De niña la fotografía siempre fue mi pasión, cuando crecí y descubrí que podría hacer de mi pasión mi trabajo fue algo increíble, ¿Cuántos pueden decir que tienen la dicha de hacer lo que aman?, pues de eso se trata la vida.
Hoy estoy en una hermosa playa haciendo una sesión de fotos para una embarazada, hemos estado toda la tarde haciendo tomas, pero esta es la mejor hora, el atardecer ha comenzado y eso le da una luz preciosa a las fotografías, el hecho de que mi modelo se vea preciosa con una barriga de siete meses ayuda mucho.
—Bueno linda, hemos terminado— le digo sonriendo.
—Gracias al cielo, ya este señorito está muy inquieto—me responde abanicando su cuello con las manos.
—No lo dudo, debe estar desesperado por salir de allí.
—A no, aun le quedan unos dos meses, debe esperar.
Continuamos hablando hasta llegar a mi auto, donde mi equipo la ayuda a refrescarse y a darle algo de comer, mientras yo traslado las fotos a mi computador.