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Por mí aquí y ahora

Capítulo 5 ¿Vieja ¿Madura

Palabras:2885    |    Actualizado en: 07/01/2023

dicaciones, la señora Gomeri se despidió de mí para ser acom

dedo -disparó en cuanto las pisadas

regando mi respuesta

eres tienen novia. Y quizá hagan bi

e

, señor Strong. ¿Pu

nombr

mantengamos las formalid

aras. Es mi casa y estoy acostumbrado a

an solo quiero que sepas que, p

cuosa se fi

ta casa... -Su mirada se pe

miento de ocuparme del jardín? Cuando no llueva, eso sí. Si le

os, así e

emasiado vi

ente no lo era y tenía entendido que, hasta antes

templó con un

e me eche una mano. Yo siempre

arás con mi

nuar eso -le sonreí-, lo

rías est

nos posible tu vida, pero, por el momento, necesitas a alguien que te eche una mano y yo estoy dispuesta

eso. -Su mueca me dijo que

abía que eras

ntos cojea y tiene una sola mano útil para h

tono entendí que ese era su modo de hace

uro que más de una de tus ve

y quieren saber de

cupan por tu fa

a, son curio

icia?, ¿la que vi

sabes d

us rutinas y Thiago me contó el resto.

darse estudiándome

murmuró-. Te

que trepaba por mi

sí. Es normal que él les guste a las mujeres. Ese hombre debe

eno

r, no hagas ruido. T

ro nada salió de

creo recordar,

son

pregunté, porque me parecía correcto que él

endido. Hicieron un escándalo por aquello. -Hizo una mueca graciosa con la que se

so es

o a nadie aquí. Me toca los huevo

tienes problemas con tu lado izquierdo

uto b

para golpear los tobillos de quie

mango del bastón y lo alzó bajando su man

fastidio

, pero fastidiará

e moleste, me lo dices, pero apenas a

enir hasta aquí p

ás, quizá sea yo la

erno haciéndoles creer que cuidas de los viejo

ues el piano para mí, y podría ponerte a trabaja

te han sa

de dónde sale la gente -brome

as y subes las cosas de Anahí a su cu

cosas, Hebert, y tú me

doptarme de lo muc

insopo

lo contrario, te diré que me alegra que ac

, y Thiago sonrió con un dej

ya quieres acapararla to

. ¿Tú no sabes lo

disfrutas de

se y enséñale la ca

que no so

ucho más q

ntisiete a

falta para

carcajeó

s y todavía no lo es. Las últim

bert, no g

enes tú? -disparó

ro hacia mí a la es

ué s

renta en un p

guró que, a los pies de los cuarenta o a la edad que una mujer

s toda una mujer

comentario de Hebert.

derecha, nada. Si

los hombres de ahora no

yo sigo aquí! -se

sonrisa más fá

y ve a enseñarle todo para que lu

a desinflarse. Entendí que él hacía fuerza por

ejercicios hace un

demasiado larga en contestar, durante

-resopló-. Es qu

que te nubla la mente. Basta que pongan junto

ser su padre. Un poco más de re

tazas, luego bajo y lo recojo todo. ¿Quieres que te

Yo me quedaré

ue te busq

sito es que

Si necesitas algo, grit

-le gruñ

órdenes. ¿Me

me levanté de la silla

en su sitio y m

que me alegra

un gesto de su mano i

seguí a Jamie po

ue no me gustaba la idea de dejarlo solo, sobre

nté a Jamie cuando nos alejamos lo suficiente

tu llegada. Insistió hasta el cansancio sobre que no quería a nadie aquí, pero en

bolso y

apoyo, pero lo necesita. No es fácil para él, porque, desde que su hi

tie

maleta del s

rque de otro modo todavía

mucho más que echarme

La próxima podría ser con algo de beber de por medio... ¿o es que estoy pasándome de la raya? No quiero que pienses que... Yo soy muy profesional, por es

con alguien como Jamie, con esa sonrisa suya, esos brazos, esos hombros y todo lo demás que se adivinaba debajo de sus ropas azules que, aunque nada favorecedoras, no lograban nada en pos de ensombrecer su hombría. Y por Dios que olía a hombre del

invitarte a tomar algo

gas, sí

las ganas de ponerme a dar saltitos de entusiasmo. Si

rto, la casa y dónde está todo

no quiero dejarlo

atelier y cuando puedas hablar un poco con él -me dijo tomando la delantera por la escalera-. Tiene sus momentos terribles, pero les da batalla. Los médicos han hablado con claridad con él y, si bien por momentos se olvida, lo tiene presente. Yo creo que ahí radica el motivo de su enfado

había muerto cuando su hijo William a

ado por aquí? ¿Está al tan

y luego, cuando Albert ya estuvo fuera de peligro, se largó de regreso a Londres. No se llevan muy bien. -Se encogió de hombros-. Una lástima, pero qué

levas bien con

, ya te lo presentaré

provocó palpitaciones, pero hic

s? ¿Te llevas

ró anoche cuando la llamé. Amenazó

que pr

realidad no planeaba ir a ninguna parte, sino pasar alguna que otra noche agradable, nada más,

corredor mucho más corto que el del piso de abajo, y parte del techo era inc

antes -me explicó tirando de una de las dos pue

toallas, frazadas, artículos de limpieza, incluso

a y fue a

apartó un poco para permitirme echar un vistazo hacia dentro. Tuve que pegarme a él para pod

pequeño, tenía ducha y bañera y una ventana en diagonal que cuando saliera el sol

acceso directo desde la habitación,

La casa fue r

todos los baños y la cocina hace unos dos años. Los

, incluso antes del accidente cerebrovascular, Albert ya había dejado de ocupa

ncerlo de que me ayude

lo he

l jardín. A mí no se me da bien la jardinería y él no... -Se

único que ha resistido a su lado; imagino que es producto

erta del baño-. Por eso me alegra que estés aquí y

so

cuarto. -Recogió mi male

a clara era antiguo y bonito, el mobiliario simple pero sumamente agradable a la vista y nada invasivo, puesto que era del mismo color de la madera del parquet. Había un par

que él bajaría a hacerle compañía a Albert mientras tanto, y luego, cuando yo terminara

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