Sugar Mommy
, era mejor que tener que echarlo de su departamento para que se fuera. Después de todo, solo había sido una aventura de una noche y lo había disfrutado, como pa
enina al otro lado del móvil. Era su secretaria
a? -preguntó ella
el puesto de directora de la corpor
, era la corporación Heard. Había varios edificios en distintos
. Quiero descansar un poco a
Lara, titubeando y Heleanor lo notó. Conoc
ra? ¿Algo más qu
lamando y me preguntó dónde estaba
da, la noche había sido muy relajante c
y y solo recuérdale, qu
l cuerpo completo, estaba llena de chupetones por los senos y por el abdomen. Al parecer, él quería que lo recordara. Pero tendría que colocarse ropa que la cubrieran esas marcas. Entró en la ducha y se sumió en el agua, que la renovaba. Al sal
iva negra y un suéter azul. Bajó las escaleras y se sentó en el so
por llegar. Necesitaré qu
Creí que ya
l y que se reflejaba en sus pupilas dilatadas como si fueran un espejo. Esa mirada celeste como el cielo, ese ondulado cabello azabache y ese semblante de mujer adulta, esa figura de reloj de arena y esos atributos tan voluminosos, que lo atraían como un poderoso imán y que los arrastraban sin consideración hacia ella. Era inconfundible, esa mujer era con quien había tenido su primera vez. Las marcas de su encuentro aún estaban pintadas en
Hanna, sin tener la mínima sospecha, de lo que en realidad pasaba entre ellos-. Helea
tenía con su madre y eso era suficiente, para crear un muro entre ellos. Muchos años atrás, cuando Hanna tenía veintidós años y cursaba su último año como estudiante universitaria, la directora solicitó su servicio para que fuera la tutora personal en la materia de matemáticas para su hija, Heleanor Heard, que en ese entonces tenía trece años, pero cuando nació He
sus piernas le pesaban y tragó sal
o él, obedeci
lzando su mano, mientra
ahora deberían verse todos los días y convivir bajo el mismo techo. ¿El universo conspiraba en su contra o a su favor? Ninguno de los dos lo sabía, pero ya no podían cambi