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El Hombre del Desierto

Capítulo 3 Cap. 2

Palabras:2373    |    Actualizado en: 27/01/2022

ue las recogió en el aeropuerto enviado por el hotel. Ambas tenían una especie de bufanda que improvisaron con ayuda de las azafa

os países árabes, allí mismo donde se encontraba la me

rra, y por lo que investigó Lia, ahora mismo en Riad

udieron pagarle a Mila su estadía aquí, y además permitieran llevar un acompañante. El estre

to

como varias personas venían a recibirla—. He estado en varios l

asta que dos hombres le dieron la bienvenida instándolas a q

hasta la recepción donde descargaron las maletas

portátil, mientras dio una sonrisa cortés—. Perfecto… su reserva es hasta el

su identificación, que el hombre t

rá cargo de las comidas, y de cualquier tentempié que deseen… por las noches hay bebidas por si desean pedirlas, ustedes pueden se

por lo bajo a Lia, entre tanto e

r… quiero preguntar…

mbre

ue a pesar de que sean extrajeras, no hay posibilidades de llevar trajes de baño básicos. E

o —respondió Mi

quieran dar un paseo, requieran un guía del

que no iban a llevarlas detenidas por esa razón,

ra esto, eso sumado a que Lia le preguntaba todo tipo de cosas del mundo árabe porque ella lo desco

diera cuenta de que todo no era el cuento de hadas, tal vez se cayera

que unos minutos antes. Él no sabía si ellas entendían la cultura o no, y su resp

los primeros en la lista de la revista de la

uestros hombres son muy respetuosos, pero ya saben, en cada parte del mundo siempre hay personas

n poco incómodo y tomó el braz

o que nos saquen de est

mando sus papeles, agradeció al hombre para comenza

muy diferente a la nuestra, y ya que estamos hablando, iremos enseguida a comprar algún hiyab mejor que estas buf

anto el ascensor subía cada piso—. Si alguien no está de acuerd

traron a su habitación, ellos se despidieron hablando perfectamente

gó Mila, pero se detuvo al ver a Lia c

e vidrio que asomaba la vista de todo el paisaje, o de la gran ciudad, estaban

son

aquí, aunque a veces te aburrirás cuando e

mbros observand

e preocupes por mí, el hecho de qu

o aquí por trabajo, pero supo que de acuerdo a todos los trabajos perfectos que había hecho,

reo que haya problema de que me acompañes. Hay unos puntos nuevos que deben explicarme porqu

o a esa reunión más bien?

reguntaré si mañana por la noche en una

dió su

no tengo problema con quedarme aquí

l hombre? No pode

reunión? La presencia es muy importante —l

, no me coloques esa cara de perrito enfermo y busca tu bolsa.

decidió por colocarse una chaquet

le parecieron irreales a Lia, y la emoción que refleja

árabe que le servirían mucho en su estadía. Incluso aun no sabiendo que Lia iría en la noche del sábado,

r el mismo hombre de la mañana que se hizo amigo de ella a

cuanto escuchó a Mila, y no dudó en

da… él es el se

rándose un poco, ella tomó del brazo a Lia—. Ella es

mucha importancia de la nueva y luego l

aciones públicas? —preguntó el señor Brunel con interés hacia Lia

en cuanto la vio parpade

abogado en Londres… él es empresario a la vez, aunque no terminó algunas carreras, Lia s

nkins no era nadie importante y muc

e preguntaba a Mila por qué estaba

gra que haya acompañado a Mila, quizás adquiera algun

luego ver al camarero llegar y así tomar sus pedidos. Cosa que Lia agradeció. Iría

do cuando el jefe de Mila, Almer, come

ras degustaba una de las comidas más exqu

momento a su itinerario, con altos comisionados de gobiernos de los países árabes. Dio algunos pormenores de dicha reunión,

ad—. Tengo un contacto influyente en el conjunto de países árabes, que m

tanto conmocionado de Mila. No entendió su silencio, pero aun as

o?, he escuchado que son

intió con to

ior feje de estado, que ellos llama

nte la noticia. Incluso su comida

mi confianza para este asunto. Y si consigues mantener este trabajo por algunos meses

ra entendía que Mila era muy importa

uizás la joya en la empresa, y jamás le dirían que no a nada. Por un momento se sintió o

que su padre siempre repetía cuando una buena re

Mila salió cortando un poco la incomodidad,

l cree que el hombre necesitará que

ue se resuelva los problemas in

Mila abrió los ojos cuando Lia intervino—. Disculpen… per

tar sonreír, y el se

responsabilidad de brindarle la seguridad requerida. Ella sería un pun

ma con tantos parámetros. Además, no es que ocupes un cargo gubernamental, porqu

ndió Mila tomando su copa

ación hasta que tome la decisión del trabajo —agr

luego de que Almer diera las últimas in

emos problema con eso, es mejor que dejarla sola aquí, ¿no es así? —Lia escuchó el su

s los medios de que aceptará el tr

, no se

fue a tomar una ducha y la otra decidió dormir sin contemplación alguna. El cansancio ya había l

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