Por mí aquí y ahora
para que le contara cómo iba todo y que quince minutos después de colgar con ella lo hizo mi hermano para hace
uando bajé y fui de regreso a la cocina, Thiago ya estaba allí preparando la cena. Creí que lo encontraría u
por la
Estaba a punto de subir a ver si debía p
y te e
bas de llegar. ¿Ha sucedido a
mesa de cam
-Dudé en si contarle que había hablado con mi familia. Pudo conmigo su cálida mirada, que inspiraba confia
ómo te cuidan.
hermano quería saber
hermano. ¿Es mayor o menor que tú? -me
y ocho meses
empo que abría la nevera y agarraba una bolsa de
mente nos
deduzco, están unidos.
ba
cejas e hi
sacando una pieza de carne envasada al vacío. Esperé a que la colo
-canturreé siguiénd
e qué
que yo tenía en ese instante. Sin condiciones, sin promesas, yo necesitaba que las cosas pasaran; no quería prever nada ni pensar en el día siguiente. Antes solía planearlo todo y así me había ido. No tenía ningún sentido
iese que suceder, pero fue
oral estaba Hebert, él
o a que ese no sería el momento para flirtear conmigo o
nir de allí. Está tranquilo, lo cual es un alivio.
venir. ¿Te molesta si voy a verlo y luego vengo a ayudarte
mirando el telediario porque no había nada más para ver, pero no es que sea su pasión ni nada por el estilo; de hech
so
que... -Se interrumpió -. Bueno, ahora me dirás que eres partidaria
e
hecho, me pone de
parece bien, puedes apagar l
rem
de la cena. Prepararé
rece
est
ía no lo has probado; no
me encargo yo
sea que quieras preparar. A mí
risa, él se interrumpi
con la cabeza hacia la puerta-, ve a hablar con él
así
lo tengo bajo control. ¡Ups, he olvidado las cebollas!
detalles; uno de estos fue una fotografía que parecía recortada de una revista, de un tipo elegantemente vestido, de pie frente a lo que parecía
el estante por delante de lo que v
un poco más de cerca, porque mi gafas había
cejas espesas y un anguloso mentón que se marcaba todavía más por la forma en la que llevaba recortada la barba canosa. Poseía labios bonitos, carnosos, quizá un tanto femeninos, y una nariz suave, algo infantil ; aun
extremo rígidas; además estaba en una actitud como si reclamase
más redondos y los del tipo de la fotografía eran más rasgados, algo en su mirada indicaba una familiaridad que solamente puede dar la sangre. Además de eso, hasta lo que me constaba, Hebert no tenía sobrinos; él había sido hijo único, su esposa también. A Hebert
con el aspecto del
pasaba pronto y te acostumbrabas a su belleza de un modo extraño, como si él supiese que aquello no era lo más importante en su persona, y ¡bien por él! La segunda impresión al
alguna película o alguna serie de televisión, porque después de todo estaba
por completo de qué iba una película a las veinticuatro horas de haberla visto y
de Hebert no figuraba a
espués de percatarme de lo mucho que me había ap
Nadie más que Thiago me había hablado del hijo de Hebert, para limitarse a explicarme que lo visitó cuando estuvo hospitalizado y luego se fue. ¿Qué
trabajo, mi padre y Brendon eran una unión solida forjada a base de mucha vida. Nos sobraban historias amargas que contar, porque mi padre, moreno, alto y de ojos oscuros, muchas veces había tenido que lidiar con gente estúpida que no entendía que Brendon, por su color de piel, era su
ctitud que imperaba en él al ejercer su profesión, jam
por eso, jurando
ayuda a quien pudiese necesitarla. Mi hermano no se cruzaba de brazos así, mi hermano tendía la mano, y probablemente hubiese preferido que lo fotografiasen, en vez
pasos, alejándome de la estantería, y volví a concentrarme
despotricar contra el personaj
el que él estaba sentado. Hebert se agarraba la frente
y alzó la cab
iago estaba a punto de subir a buscarte; me ha dado la
a, de atento a lo que lo rodeaba? Aquello, a pesar de mi momentánea incomodidad,
specto a mi trabajo aquí. -Señalé el sofá a mi derecha-. ¿Te mol
esfuerza pero no
esforzándose c
la cabeza en las nubes, no es más que
había preguntado; bueno, en
casada y no
cuarenta, ¿no? ¿Tienes congelados tus
niños y una niña, de mi hermano Brendon. Todavía no
devolviendo su aten
es
dientes que yo
a
que me dejó claro que
s
runcir el entr
ne
del todo de sus palabras; después de todo no era improbable que su nieto mayor llevara el nombre de su
inteligente. Irá a
stupendo. ¿Q
erat
Cada detalle que pudiese darme no me hablaría solamente de su nieto y de q
a leer mucho cuando la conocí a ella. Mónica... ya la conocerás, ella puede
hijo me lo compró. Yo ya tenía uno, pero él insistió en que era viejo. No lo utilizo demasiado. Como te decía, mi nieto me envía correos muy a menudo
la cantidad de veces que mi hijo se ha casado. Los matrimonios no le duran nada, es una vergüenza. No fue eso lo que yo le enseñé. Su madre y yo..., nosotros nunca... Ahora la gente s
más remedio
trata de
de que cuando se complicaba todo... -Mica y
hermanas
S
te
a fotografías de los tres y en ocasiones él
¿Cuántos
o... -Esa vez fue su frente la que se pobló de arrugas-. Ahora
h
á en
¿Vendrá
decirme con la vista fija en la pantalla; en ese m