Tus caricias en mi piel
del mundo, las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, no podía creer que mi amiga, la única que había compartido mis mom
mejilla, ¿Por qué no a mí? Ella no tuvo la culpa de acompañarme - Bus-bus-ca a m-mi-s her
solo se había quedado mirándome, no había intentado hacer nada por salvarla, cómo si se
a la muerte de esta manera y mucho menos, que había sido la primera muerte que presenciaba . Miré a mi amiga por última vez y aquel hombre tenía razón en todo lo que decía, había mu
que esos hombres me dispararan a mí,
Siempre agradeceré todo lo que ha hecho por mí. - sonreí. - Desde que me conociste protegiendo mis espaldas, hasta el último día de tu vida. - terminé susurrando entregán
el nombre, pero que parecía estar preocupado por aquel pequeño detalle y de por mí, que
estos momentos. - ¿Quién eres tú? Dime tu nombre y deja de mirarme de esa manera. - preguntó curiosa, nunca antes lo había visto, no es cómo que haya
no que tratando de pensar en lo que pasaba por la de él. - Y soy el dueño de esta casa, Nikolay Petrov, sí, soy ruso, por eso mi acento. - added, asentí sor
erminar la frase que quería, sentí vergüenza. ¿Será q
a persona que las enviaba. - dijo provocando que mi cuerpo se relajara un poco, pero no pude evitar estremecer al darme cuenta de que sabía exactamente lo que yo estaba pensando, ¡¿SERÁ QUE ERA TAN EVIDENTE LO QUE
sentí acorralada por su mirada. - Venía buscando a una persona que no está y no sé dónde pueda estar. - agregué sint
tu seguridad y para la mía. - comentó de la misma manera de hacer un rato. - No quiero que me veas cómo tú enemigo, es más, no me gustaría serlo, pero sí puedo ll
alternativa, no quería encontrarme con otros matones por ahí y mucho menos quería sabe
ás y de pasó te mandaré al doctor una vez llegue. - dijo, ¿Quién era aquella mujer? Ingresamos a la mansión, la distribución era la misma. Me qu
lcra y hermosa, no me importaba el color celeste que tenía, pero p
ro que ella estaba viéndome desde el cielo, porque una
ama verdadera y no un catre y recurre golpeando en mi espalda. Ann desearía que estuvieras aquí conm
ómo ha sido mi vida de un tiempo para aquí, no sabía que estaba allí y mi cuerpo se estremeció comp
historia que te contará en otro momento. - mencioné. - ¿Puedo hacer que ha pasado con mi amiga? - agregado. No sé porque había respondido y dicho aquella infor
os momentos. Por ahora, creo que te dejaré descansar, es mejor que lo dejemos así. - dijo sonriendo. Su sonrisa apareció u