Sugar Mommy
o algo así? -espetó ella con
gará y hablará con rodeos hasta obtener lo que desea, y si lo rechazas, se enojará y es posible que trate mal después de eso, pero yo enseguida te diré a lo que he venido, porque me gusta ser directo: me
revido? -preguntó Heleanor, esta
dijo, sentándose en la silla e ingiriendo una pequeña cantidad de su trago-. Si no me dices nada cuando me termine mi vaso, me iré, y te prometo que no volverás a saber nada de este irritante muchacho que ha venido a importunar tu solitaria velada. -El comentario le pareció divertido a Heleanor y le hizo que se le escapara una ligera sonrisa-. Cuidado, ya hice que sonrieras
e sobre la mesa para pagar, pero cuando estuvo a punto
pre le hablaba con la verdad y que cumpliría con lo que decía-. Puedes quedarte. -Las miradas de ambos coincidieron y por segunda vez,
mero le sirvió a Heleanor y luego se echó él en el vaso-. No te preocupes, no iras a la cárcel por mi causa, incluso, aunque yo fuera menor. N
o es mi edad,
ue no se le debe preg
beza-. Era una broma. No le veo el prob
joven y linda, no se te notan ni en una hebra de
ra divertida, como lo hacía con ese atractivo joven de ojos azules y cabello oscuro. Ahora la parecía más lindo. Quizás habían sido
se daría cuenta de que eres la mujer que todo hombre querría a su lado para desarrollar un
mer momento en que la vio a los ojos. Era una mirada altanera y dominante, pero que, al mismo tiempo, también expresaba una pequeña tristeza,
ecírtelo -respondió Helean
a. Soy el más indicado para que se lo digas. Escucharé tu confesión y me la
na confianza, que no había sentido antes. ¿Qué era peor que podría suceder? Si ya su corazón estaba hecho pedazos-. Tenía un prometido. Pero el muy idiota me engañó con otra. Los descubrí cuando fui a visitarlo a su departamento, a tan solo una semana de nuestro
Le quitó la botella y él también le dio un largo sorbo; por lo que era un beso indirecto entre
eso? ¿Qué habí
te a decir, que había algo peor que te engañara tu prometido... Algo peor que eso, es que lo hubiera hecho con algún
el oído y luego se fue; pero no sin darle una ojeada a Heleanor y solo quedó embelesado
drick. Sacó su cartera para pagar, pero Hele
s por el alcohol, que ya recorría sus venas, que por otra cosa. Aunque la influen
a había sido herida por un hombre y eso era lo que menos soportaba en este mundo. Si había una manera de aliviar el d
ería estar más tiempo con ese muchacho, que se había portado como todo un caballero y que le había llegado a parece
vuelta y le extendi
se podía saber lo que pasaba en el interior de la cabeza de una mujer. Al menos se iría con la satisfacció
lto que ella, no se había percatado de eso porque estaban sentados, así que tuvo que alzar su vista para verlo directo a los azulados ojos, que la miraban de vuelta con
nor, entrecruzando sus dedos de
ese hombre más joven que ella y todo quedaría en sus recuerd