Los tonos negros del arcoíris
se movió hacia él sin pensar en las consecuencias que traería después?, ¿acaso estaba en lo cierto y era simple lástima?, ¿cómo podría mirarlo a la cara y dirigi
mo «Bill Denbrough», tal vez debería ocu
eprince, un completo idi
o quería, pero Sunny no tardaría en llegar y necesitaba estar despierto y listo para recibirla.
ellos la noche anterior? No, no podía solo ignorarlo, ¡era un beso! Un beso con un chico, que además era para q
balcón para mirar la imagen del hombre de
te fui
a para comenzar a preparar el desayuno, pero quince minutos después de iniciar escuchó la puerta de su recámara abrirse ¿Por qué ahora?, casi nunc
ndió el televisor para escuchar las
ue le importaba? Cinco minutos después se armó de valor para dejar la cocina y servir los platos. Marcus no hizo ningún comenta
ergido en las voces de los conductores
un tono de voz basta
menzaron a comer sin decirse absolutamente nada, un silencio tan incómodo que Milus se sentía sofoca
la cocina para lavarlo. Estando ahí se permitió tomar una boca
ntinuaba comiendo sin complicaciones, a diferencia de él. Suspiró, ¿por qué tenía que preocuparle? Estaba dándole de
en su rostro c
casi vacío y le sirvió hasta la mitad. Marcus lo aceptó lleván
arlo. Por su parte, él volvió a ocupar un lugar en el sofá. Así fue que media hora despu
ía. Ya no estaría solo con el og
untó al deshacer el abrazo—
sala escuchando las noticias como solía hacerlo de vez en cuando, le costaba creer qu
r en el sofá para abrazarlo. El castaño corr
los colores del chico, parecía feliz y
ext
tarle —dijo el castaño—. Yo tamb
omenzó
qué hicieron
robado un beso a su hermano la pasada noche? No quería ni imaginarlo, ¿Marcus se atrevería a decir algo con tal
Na
lgunas cosas para la cena de navida
tamento, Marcus? No puede ser. —Para sorpresa de Milus, Sunny comenzó a reí
o. Milus se encogió en su sitio—. Cree
anera sutil. No pudo replicar, y no es que quisiera hacerlo en
ermite porque está haciendo su
arcus parara
comentario lo hirió, ¿tan asqueroso hab
ue tenía desocupada, y aún mejor, no le estaba cobrando ni un centavo por vivir ahí. El joven sonrió, sabía que se trataba de su madre, le había ped
ilus, ¿dónde v
ños de las tierras donde se encontraban los invernaderos y se encargaban del precioso bosque que formaba parte de la región se habría s
unas largas vacaciones con la familia que tenemos
¿Y por qué no f
bía y estaba más que enfurecido. Sunny le dedicó una mirada de preocupación—. No me sentía feliz. Siempre me ha gustado el arte y p
icos—. Espero que decidas seguir tus sueños, ¿has pensado en
cus fue
rando con reproche a su hermano
en su cuarto una vez más. Milus preparó dos tazas de chocolate caliente y p
es con él? —quiso sa
arácter, si me porto muy blando con él terminará por man
arme —dio un sorbo a su chocolate—. No quiero que deje pasar el tiempo y no haga nada con su vid
“cargo”, pero después quedó claro que no podían más que estorbarle. Al final solo les mandó dinero sin falta cada mes por los siguientes años, ayuda que terminó cuando el castaño cumplió la mayoría
cada por las palabras de Milus—. Jamás podría dejar a Marcus solo. No t
aci
*
s intentó ayudarla, pero finalmente se rindió cuando la chica le repitió que ella quería
i salió al mercado puede que también pueda convencerlo de salir a visitarlo ¿Quisier
in
e enc
descubrió que no una vez que hizo girar la perilla. Como de costumbre la ventana no dejab
y se casaba y formaba una familia?, ¿acaso pensaba aferrarse a ella toda la vida? Sentía la
s desp
ningún m
he fue… Lo lamento. So
ero la voz de Marcus
cama y Milus se limitó a dar dos pasos atrás— ¿Ahora qué?, ¿vienes a termina
or —respondió, pero
lo que ocurrió anoche ¿Pensaste que con besarme dejaría de se
era sabía por qué lo hizo, y hasta el momento no lo entendía, pero sucedió
nses de ti de ese modo —dijo—. Si tu exnovia no vio l
ía más tranquilo después de sus últimas palabras, justo como ocurrió cuando volvían del
í? —le preguntó rom
o muy talentoso, si quisieras pudieras hacer grandes cambios en tu vida. Y también… v
¿De qué sirve cambiar si no p
n ojos para ser vistos, p
pesimista y sin ganas de vivir. Al conocer a Margot pudo encontrar algo por lo que seguir
itar a Jude, ¿qui
uiero
e daría po
po con tu hermana. Le pediré usar
de —comentó—. Quisie
é aquí contigo ¿Qué
eca de molestia, pero después sonri
navidad? —Milus brincó de alegría. No tenía mucho dinero,
más volveré a
ar tu mano, por
s dema
e las arregló para tomar ambas y apretarlas con más fuerza. Marcus se quejó e intent
ándose en el colchón, entró Sunny para intentar convencer a su hermano de salir, pero el juego que compartía