icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Por mí aquí y ahora

Capítulo 6 Elegancia la de Francia

Palabras:2796    |    Actualizado en: 07/01/2023

para que le contara cómo iba todo y que quince minutos después de colgar con ella lo hizo mi hermano para hace

uando bajé y fui de regreso a la cocina, Thiago ya estaba allí preparando la cena. Creí que lo encontraría u

por la

Estaba a punto de subir a ver si debía p

y te e

bas de llegar. ¿Ha sucedido a

mesa de cam

-Dudé en si contarle que había hablado con mi familia. Pudo conmigo su cálida mirada, que inspiraba confia

ómo te cuidan.

hermano quería saber

hermano. ¿Es mayor o menor que tú? -me

y ocho meses

empo que abría la nevera y agarraba una bolsa de

mente nos

deduzco, están unidos.

ba

cejas e hi

sacando una pieza de carne envasada al vacío. Esperé a que la colo

-canturreé siguiénd

e qué

que yo tenía en ese instante. Sin condiciones, sin promesas, yo necesitaba que las cosas pasaran; no quería prever nada ni pensar en el día siguiente. Antes solía planearlo todo y así me había ido. No tenía ningún sentido

iese que suceder, pero fue

oral estaba Hebert, él

o a que ese no sería el momento para flirtear conmigo o

nir de allí. Está tranquilo, lo cual es un alivio.

venir. ¿Te molesta si voy a verlo y luego vengo a ayudarte

mirando el telediario porque no había nada más para ver, pero no es que sea su pasión ni nada por el estilo; de hech

so

que... -Se interrumpió -. Bueno, ahora me dirás que eres partidaria

e

hecho, me pone de

parece bien, puedes apagar l

rem

de la cena. Prepararé

rece

est

ía no lo has probado; no

me encargo yo

sea que quieras preparar. A mí

risa, él se interrumpi

con la cabeza hacia la puerta-, ve a hablar con él

así

lo tengo bajo control. ¡Ups, he olvidado las cebollas!

detalles; uno de estos fue una fotografía que parecía recortada de una revista, de un tipo elegantemente vestido, de pie frente a lo que parecía

el estante por delante de lo que v

un poco más de cerca, porque mi gafas había

cejas espesas y un anguloso mentón que se marcaba todavía más por la forma en la que llevaba recortada la barba canosa. Poseía labios bonitos, carnosos, quizá un tanto femeninos, y una nariz suave, algo infantil ; aun

extremo rígidas; además estaba en una actitud como si reclamase

más redondos y los del tipo de la fotografía eran más rasgados, algo en su mirada indicaba una familiaridad que solamente puede dar la sangre. Además de eso, hasta lo que me constaba, Hebert no tenía sobrinos; él había sido hijo único, su esposa también. A Hebert

con el aspecto del

pasaba pronto y te acostumbrabas a su belleza de un modo extraño, como si él supiese que aquello no era lo más importante en su persona, y ¡bien por él! La segunda impresión al

alguna película o alguna serie de televisión, porque después de todo estaba

por completo de qué iba una película a las veinticuatro horas de haberla visto y

de Hebert no figuraba a

espués de percatarme de lo mucho que me había ap

Nadie más que Thiago me había hablado del hijo de Hebert, para limitarse a explicarme que lo visitó cuando estuvo hospitalizado y luego se fue. ¿Qué

trabajo, mi padre y Brendon eran una unión solida forjada a base de mucha vida. Nos sobraban historias amargas que contar, porque mi padre, moreno, alto y de ojos oscuros, muchas veces había tenido que lidiar con gente estúpida que no entendía que Brendon, por su color de piel, era su

ctitud que imperaba en él al ejercer su profesión, jam

por eso, jurando

ayuda a quien pudiese necesitarla. Mi hermano no se cruzaba de brazos así, mi hermano tendía la mano, y probablemente hubiese preferido que lo fotografiasen, en vez

pasos, alejándome de la estantería, y volví a concentrarme

despotricar contra el personaj

el que él estaba sentado. Hebert se agarraba la frente

y alzó la cab

iago estaba a punto de subir a buscarte; me ha dado la

a, de atento a lo que lo rodeaba? Aquello, a pesar de mi momentánea incomodidad,

specto a mi trabajo aquí. -Señalé el sofá a mi derecha-. ¿Te mol

esfuerza pero no

esforzándose c

la cabeza en las nubes, no es más que

había preguntado; bueno, en

casada y no

cuarenta, ¿no? ¿Tienes congelados tus

niños y una niña, de mi hermano Brendon. Todavía no

devolviendo su aten

es

dientes que yo

a

que me dejó claro que

s

runcir el entr

ne

del todo de sus palabras; después de todo no era improbable que su nieto mayor llevara el nombre de su

inteligente. Irá a

stupendo. ¿Q

erat

Cada detalle que pudiese darme no me hablaría solamente de su nieto y de q

a leer mucho cuando la conocí a ella. Mónica... ya la conocerás, ella puede

hijo me lo compró. Yo ya tenía uno, pero él insistió en que era viejo. No lo utilizo demasiado. Como te decía, mi nieto me envía correos muy a menudo

la cantidad de veces que mi hijo se ha casado. Los matrimonios no le duran nada, es una vergüenza. No fue eso lo que yo le enseñé. Su madre y yo..., nosotros nunca... Ahora la gente s

más remedio

trata de

de que cuando se complicaba todo... -Mica y

hermanas

S

te

a fotografías de los tres y en ocasiones él

¿Cuántos

o... -Esa vez fue su frente la que se pobló de arrugas-. Ahora

h

á en

¿Vendrá

decirme con la vista fija en la pantalla; en ese m

Obtenga su bonus en la App

Abrir