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El Hombre del Desierto

Capítulo 9 Cap. 8

Palabras:2082    |    Actualizado en: 27/01/2022

que golpeó su rostro la ayudó a respirar mejor, ahora mismo solo caminaba

había arrancado, su único objetivo era medio saludar en la entrada, sacar

onunciarlo en esa boca gruesa y después que las puer

é voy a hace

ie de movimiento por lo que t

ue iba a trabajar?, no pudo evitar reírse sola al

a vi

su bolso. También marcó varias veces a Mila, pero parecía que estaba en otra llamada. Solo en ese precis

lar la información por la que Mila había trabajado, y abrió

viado para ella, sobre todo una nota donde decía qué proyectos estaba

z alta sin gustarle mucho la idea, no era una novedad, y estaba segur

ninguna reserva de agua natural, pero a la vez fue impactant

ríos, ni mar, pero aun así cons

petroquímicos, cemento, reparo y construcción de navíos, desalinizaci

ver qué cosas ya estaban en proceso para no perder el tiempo. Por supuesto usaría todos los contacto

debía contar con alguien de Kuwait para cuando su tiempo terminara, la persona encar

abajo... yo solo quiero

ora ni siquiera sabía por qué quería mantener las palabras del jeque en secreto, co

tro lanzándose hacia atrás y

de su vientre solo le indicaba que parte de est

i estuviese hurgándola todo el tiempo. No pudieron compartir una palabra más porque un hombre que hablaba en árabe no par

día hacerla tan vulnerable, y a la vez como ese mom

ntrate

cerlo, por su salud y tranquilidad, y también porque de cierta forma él m

las advertencias de su p

ver el contacto de Mila parpa

il

ras la vio sentarse en una silla

do con Almer..

n? -preguntó co

David cree que puede irse a la mierda si a estas al

el labio y b

la magnitud de lo que estás haciendo, no sabe

su mirada en ella c

n el señor Linkins, creo que esta decisión desajustará su rutina... yo estaba p

taré de buscar a una persona

vitar las lágrimas a lo que

.. miedo... -c

por la cara y se l

perder esta oportunidad, ahora creo que he e

nses en eso ahora, Frank es lo principal

con un nudo e

diga que lo hagas -instituyó Lia sabiendo que no podía h

re manejaremos el chat para im

asin

de Almer? Hay mucha inf

daré un baño y leeré hasta q

uedes escribirme

ntió insegura por un momento-. ¿Tú has visto a n

el ceño negando, alguien dijo su

os, más tarde te envió algunas

do y dejando su móvil hacia un lado, observó h

seo que pudiese ser lo más transpar

*

egó pensando que todo era ilusorio. Había planificado un viaje

y luego comprobó que todo su eq

lanificado, bajaron a lobby del hotel, donde

eció al hotel por su estadía y unos minutos después aquellos hombres

ella no pudo evitar preguntar, no p

tro que estaba a su lado, se gir

mente. ¿D

ne

al aer

cipal señorita James... nuestro man

s, debía saberlo, era el

debí im

o, y ella supo que era una perdida de t

roximadamente las 8 de la maña

aba en su frente con algunas rayas de colores: negro, verde blanco y rojo. Y m

y que el auto se estacionara muy

a fue abierta, ella solo escuchó una voz

ita, J

su mano, pero le indicó que se bajara y siguiera su

casi llegando al avión, y por lo que veía, t

de su equipaje, y no tuvo otra opción de tomar parte de su hi

ta forma hizo que se tensara un poco más entre tanto pasaban un detector de

residencial, pero decir que esto parecía un

cionar

que se adaptaban a los puestos de avión. La mujer le indicó en perfecto inglés que, s

días,

id

lengua solo saboreó las ganas q

de una ducha, con un tr

-se fue a levantar, p

a mujer de servicio, pero a la vez como una petición, por lo q

diferencia de su cuerpo ese sillón quedaba a la perfección en esa ana

estaba tan

cosa rara, un hombre llegó al lugar para posicionarse y decir algo muy

ue el hombre se retirara, Said lo lla

ndré una conversación privada con ella. A partir de ahora, que solo informen por el

idad en sus orejas, asintió sin refutar algun

e sentiré incómodo comiendo como un dese

sas piedras negras que

dile la verdad de tu tr

que bien... -su voz vibró demasiado nerviosa-.

oca torcerse mostrándole una hermosa sonrisa, una demasiado para ella, y ni siquier

zcla entre luz

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