Los tonos negros del arcoíris
más de una hora alegando con Milus acerca de la lástima de las personas, o la burla de otras, y aunque Ma
ocupadas! —le decía desde el otro lado de la puerta
que hacían los vecinos del piso de arriba, Marcus abrió la puerta del baño para descubrir que el otro chico había permanecido s
hora aquí abajo —le había di
voy
sta el mercado. —Lo tomó de la mano e intentó arrastrarlo consigo, pero apenas logró moverl
y un n
demuéstral
undos en el ascensor fueron bastante incómodos porque el castaño no había dejado de apretar su mano, e invadió su espacio personal cuando una señora subió en el piso cinc
se detenían para verlos pasar, parecían conocer a Marcus y les sorprendía verlo después de tanto tiempo. Supuso entonces que después del ac
o, buscando con su mano la suya. El verle el rostro cubierto por el miedo le hizo entender cuán vulnerable era, Marcus estaba aterrado
a después tomar su mano,
ueltes, t
y a soltarte. Ven
s planeaba, comprar la comida para celebrar la navidad el próximo martes. No quería que Sunny se preocupara por ello, ella tenía un nuevo trabajo y lo menos que nec
estado aquí parados por más de un minuto
ad y en los regalos… ¿qué debería darle a Su
día lo consideraré como un regalo
n que hizo reír a una señora en el puesto de fruta que estaba al frente. Tomó el brazo del castaño con sua
artamento tal como te gusta —dijo para int
do ambos se dirigían a la salida, una de las bolsas se le cayó, haciendo que varias cosas salieran de ella.
volveré a
as bolsas con cuidado, con la otra cargó la segunda bolsa y tomó la mano izqu
rde —sintió su mano tensarse. Est
ije q
ije que no
o tienes que meter a tus amigos contigo, si vas a
poco ruidoso, pero ya le dije que odias a la ge
an a una cuadra de llegar cuando lo escuchó decir—: Las personas no han dejado de mirarme, ¿cierto? Hace tanto que no salgo que les debo parecer un e
res ir a la Universidad?
mo a la gente —resp
qué es?, ¿p
a. —Intentó seguir adelante, pero Milus, quien
a perder tu vida encerrado en tu habitación pensando que todos se lamentan por lo que te pasó, pero no es así; he v
vez mantuvo su sonrisa, porque sabía que sus palabras había
o y el tiempo que tenían de no verlo, otros más los saludaban. Milus respondía alegre y el castaño se limitaba a asentir con su cabeza hacia donde sus oídos podían captar la voz de aquellos
logrado! —Gritó uno de ellos— ¿La
nada bien, pero aquella mirada arisca fue ignorada por el joven de cabellos negros, que ya camin
su niñera? —rio el otr
ba claro que Marcus Kraft no lo veía como un amigo ni c
lir, con suerte encontrarás a alguien, así
voz a sus espaldas—. Marcus, me s
iera tenían respeto por nadie. Delgado y alto, Milus tuvo que inclinar ligeramente su cabeza hacia arriba para verle el rostro. Le s
o, pensaba comenzar con los preparativos una
n eres? —preguntó, c
Ella me pidió que viniera a visitarlos en su ausencia. Está muy agradecida contigo por quedarte aquí con su hermano. —s
ageres
aba a los dos chicos conversar en la sala. La visita de Jude había inyectado de buen humor a Milus, tanto que ya había
go, tal vez el único, le había hecho bien. Su aura había tomado un ligero tono verdoso, se sentía en paz y más
tió— ¿Y cómo te ha tratado nuestro benevolente carácter
rcus apareció apenas terminó su oración. Jude se echó a reír al ver a su amigo—. Odia las verduras, no se la
hablando de
expresión en su cara. Después, sin ser consiente, apretó una mejill
oy un
e solo podía escucharlo quejarse y pelear, ya era algo. Todavía no podía creer que lo hubiera visto afuera del departamento, incluso le costaba
mó su amigo—
ón… ¿diji
ilus, quien había dejado
quí en compañía de un chico que apenas conocía. Incluso me ofrecí para que se mudara conmigo, pero lo vimos complicado ya
mí —dijo el castañ
ora, no hagas enojar mucho a Milus, o le
ad y en el hospital, así como su relación con los Kraft. Le contó que él fue quien le dio clases a Marcus después del accidente, de cómo intentó persuadirlo para que entrara a l
eció Milus mientras avanzaban haci
or venir —
a visitar
día ir mejor, y faltaba aún la visita de Aaron. Planeaba seguir la conversación, pero se dio cuenta de que Marcus ya se había enc
ero por alguna razón se paró
y. —Silencio fue lo que hubo después, pero cuand
, Leprince. Espero qu
e encantar
tás sordo?!
do. Luego de comer le había dado un poco de sueño,