Lazos
a columna sobre el nuevo romance que tenía a todo Londres desviados de la tragedia que había acontecido a las Hamilton la semana pasada, y que tenía como protagonista a la más joven de ell
ía cruzado más palabras que en las mesas de té organizadas por sus padres, en las que deli
tos días puesto a que el clima estará cálido. -contó asidua Er
de todo tipo de responsabilidades. Se había cumplido un poco más de una semana que su primera prometida no aparecía, s
o el compromiso, y las invitaciones han sido enviadas, sería inapropiado de
mana ha dicho? -
opiado esperar tanto, y más aún después de
ese apoyo es el chant
seas grosero. -contestó bel
usted no es mi madre. -res
ay nada que me moleste más que un hombre actuando como un
e levantarse de la mesa y desaparecer al cruzar la puerta, dejando atrás a s
a, cabalgar, disfrutar de ver pasar la vida junto con alguna mujer a quien no le deba más que buenos tratos en la cama y todos aquellos planes que signifi
a vez en los brazos de Victoria, y hasta incluso eso le ponía los pelos de punta. No habían vuelto a cruzar palabras siquiera desde que ella lo vio besarse con Esme Hamilton. No tuvo otra oportunidad de acercársele, y de seguro no sería para nada bienvenido en aquél lugar después de que ella le
ían hecho. Desde que Carlisle tiene memoria, él era más que bienvenido en la mansión, y como amigo de la fa
sta ve
que te dije? -comentó sobre las escaleras Victoria. Luc
grarte por mi visita. -e
o eres bienvenido aquí. -acotó ella
ué? -in
ido. El joven no llevaba guantes, ni corbata, ni sombrero. No hacia falta ser clarividente para darse cuenta de qué habían sido testigos la noche anterior. El joven dejó ver su rostro tras apartarse el flequi
os que Allen Nightr
con estupor el
l mismo tiempo que se escudaba tras Victoria, mientras que
rte. -espet
ada de lo que sucedía tenía sentido. ¿Que hacía un Nightray en la mansión Browning? Albergó inútilmente
no amigo? -dijo aplomo Carlisle. Mientras no le quita la mirada de
rte. -replicó el joven Nightray -.No creo que
n juntos? -preguntó
poros querían salir las acciones menos diplomáticas. Se sintió ajeno al ver a su Victoria rode
estúpido. -replic
s juntos, siempre lo
rumores,
es. Era real.
o que nunca aceptaste.
midad en las palabras de Allen. Pero solo encontró una mirada fría, que le susurraba al oíd
elaciones conmigo ¿Y ahora esto? Sí que e
o, pero Victoria, le detiene r
te vayas. -volvi
o entonces nada debía de sorprenderle. Después de todo, él había aceptado casarse con una joven que ni siquiera amaba, solo por complacer a su padre. As
spondan una cosa. -ins
-exigió
a pedirte perdón
as cosas. Solo vet
e respeto. -agregó Carlisle. Aunque sus últimas pala
alguien que no era él, descontando las riendas sueltas que pudo dar a su imaginación el tan solo pensar en lo que habría sucedido la noche anterior. Un lugar que había sido suyo desde antes de ser consciente, y que hasta esta mañana, pensaba q
len, el tan solo hecho de imaginarse el cuerpo de Victoria desnudo mientras que Allen le hiciera lo que con él aprendió. Su padre se encontr
la fecha del casamien
go a ade
xpectante, por primera vez,
ue será correcto que el casam
e cambio tan repentin
to los ojos, p
ciones para la boda fueron enviadas. Un retrato de la pareja fue publicado en el Lon
su sirvienta, ésta, insulsa e inexperta, le estironeaba un poco su largo cabello
nte se casará. Pensé que nunca lo har
eja mientras le diri
lpe? -r
n, y tan solo hace falta ver los ojos con que se miraban usted y
a menudo realizar actos de caridad y tener buen trato con los sirvientes. Pero en la mansión de las Browning eso nunca sucedía, incluso a Victoria le asqueaba que le peinaran las sirvientas p
gustaba fantasear con vivir en los papeles de sus patronas. De hecho, le perdonó a una de sus sirvientas que usara sus zapatos una vez la encontró jugando con e
tima vez que lo insinúes. O tendrás que imaginarte historias d
ó de hombros y miró ha
veré a decir esas cosas. -instó m
rminaré con mi c
habitación. Victoria volvió a ojear el título del periódico, y luchó consigo misma p
o y respiró hondo. Se le arrugó el rostro al llorar, pero unas cuantas respiraciones profundas y
escuchó al otro l
ara y los ojos rápidamente
te. -ex
ción y la contempla desd
hermosa,
fueron celestes, ahora estaban mucho más claros porque el enrojecimiento por e
tray no estará preguntándose dond
e estaría visitándote de seg
ayor heredero esté en la mansión
relacionarse con una Browni
de estar bien vista la
ningún Nightray considera deshonrosa la viudez de tu madr
len se para a su lado con gesto decidido, y la mira a los ojos a tra
no condicione tu belleza. Eres una mujer digna y mereces a c
Y ése único hombre ahora mismo iba a desposar a alguien que no era ella solamente porque su familia no la consideraba digna para él. Y por injusto que le parecía inclusive hasta a ella el saber que no podía huir de su naturaleza, el único hombre al que deseaba tener era a él