Sugar Mommy
d saltando y bailando al ritmo de la música electrónica, que sonaba a gran volumen. Luce
alda hacia adelante y extendió su brazo hacia Heleanor. Alzó su cara hacía ella y con una gran sonrisa la invitó a bailar
y revelar su verdadero ser; ese que nadie había podio ver. No creyó que un hombre más joven, fuera la que la hiciera sentir libre y deseada. Después de la traición de su ex prometido, había decidido cerrarse a los hombres y a cualquier tipo de relación. Pero estaba convencida de que, si ella se entregaba a ese amable y lindo desconocido, del que ni siquiera sabía el nombre, est
semblante de mujer adulta, lo atraían como un poderoso imán, que los arrastraban sin consideración hacia ella. Nunca había estado con una chica, pero tampoco era tímido o tonto; no había encontrado a alguien que le despertara tanta atracción como lo hacía esa hermosa desconocida, de la que aún ignoraba
miento su entrepierna. El cabello ondulado, similar a un río de oscuridad, le acariciaba el rostro y podía ver mejor la espalda de ella por la abertura que tenía el vestido, casi que podía calcar las triangulares figuras de los sobresalientes omoplatos de Heleanor. La música seguía y las respiraciones de ambos ya comenzaban a agitarse. Su pecho les brincaba con más fuerza y la vergüenz
beso tan apasionado y excitante, además que, tenía el sabor de la bebida que habían tomado en el bar. El pudor había desaparecido y l
-preguntó Hedrick, jadeante y sobán
za-. Vayamos a mi departamento. -Le volvió a d