraatacó. Me agachaba, saltaba, subía, bajaba, gol

estaba cansando. Me lancé hacia él con la mano alzada lista para dar un golpe en el cuello, Lucas lo previó y rápidamente lo bloque

jido de dolor y se quedó tirado en la colchoneta. Me puse en pie y l

ctamente capaz y no necesitaba ayuda de nadie, pero me complació y la tomó; sus ojos cafés analizándome con cierto orgullo. Fui con

olo lo estaba

el entre

os separamos, aunque no est

nieve y una quijada fuerte. Era de los mejores y el ejemplo a seguir de Lucas… Y sí, también el mío. Tenía una trayectoria e

abo de patear

s contra una victoria. Lucas se entretuvo guarda

Lucas—. Ambos. Hoy hay luna nueva,

ran unos sanguinarios de lo peor, amantes de la os

ara comer, alimentarse y llenar fuerzas hasta que llegara el siguiente mes. Durante el primer día de cuarto menguante salían los elementales y en teoría los dragones (nadie había visto a

, deteníamos a muchos, pero muchos otros

bitación. Lucas adoraba a papá, le tenía cierta devoción de padre-hijo, era su mentor. Con mamá era

apenas asintió, algo en él había cam

mente en

ener que viajar a otros estados o incluso otros países. Había Monteros esparcidos por todo el mundo, de todas las nacionalidades y razas

él. Pero fue en vano, pues mi mente se quedó en blanco y simplemente me fui de ahí. << Maldita cobarde, tal vez

nto apareció mi instinto asesino. Al menos esa

r gruesas cicatrices, algunos granos sobresalían de la piel de sus brazos y su nariz, respingada y bonita, tenía una mancha amarilla de quié

eran hermosos. Algunas razas de l

estrella y su iris irregular de color verde olivo. Miró fijamente hacia el frente, su cuello tenso como

ción nos otorgaba mucha ventaja tomando en cuenta que los místicos tenían muchas más ha

dido calcularle una edad, pero se veía ebrio, confundido y como un asno total. Caminaba a trompicones mientras fingía hablar con alguna mujer i

s, lo había notado a él. Por el momento seguíamos de incógn

antenerse en pie. La bruja sonrió mostrando una dentadura filosa y para nada agradable, pero

qué no? —soltó una carca

para evitar que escapara. Y entonces comenzaríamos a disparar con todo nuestro arsenal y quien lograra

bruja tenía una voz encantadora—. Úne

se rascó el cuello—. Si

ar a mi posición, justo detrás de la bruja. Preparé mis dos pistolas con balas de cobre, tenían buen alcance y l

círculo, miró desconfiado, al parece

se puso de pie—. Dime qué quieres

ba no sabía por qué, lo que requerían eran solo unas pocas y el dolor que una herida ocasionaba. A más dolor, más poder y estando muerto uno no podía sentir do

ia el interior del círcu

a atrás, su hechizo mandándonos a volar. Colisioné contra unos botes de basura y rápid

e, no m

ja fue terrorífic

o no sabes

lto apuntando directo a su cabeza. Vol

que no entiendes —ronroneó—. Ven, ay

nr

ta para más dramatismo—. Ahora, suelta a ese c

el arma y con atronador chasquido la bala salió y se enterró en su hombro derecho. Soltó un alarido de d

te hace fa

con sus garras, recibía balas y soltaba quejidos de cuando en cuando. En un momento dado, tomó un puñado de hierbas y las lanzó hacia un compañero

Esta cayó al suelo gritando, un maldito grito ensordecedor. Fue suficiente como para llegar a ella y

bía qué le había hecho la bruja, pero definitivamente se veía mal. Entre los tres que quedábamos lo cargamos

ompañeras—. Fue un espectáculo her

n montero joven que era el líder de una facción. Ellos no se dignaban a hacer un funeral sencillo, cuando alguien caía en batalla

inó el funeral, qu

tono neutral de siempr

eran los líderes de las grandes familias, las más antiguas; era el Consejo. En cuánto ent

días, ta

ía puesto

bienvenida

n feroz. Daba miedo. Sonreí tímida, no sa

r, claro que no ib

nte. Mi padre ni siquiera me veía, seguro lo había decepcionado. Sabía que Lucas estaba cerca, no era necesario verlo para sentir que estaba ahí, quise que se

y meterme hasta que a todos se les olvidara mi nombre. Por pura suerte no volteé a ver a Lucas, de esa forma me ahorraría su mirad

solo tenía casi cincuenta años) se puso en

a hija de tus padres —se me vino a la cabeza mi hermano, aquel que vivía como humano normal y el renegado de la familia

maldición, pues durante la luna de sangre todos los místicos podían cruzar al plano terrenal sin importar la raza. Sus

s de dos lobos durante el trabajo de parto, mi hermano la defendió. Fue fuerte, toda una guerrera, había que con

soy

l término de la noche oscura. El fin de los místicos y la llegada de la paz —me mantuve ecuánime, escuchando atenta—.

pero sonaba casi como un mesías. Y yo no p

n que

Todo el mito habla de ti, se refiere a ti. Eres quien co

o se aclaró la garga

iendo a cada obstáculo, crecerá digno de liderar a los monteros y conducirlos a la guerra por el día eterno. Indomable como el viento, osado co

mo curvo. Esa cosa era un mito, supuestamente un montero antiguo logró robarlo de los dragones y lo usó para vencer a sus

ofeos, era la atracción principal. Un cáliz tan hermoso que podría contener

de beber sangre. No tenía ganas de beber sangr

os en luna de sangre,

rofundamente, casi

la ú

de ahora? —inquirí, curiosa

elegida, en tus hombros recae la vi

y provocó una emoción como nunca en mi interior. Era especial, era la elegida. Nací del sufrimiento y d

haría, me volvería tan hábil, que me haría merecedora del título de Montera Celesti

y por muchos años jamás lo olvidaría. Era

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