Nikolay Petrov, heredero de una cuantiosa suma billonaria y del negocio familiar, hijo único, obstinado, entrenado desde pequeño solo para una cosa, matar a quien se ponga en su camino. Nadie se mete con los Petrov, son la dinastÃa más poderosa de toda Rusia, pero por algunos conflictos y malas alianzas tendrá que abandonar su paÃs natal y buscar refugio en algún lugar de España, ¿Quién lo dirÃa? Probablemente su padre lo verÃa como una mancha en el legado familiar y no ayudarÃa a solucionar los problemas que lo veÃan envuelto. Ivonne Wilson, una pobre muchacha huérfana que quedó a manos de su tÃa cuando sus dos padres fallecieron, en distintas circunstancias, algunas sospechosas. Tendrá que sobrellevar una vida que nunca le correspondió y que tampoco pidió, su tÃa querrá apoderarse de todo lo que alguna vez perteneció a su sobrina y a su madre, da orden para asesinarla, Ivonne entre un vaivén de sucesos se escapa y va a parar a la casa que pertenecÃa a su novio, pero que ahora, casualmente, pertenece a Nikolay Petrov, el mayor mafioso de Rusia. Él le ofrece refugio a cambio de algunos favores que podrÃan ayudarle a salir de su desastre, pero qué, comenzarÃa todo este juego en el que el fiel destino nos mete y qué la cruel vida nos destruye.
Ivonne Wilson
FrÃo, demasiado frÃo, es lo que se siente en este lúgubre y espantoso interno de niñas en el que me habÃan obligado a permanecer, no era la época para estar aquà y tampoco estaban las condiciones para que este sitio siguiera habilitado, no entendÃa cómo lograron hacerlo, solo los jóvenes sin hogar se quedaron en sitios como este y no era para nada mi caso, o al menos seguÃa pensando.
Recordaba a mis antiguos amigos, todos estaban pasando este invierno con sus familias, ¿Me recordarán? Después de todo hace casi un año que no los veo, de hecho, me alejaron de ellos, ¿Por qué mi vida se volvió tan complicada luego de la muerte de mamá? ¿Por qué mi padre tuvo que buscar a otra mujer tan rápido? ¿Por qué no pudo ser otra mujer? Y sÃ, a los pocos meses de que mi madre falleciera su lugar fue ocupado por otra mujer, mi tÃa.
La culpable de mi actual condición, pues, aunque nunca intenté nada en su contra, siempre tratará de ser algo que no era para mÃ, nunca la aceptarÃa cómo mi madre, era mi tÃa y asà deberÃa quedar. Mi padre tendrÃa semanas antes de que ingresara a este lugar, sino que estoy seguro de que no me mantendrÃa aquÃ, o eso quiero creer.
Tengo los dieciocho años que la ley estipula cómo la mayorÃa de edad, es decir, soy una adulta, pero mi iluso padre, antes de fallar bajo circunstancia un tanto confusas, según la policÃa, y que luego de las debidas investigaciones la misma ha desechado bajo la corroboración del laboratorio forense, ha estipulado en su testamento que sus bienes, es decir, mi herencia, pasarÃa a ser mÃa cuando cumpla los veintiún años, y qué, además, la encargada de mantenerme mientras aquellos sucedieran, era mi tÃa. La hermana ambiciosa de mi madre, que siempre buscaba la posibilidad de metersele por los ojos a mi padre, sin importarle que era su propio cuñado y que terminó lográndolo una vez mi madre murió en un accidente, que por muy extraño que parece, fue muy similar al de mi padre.
Solo han pasado cinco años desde aquel suceso que cambió mi vida de maneras inimaginables. Mi tÃa inició su juego yendo a casa cada dÃa con el pretexto de ayudar a mi padre y de paso a mÃ, pero mi ingenuo y dolido padre no se dio cuenta de aquello nunca, de hecho, creo que pensó que estando con mi tÃa podrÃa , de alguna manera, tener más cerca a mi madre, pues se parecÃan bastante.
La fortuna de mi padre vino a caer en manos de mi tÃa hace tres años, cuando bajo sus encantos mi padre tuvo que casarse con ella y hacernos creer a todos que ocuparÃa el lugar de mi madre.
Recuerdo perfectamente aquel dÃa, mi tÃa pidió que todas las imágenes de mi madre desechadas, claro que solo quedaron las de mi habitación y una que mi padre guardó con recelo en la caja fuerte de su despacho, una que ni alguna vez aquella mujer conocÃa, yo solo
Mientras ella se da la vida de lujos que siempre quiso, yo me estoy pudriendo en este lugar, cada dÃa más marchita y con menos esperanzas de salir, a menos que ya cumpla los veintiún años y tome posesión de todo lo que me corresponde, ni Aunque tengo un celular con el cual comunicarme con mis antiguos amigos o con mi novio, Julián, solo podÃa enviar una carta semanal para poder comunicarme con el exterior, y siempre iban dirigidas a él, algún dÃa se cansarÃa de esta situación y lo comprendÃa, supongo que, a la larga, también me cansarÃa de una relación que parece a larga distancia, pero, no es asà en realidad.
Sonrió de mi propia mala suerte, pues recuerdo que cuando niña amaba ver la pelÃcula de Rapunzel, y ahora, cada dÃa que pasa me parezco más a ella, encerrada en un castillo que se cae a pedazos, esperando pacientemente el dÃa de su libertad, aunque no sé si ese dÃa llegarÃa para mà de la manera en que le pasó a ella, no creo que un prÃncipe venga a sacarme, esperaba que sÃ, de verdad lo esperaba.
- Cometiste un gran error casándote con ella, padre. Nunca fue lo que aparentó, no cambió con la muerte de mi madre, siempre ha estado interesada a tu bolsillo y le diste justo lo que querÃa, el poder de hacer con tu legado lo que quisiese. - susurré a una de las pocas imágenes que me quedaron de él junto a mi madre, es más, creo que es la única, de seguro mi tÃa terminó con todas en casa. Después de todo, nunca soportó ver la alegrÃa que mi madre contagiaba a todo el que se le acercaba.
- Otra vez hablando sola IV. - dijo la única amiga que tengo en este lugar, Anastasia. Ella por suerte no sabe lo que es vivir en una familia con amor y perderlo todo, para ella este lugar es normal, pues, proviene de una familia disfuncional, es más, creo que su madre está en prisión y por lo que me contó, su padre es un ebrio que varias veces trató de abusar de ella.
La sociedad cada vez es más horrible, y, a veces, las situaciones que vemos en televisión, las que vemos alejadas a nosotros parecen estar más cerca de lo que pensamos, pero nos aislamos en nosotros, en nuestras propias vidas, en lugar de hacer algo de provecho y concientizar a los demás de todo a lo que estamos expuestos y tratar de combatir el mal.
- Sabes que no puedo evitarlo, me da impotencia solo de pensarlo, ella se terminará quedando con todo y la verdad es que ya no me importa, solo quiero que me saque de este lugar y me deje vivir mi vida en paz. - mencioné mientras una lágrima caÃa por mi mejilla. - Odio este lugar. Lo tenÃa todo Anne y lo perdà sin más.
- No puedes asegurarlo, la única forma de que eso pase es que te suceda alguna desgracia, y no ha pasado nada. Y todos odiamos este lugar, pero por ahora, es mucho mejor vivir aquà que allá afuera, en las calles y con este frÃo. - hubo ella sonriendo de lado, sabÃa que no le grabó aquella etapa de su vida, pues Anne sufrió mucho tiempo en la calle toda pasando clase de peligros y escapándose de muchos hombres que quisieron abusar de ella.
- Por qué aún no tengo la edad que estipuló mi padre en el testamento, no dudarÃa en que hará algo para perjudicarme, aunque claro, espero que no pasé. - responde. SabÃa que estaba mal insinuar aquello sobre mi tÃa, después de todo somos familia, mi sangre corre por sus venas, pero es que no podÃa evitarlo, porque todo lo sucedido parecÃa ser cómo un sucio plan que ella habÃa orquestado, aquellos que solo aparecen en telenovelas o peliculas.
No es posible que dÃas después de que mi padre dejara claro y estipulado todo sobre su testamento falleciera, ni siquiera estaba enfermo, ¡Pero nadie ve eso! ¡Son todos unos ciegos!
- Por lo menos tienes algo por lo que luchar, en mi caso, estoy mejor aquà dentro que allá fuera. - comentado. Me levanté de mi cama y caminé a la suya. Congeniábamos muy bien, además si no fuera por ella, seguramente no seguirÃa aquÃ, las cosas son muy diferentes, si lo comparamos con lo que estaba acostumbrada a vivir, me senté a su lado.
- Sabes que siempre podrás contar conmigo. - respondà a su comentario. - Si algún dÃa logramos salir de aquà no dudes que vendrán conmigo, te ayudaré y brindaré apoyo, todo el que necesites, hasta ver estudiar juntas, sé que ese ha sido uno de tus mayores sueños. - mencioné nuevamente.
- Eres una buena amiga. - dijo ella sonriendo con ilusión en sus ojos. - Y por eso estamos juntas ahora. - añadido. - No dudes que te protegeré de esas tipejas que siempre te molestan. - dijo, no sé qué habÃa hecho sin Anastasia, después de todo, no sé pelear y no tengo idea de cómo defenderme, nunca lo necesité y nunca me llamó la atención la violencia.
- Gracias. - la abracé y sonreÃ, la puerta de la habitación se abrió, nos llegó a buscar desayunar, gracias a dios se acordaron de nosotras.
- Qué bueno que estén preparados. - mostró mostrando aquella varilla con la que ya algunas veces me habÃan golpeado, esta estaba roja, manchada con la sangre de chicas, que al igual que yo, no sabÃan dónde estaban metidas y no tenÃan la culpa de nada.
Anastasia y yo salimos de la habitación y nos dirigimos a la pobre cocina que se caÃa a pedazos, es que no entiendo cómo los encargados en inspeccionar estos edificios no lo hacen o no se hacen presentes.
Nuestra vida es deprimente... bueno, la vida de las personas con menos ingresos y menos oportunidades, yo no estoy aquà por necesidad, estoy aquà por obligación, pero gracias a ello me doy cuenta de todo esto.
Creo que me gustarÃa prepararme para hacer algo por estas personas, tengo los recursos, aunque no sé si algún dÃa llegue a disponer de ellos.
CapÃtulo 1 Otro dÃa en el internado de niñas.
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CapÃtulo 2 Vives en mis pensamientos, Ivonne.
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CapÃtulo 3 Un enfrentamiento; Una huida.
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CapÃtulo 4 Un encuentro peculiar.
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CapÃtulo 5 Perdà a mi mejor amiga.
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CapÃtulo 6 Comienza el caos en mi hogar.
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CapÃtulo 7 Yo no estuve en la cárcel, yo no soy una criminal.
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CapÃtulo 8 Parece que deseas más de ese beso.
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CapÃtulo 9 Contrólate, Iv, Contrólate.
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CapÃtulo 10 Ivonne: Julián Nikolay; La solución de mis problemas
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CapÃtulo 11 Futura señora Petrova
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CapÃtulo 12 Visita al cementerio
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CapÃtulo 13 Visita al cementerio, dos
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CapÃtulo 14 Salgamos antes de profanar a los muertos.
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CapÃtulo 15 Lo deseas tanto cómo yo, Ivonne.
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CapÃtulo 16 Los celos incontrolables de Nikolay
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CapÃtulo 17 La confesión de Nikolay
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CapÃtulo 18 Sentimientos a flor de piel.
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CapÃtulo 19 Necesito de él, necesito de su fuego.
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CapÃtulo 20 Aleric.
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CapÃtulo 21 La desaparición de Nikolay.
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CapÃtulo 22 En una trampa
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CapÃtulo 23 ¿Cómo salir de la mansión
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CapÃtulo 24 El plan entra en acción.
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CapÃtulo 25 Nikolay, ¡Quiero más de ti!
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CapÃtulo 26 Usa la distracción a tu favor.
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CapÃtulo 27 Llegaremos tarde, ruso.
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CapÃtulo 28 Cita con el ginecólogo.
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CapÃtulo 29 La fiesta de Aleric.
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CapÃtulo 30 La boda.
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CapÃtulo 31 Luna de miel, en Italia.
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CapÃtulo 32 Luna de miel, en Italia, dos.
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CapÃtulo 33 Conociendo a Bruno y su familia.
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CapÃtulo 34 Completamente tuya, Nikolay.
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CapÃtulo 35 Tus nudos son extremadamente malos.
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CapÃtulo 36 Petrov y Petrova en peligro.
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CapÃtulo 37 SentÃa que te perdÃa.
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CapÃtulo 38 Và a mi padre, hablé con él y, él me envió devuelta conmigo.
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CapÃtulo 39 Mis manos sobre su piel.
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CapÃtulo 40 ¿Embarazada de mi ruso
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