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El Hombre del Desierto

Capítulo 8 Cap. 7

Palabras:2117    |    Actualizado en: 27/01/2022

cuando Almer y su acompañante se re

aría de todo eso en el momento. Ahora tenía otros asuntos por el cual estar co

manera no era su mentira, y aquí estaba ayudando a una amiga. Además, ese hombre solo era su compañero laboral, en unos meses,

rita

uerta por donde desapareció A

ír y colocando las manos debajo de la mesa. Ellas jamás le habían suda

jando… —Lia asintió—. Creí pertinente hablar un poco sobre mi país

sup

tomar algo mie

aban su cuerpo, una copa no iba a durarle cinco minutos, y necesitaba estar lo

ste café neg

su boca pa

onces pediré m

pero por supuesto tampoco podía ser descortés con el hombre. Y comiéndose sus quejas

isualizó de inmediato que la suya era un té, y el va

do lo tomó en sus manos y solta

ría la sonrisa, su rostro se transformó, dando un semblante sobrio, mientras lo

la taza de té, aunque esta estaba caliente—. Por eso me quedé a solas con usted… Hay miles de personas en mi país que pueden hacer s

porque ahora ni siquiera podía colocar en orden las declaraciones del hombre. H

no estoy e

toda su cara, mientras cada poro de su piel se inflamó. Sus

primir sus ojos y

r, Lia, ¡

ba tan segura de ella misma. Con mucho esfuerzo levantó la mirada

ñor

elajó los hombros asintiendo, estaba entendiendo un poco lo que el hombre quería hacer, necesitaba prepararl

s. A pesar de su dura careta podía ver

o estoy lidiando con una fuerte presión en mi puesto de cabeza de mi nación,

uy amargo. El hombre estaba pidiendo confianza y senc

hombros, y ni siquiera sabí

quien confiar… —arrojó Lia

o confiar en usted, Lia

vo que tomar un trago caliente de su

e de cierta forma, desconozco su entorno. Habrá algunos momentos en que me equivoque en el tra

zó la mano para que hicie

hora mismo Lia, necesito saber si podré girar m

forma de pregunta sali

de que acepte el vuelo, usted puede retractarse. Tengo un montón de gente a mi alrededor, pero muy pocas personas con las que puedo sentarme para relajar mis hombros. El asesinato de mi padre no se resuelve y tengo familiares que co

¿Por qué?, porque estaba

n compasión. Él era un jeque, el dueño de un país, la autoridad que todos debía aca

en el pecho y no puedo ev

o hay duda e incertidumbre tu juicio se nubla, y si el cu

jó una sonrisa para reprimir la sensación que la abrumó. Conocía la

urieron mi hermana y yo estábamos con las espinas en la piel, no sabíamos qué hacer ni a dónde

hombre se consolidó

llos a pesar de los años, sus enseñanzas fueron muy valiosa

mbre

s son dos

ntió so

… ¿qué estaba haciendo?, se frenó de golpe al ver a donde iba

a tomar su café sin qu

arme lo que quiera,

mucho por

seguir con sus normas, pero se dejó llev

cercó con una sonrisa en los labios que lo es

tuar y no pudo evitar recordar la noche de ayer cuando estaba en ese balcón detalland

erto y monte xerófilo de Arabia y el Sinaí en el extremo oeste, y el desierto y semidesierto del golfo Pérsico en todo el resto del país… somos desi

ro mientras Said asintió correspondiendo a su alegría—. Entonces… ¿

le salió u

lo!, y no Lia, no voy de visita, a vece

ió preguntar totalmente co

de ovejas. Tienen un estilo de vida muy parecido a la gente del campo y se visten de una forma diferente para protegerse del c

y hermoso ve

o

lo el móvil de Lia vibrando constan

cuando vio en la pantalla que era

é arreglando todo para que n

ó lo más lejos que pudo. Puso rápidamente los auri

il

ro. Su corazón latió rápido al verla en esa condición—. Perdona si no te avisé antes

¿Fra

ella no pudo evitar conmocionarse—. Dicen que está delicado, pero que su co

grima que se derra

debes estar fuerte para Elizabeth, e

a n

cita, ¿Qué tal fue todo? Estas dos horas de

s, pero creo que Almer requiere un

asi

aré ahor

porque… —Lia se giró y solo vio que el jeque estaba de pie con todos sus hombres alrededor y un h

Qu

me de él y creo que ya se está yendo.

gunas cosas que se me pasaron para dejar todo listo… Lia… —est

¿

que lo harás

n que Lia caminó también visualizando donde podía encontr

a a al

i acompa

é al hot

stuvo

qué?

ahora en adelante, usted es co

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