Lazos
i alguna vez volvería a reencontrarse con su hermana y su madre, ya poco le importaba su destino nupcial. Aunque no le gustaba pensar en esos extremos,
realmente de lo que ella pensaba. Y efectivamente así fue, lo que parecía ser un crucero sádico de su propio secuestrador, se detuvo.
lamó el menor de sus secuestradores,
el joven había entrado a la habitación trancando la cerradura mientras que traía consigo un vestido co
o omiso a la preg
are para la fiesta. -explicó mientr
-instó Gladys al ver el vestido mientra
oven mientras se posicionaba junto
que le pregunté, ¿hemo
ción que no fuese necesaria. Por lo pronto va
ia que sepa si estamos en tierra
e dedicó una sonri
plen sus órdenes. Permitame ayudarla con el vestido -dijo aplomo
on mi vestido! -espetó ella
oy siguiendo órdene
e verme desnuda? ¡No
do, y me llamará cuando necesite que la ayud
ather abandona la habitación, sonando la llave de la cerradura a
s desde que comenzó a usar vestidos de esa ímpetu, las sirvientas la habían ayudado. Comprendía ento
ite de un poco de
sé, sus manos rozaron la espalda de la joven Gladys, creando un ambiente tenso. Las mejillas de ambos se enrojecieron, pero nin
ación de que debía escapar, y que este era su momento. Para cuando el joven Heather notó sus intenciones, y su error de no haber asegurado la puerta, Gladys ya estaba
apareciendo sorpresivamente al final del pasillo.
radores y se arrincona contra la pared mientras cierra sus ojos y espera lo peor. Incluso se vaticinó que ésta, hab
sta noche vamos a celebr
cuestrador de cabellos rubios al alejarse. Se permitió abrir los
a su habitación? -volvió a
res eran estos? Y aunque claramente no habría de preferir estar muerta, incluso notó cierta extrañeza en su reacción. Por unos instantes se permitió el beneficio de la duda, y com
n las que navegaba el gran barco del conde. Heather se acerca para dar el av
smo? -sugirió Heather a unos pasos de la puerta que daba con el salón principa
u mansión? Ni siquiera ha dejado muestras de una fu
us hijas como usted piensa mi
está nublando su accionar. Pero solo hace falta de un poc
laneado mi lo
er. Traiga a la bella dama, qu
tela que suponía ser un vestido de fiesta, que le dificultaba el caminar, renqueante, llegó al salón principal. El mayor de sus secuestradores se
l conde, mientras Heather deja
conde y Heather le acercaba la silla a la mesa -.¿No cenará con
e para detrás de Howard
Él desde luego ya ha cenado, pero estará aq
encontró con una mirada fría y servil. Como si entre ellos hubiese algo más que un trato de amo y sirviente, como si el conde fu
as él. -Por lo general me gusta acompañar la comida con vino, ¿a
entras Heather aparecía nuevamente en el salón
remos a alguien más en el
n más? -re
u hermana. ¡Ya no tend